"Es ridículo dudar de mí"

Quizá porque se le conoce como Pelopo entre quienes ganaron el Mundial sub 21 para España y por máquina en el equipo olímpico que alcanzó la plata en Sidney 2000 -y también en el vestuario del Camp Nou-, Xavi nunca se cuestionó sobre su pertenencia y compromiso con la selección nacional. Los distintos equipos y la propia federación saben, y mucho, sobre la capacidad de Xavi para solucionar con risas temas tan serios como los que ahora se le plantean desde que en el minuto 92 del partido contra Letonia provocara una tarjeta amarilla que le eximió de disputar el partido de ayer en Liechtenstein. La cuestión ahora es saber si el volante se dobla las medias porque le da la gana o pretende impedir que se vea la bandera española.

"Hay polémicas ridículas y malintencionadas", tercia Xavi con su sorna habitual. "Agradezco a mis compañeros su sensatez y coherencia al hablar del tema de la tarjeta", agregó acto seguido, ayer en el Camp Nou, para diferenciar una cosa de la otra.

Nacido en Terrassa en 1980, Xavi es el jugador más veterano de la plantilla del Barcelona y está a punto de cumplir 50 partidos con la selección absoluta. "Juego con España hace 10 años y siempre me puse igual los calcetines", se quejó. "Es ridículo dudar de mi compromiso". "¡Nooooo!", dramatizó cuando se le invitó a reconocer que la polémica tiene que ver por su condición de jugador catalán y del Barça. "¡Nooo!, ¡no es por eso!", zanjó con un guiño antes de simplificar: "Sólo son ganas de buscarle tres pies al gato. Cada cual es libre de pensar lo que quiera y decir lo que le parezca, pero molesta que hablen mal de uno y le señalen por una polémica falsa y malintencionada. Es una situación patética".

Xavi denunció incluso "un interés personal" en las acusaciones que viene recibiendo, junto con el capitán azulgrana Puyol, cada vez que juegan para España. "Es todo muy sencillo", insistió. "Llevo jugando toda mi vida con las medias de un solo color, también en la selección. Buscar polémica con esto es una tontería como una casa". Y se lanzó a enjuiciar el otro tema polémico, el de la tarjeta que le ha supuesto un partido de sanción: "Provoqué la amarilla porque pensé que era lo mejor para la selección, el equipo, y pensé en mí". Interpretó la orden, que fue clara: "Luis nos dijo que hiciéramos lo que quisiéramos, que él no era partidario de instarnos a ello porque una vez la buscó, él o algún jugador suyo, y le sacaron la roja por buscar la amarilla. Eso hice, vi la ocasión, tomé mi responsabilidad y fui a por la tarjeta". "Tengo la conciencia muy tranquila", prosiguió el azulgrana. "Nadie puede poner en duda mi compromiso con la selección". Y acabó: "Cuando le pongan letra al himno, ya me avisarán",

Xavi se reencontró ayer en La Masia con Messi, Saviola, Giovanni, Gudjohnsen y Eto'o, de vuelta como él de los distintos compromisos de las selecciones. Al igual que sus compañeros, Xavi piensa que el Madrid puede no ganar en Zaragoza: "No es un campo fácil; a nosotros ya nos ganaron". El club azulgrana recurrirá hoy al Comité Superior de Disciplina Deportiva en un último intento de conseguir la suspensión cautelar de la sanción a Ronaldinho para que pueda disputar el derby con el Espanyol.