"Hemos notado el cansancio"

El Barça acabó el partido renqueante y de malhumor. "Hemos notado un poco el cansancio en la segunda parte, pero creo que es normal", dijo Deco un tanto furioso, en referencia a que el equipo no regresó de Japón, donde disputó el Mundial de Clubs, en las mejores condiciones físicas. Javier Aguirre, técnico del Atlético, ya lo presuponía: "No creo que haya sido clave el estado físico del Barça, pero ya les comenté a los míos que podían acusar la fatiga en los últimos minutos", explicó el entrenador mexicano. Así lo vio Iniesta: "Al final nos ha faltado frescura". Puyol recogió el testigo: "No se ha notado demasiado, pero claro que estamos más cansados que otros días". Y Rijkaard, el entrenador del Barcelona, comedido, respondió: "El equipo ha trabajado hasta el final y ha hecho un esfuerzo notable". No lo hizo Saviola, que sí calentó en la banda durante el primer tiempo pero que, a última hora, Rijkaard apostara por Ezquerro. "He cambiado de idea. ¿Puedo?", ironizó el holandés. Aunque apostilló: "Llegaba de una lesión y creí que era demasiado riesgo".

"Mista fue fundamental porque con él poblamos el centro del campo", explica Aguirre

"Si el primer tiempo acaba 4-0 nadie habría dicho que fue injusto", abundó Aguirre, que consideró que el Barça "pasó por encima" de su equipo en los primeros 45 minutos porque "nos quitó el balón". Luego, en la segunda parte, todo cambió. El Atlético, lanzado por Agüero, empató el partido y cambió el ritmo de juego. "Mista fue fundamental porque con él poblamos el centro del campo y fuimos más competitivos", argumentó Aguirre, que encontró en el delantero un acompañante para Luccin, autor del pase de gol para el argentino, que se ha convertido en el salvador del equipo, tras el tanto de ayer y el que logró contra el Levante en el partido de vuelta de la eliminatoria que los dos equipos disputaron en la Copa del Rey.

El empate supo a poco. Sobre todo a Deco, que perdió los nervios en las protestas y vio una cartulina amarilla. Es la quinta y, consecuentemente, se perderá el próximo encuentro contra el Getafe. Lo mismo que Ronaldinho, que también vio una tarjeta amarilla y que cumplirá ciclo. "Siempre es una lástima cuando hay tarjetas que impiden participar a los jugadores. El Barça no es un equipo que juega de forma destructiva, pero es una opinión subjetiva", razonó Rijkaard. Aunque un pelín irritado, matizó: "Ganando, perdiendo o empatando, el árbitro está en el campo para tomar sus decisiones". Así, a Madrid, además de los sancionados, tampoco viajarán los lesionados Eto'o, Zambrotta, Messi y Thuram, que anoche sufrió una rotura en el bíceps de la pierna izquierda. El susto lo dieron Gudjohnsen, que se marchó del campo cojeando -se quedó en eso, en un susto-, y Puyol, que durante el partido se acercó a la banda a pedir un medicamento. "Me dolía la espalda y pedí un Feldene Flash, un antiinflamatorio", explicó.

Ante las críticas vertidas al equipo por la derrota en la final del Mundialito ante el Internacional de Porto Alegre y tras el empate de anoche, Deco defendió al grupo. "No hay porque alarmarse, hemos jugado bien. No ha podido ser pero no pasa nada. Estamos a tres puntos del Sevilla con un partido menos", reflexionó el portugués. Rijkaard le dio la razón: "El Sevilla es un candidato. Lo dije hace dos meses. Pero tiene que seguir a este ritmo y, quizá, puede ser su problema porque no está acostumbrado a ser favorito". Pero pronto varió el discurso y se centró en su equipo. "Hay que felicitar al grupo. Este resultado nos deja la sensación de que en 2007 es un año en el que queremos mejorar", proclamó el holandés a modo de despedida y de último ánimo a sus jugadores antes de las fiestas navideñas.