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Reportaje:FÚTBOL SALA | España-Rusia, final del Campeonato de Europa

En busca del segundo doblete

La selección de Lozano, vigente campeona del mundo, pretende poner ante la sorprendente rusa el broche de oro a un gran ciclo

Juan Morenilla

Sin hacer ruido, como casi siempre, la selección española de fútbol sala está otra vez a las puertas de la historia. Hoy afronta a la rusa en la final del Campeonato de Europa, en Ostrava (República Checa), con el cartel de favorita colgado del cuello. El equipo de Javier Lozano es uno de los más laureados en la historia del deporte español, con dos títulos europeos y dos mundiales ganados en tan sólo un decenio. Y su duelo contra un sorprendente conjunto ruso puede ser el broche de oro a un gran ciclo. "Es la enésima final, pero no perdemos ni un ápice de ilusión. La semana ha sido agotadora porque cuesta motivar a los jugadores para la primera fase, la de la liguilla. Para la final se autogestionan solos", afirma Lozano.

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El rival, Rusia, llegó al torneo "con piel de cordero" después de no clasificarse siquiera para el último Mundial, pero está invicto y en las semifinales eliminó a la poderosa Italia, vencedora previamente de España. "Es la sorpresa. Es un cuadro joven y muy rápido. Sus jugadores tienen un carácter frío, calculador. Nunca se descomponen. Tienen mucha calidad en el ataque y mucho temperamento. Son completamente diferentes a nosotros. El español es más de corazón. A ellos les da igual el primer minuto que el último. Pueden llegar a desesperar por su ritmo. Tienen mucha paciencia", comenta sobre el adversario el cierre español, Kike Boned, de 26 años de edad, un veterano que hoy cumplirá los 80 partidos internacionales.

Para Boned, el éxito de España reside fundamentalmente en su conjunción: "Somos un bloque sin fisuras. La unión es tremenda. Sabemos competir y templar los nervios. Llevamos muchos años en la élite".

El equipo español es casi el mismo que ganó el Mundial de Taiwán, en diciembre: duro en la defensa y muy ordenado. "El equilibrio es la clave. Recibimos muy pocos goles y tenemos mucha definición arriba. La defensa da empaque, seguridad. A partir de ella se arma el ataque, que es imaginación y libertad. La defensa es orden y disciplina", explica Boned.

Si doblega hoy a Rusia, España repetirá el doblete conseguido cuando ganó el Mundial de Perú en 2000 y el Europeo de Moscú en 2001, precisamente a costa de Rusia, anfitriona entonces y rival hoy. A favor del equipo de Lozano juega su tremenda experiencia en las finales y un aspecto curioso: la superficie sobre la que se disputa el campeonato. La organización ha trasladado desde España las dos pistas de parqué azules que se utilizan para los encuentros de la Liga nacional y que favorecen la velocidad del juego, algo que beneficia a España.

"Repetir el doblete sería histórico", asegura Boned, que alaba a Lozano: "Es más psicólogo que técnico, que es lo que hay buscar en un seleccionador. Sabe motivar y hacer un grupo. Se va más al fáctor psicológico que al táctico".

"Los grandes éxitos en la historia del deporte español no los han logrado ni el fútbol ni el baloncesto", concluye Boned en protesta por la poca repercusión de los triunfos del fútbol sala. Hoy puede sumar otro éxito para su reinvindicación.

Oriol y Kudlay, durante la semifinal España-Ucrania.
Oriol y Kudlay, durante la semifinal España-Ucrania.EFE

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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