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FÚTBOL | 35ª jornada de Liga

La Delegación del Gobierno interviene en el 'derby'

Las autoridades persuaden al Betis para que permita al presidente del Sevilla ir al palco

La Delegación del Gobierno en Andalucía convenció a la directiva del Betis de que no había más que problemas para todos detrás de la decisión hecha pública por el presidente verdiblanco, Manuel Ruiz de Lopera, de dejar a su homólogo sevillista, José María del Nido, sin sitio en el palco del estadio de Heliópolis para presenciar esta noche la disputa del clásico sevillano. Ruiz de Lopera sostuvo días atrás que su recomendación buscaba "evitar la violencia", pero los responsables de la seguridad pública en la ciudad creían todo lo contrario. De paso, el fin de la enésima bronca entre los dos equipos de la capital andaluza deja aire para que se hable del fútbol, que lo puede haber y del bueno.

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El Betis gana al Sevilla un 'derby' sin apenas fútbol

El enfrentamiento oficial número 102 entre Betis y Sevilla es, sin duda, el más interesante de los últimos años. Los clubes no se juegan la mera honrilla ni los aficionados la rechifla a la hora del bocadillo. Una victoria proporcionaría al Sevilla una dosis enorme de tranquilidad en su intento de clasificarse para la próxima edición de la Liga de Campeones. Y en vísperas de recibir en casa a la Real Madrid. Por su parte, al Betis le vendría también muy bien ganar para seguir postulándose para Europa y, sobre todo, para coger moral antes de el partido de vuelta de la semifinal de la Copa del Rey (0-0, en la ida), con el Athletic.

El Sevilla llega nuevo. Y no es un decir. Joaquín Caparrós ha sabido cambiar de equipo y, obviamente, de juego, sobre la marcha. Perdió el partido (0-1) y la defensa (tarjetas a Ocio y Alfaro) contra Osasuna y la cantera se lo solucionó. Y, de paso, el equipo dejó de ser rácano. El ascenso del central Prieto desde el filial y la reubicación al medio de la zaga de Ramos, trajeron el regreso de Alves al lateral. De lo demás, se encargó Navas, que eligió San Mamés para exhibir sus posibilidades (1-3, con golazo suyo) y lo prolongó frente al Deportivo en casa (2-0, con otra joya futbolística por su parte). Entre él y Adriano liberan a Baptista de su ciclópea misión de hacerlo todo y el equipo se ha vuelto alegre, rápido, imaginativo, difícil de adivinar. Joven.

Llorenç Serra Ferrer tiene más frentes. La lesión de Edu, el jugador que todo lo hace bien y que mejora a los que le rodean, le ha hecho mucho daño. Denilson y Fernando, aparte de no ser lo mismo que Edu, renquean aún de lesiones pasadas; Oliveira añora los espacios y ayudas que le regalaba su compatriota y el buen momento de Assunção no consigue tapar el agujero creativo de la media. Joaquín, pues Joaquín: igual enerva o igual enamora. Él dirá. Además, lo que sí que quiere el Betis es ganar la Copa. Eso sí que sería imponerse al Sevilla.

El derby tiene pues mucho atractivo: el duelo por la plaza para Europa, su morbo propio e intransferible, el examen a la sabiduría de los técnicos frente a los imprevistos... Y eso hablando tan sólo de fútbol.

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