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Reportaje:Fútbol | Final de la Liga de Campeones

El 'embajador' del Milan

El ex valencianista Leonardo encarna el espíritu familiar que Berlusconi quiere para su club

Una familia. Así define Il Cavalieri Berlusconi a su Milan. Desde su llegada a la presidencia, en 1986, es el equipo europeo más laureado. Líder implacable en sus empresas, Berlusconi cambia de táctica al administrar el club. Las teorías de mercado, reconoce, no rigen las leyes intangibles del fútbol y, a golpe de talonario y paternalismo, construye un conjunto campeón. Amo y señor, se considera con derecho a interferir en las alineaciones -"los entrenadores saben que somos complementarios"- y "confesor y padre espiritual" de sus jugadores, a los que promete mucho dinero y fidelidad.

La fidelidad matrimonial de Berlusconi es tema de chistes en Italia, pero su lealtad a los milanistas es absoluta. A Maldini, de 38 años, se le ha renovado el contrato esta semana por una temporada más y Costacurta se jubiló con honores de héroe tras más de 600 partidos. Un dirigente recuerda a Bosco Izecson Perreira, padre y representante de Kaká, que no hay olvido para las figuras del Milan: "Mira lo que pasó con Ronaldo en el Madrid y ahora con Ronaldinho en el Barça. En la familia del Milan tu hijo siempre será feliz".

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Los cargos directivos del Milan están ocupados en su mayoría por viejas glorias. Entre ellos, Leonardo de Araújo, secretario general de la fundación del club. Ex lateral del Valencia y campeón mundial con Brasil en 1994, se incorporará a la dirección técnica el próximo curso y es un ejemplo de la visión de Berlusconi.

El brasileño nunca olvidará la llamada de Il Cavalieri tras un encuentro de homenaje a Savicevic: "No te marches a tu país. Quédate con nosotros. El cargo no importa. Lo importante es que formas parte de la familia milanista". Su contratación, que parecía la paternal jubilación de un jugador querido, reportó millones al club. Fue él quien convenció a Kaká para que rechazase una oferta del Chelsea. "Elegí el Milan porque jugué seis meses con Leo en el São Paulo y no paraba de decir lo grande que es". Leonardo protege a su estrella: "Las posibilidades de que fiche por el Madrid son cero". Al compararle con Cristiano Ronaldo -"son los dos mejores del mundo"-, dice que el portugués "es más espectacular", pero su compatriota "más objetivo y con más influencia en el juego de su equipo".

Recuperar a Ronaldo fue la última tarea de Leonardo. Compañero suyo en los Mundiales de 1994 y 1998, fue su sombra desde que aterrizó: "Es el mismo jugador, sólo que motivado. Todo el Milan se apasionó por él. Y se le ha ayudado con sus tendinitis". A pesar de las sanciones (comenzó la temporada con ocho puntos menos), y con la ayuda de los siete goles de Ronaldo, el Milan afronta la cita de Atenas con la tranquilidad de estar ya clasificado para la Champions.

Contra el Liverpool, Leonardo, "embajador de la filosofía del club", según Berlusconi, dice que el Milan "no puede salir con espíritu de venganza, pero es imposible olvidar la derrota de Estambul. Es el único trofeo que podemos ganar y no lo vamos a dejar escapar".

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