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Reportaje:Fútbol | 37ª jornada de Liga

Lopera destituye a Luis Fernández

Increpado en su domicilio por un centenar de personas, el dueño del Betis despide al técnico tras la humillante goleada ante Osasuna

La directiva del Betis, encabezada por su accionista mayoritario, Manuel Ruiz de Lopera, decidió en la mañana de ayer destituir a Luis Fernández como entrenador del equipo. El técnico del filial, Paco Chaparro, se hará cargo de la plantilla para preparar el último encuentro de Liga, que el conjunto sevillano disputará el próximo domingo frente al Racing en El Sardinero, un partido que puede resultar crucial para el futuro del conjunto sevillano, ya que se encuentra a tan sólo un punto de las plazas de descenso a Segunda División.

La destitución de Luis Fernández supone la primera consecuencia de la humillante goleada encajada por el Betis (0-5) frente a Osasuna en la noche del sábado en Heliópolis. Tras la dolorosa derrota local, se registraron incidentes que tuvieron a algunos aficionados verdiblancos como protagonistas. Así, un par de bengalas encendidas cayeron sobre el césped mientras el encuentro aún estaba en juego. Además, tras el pitido final del encuentro, centenares de personas invadieron el terreno de juego intentando romper las porterías y arrancando grandes trozos de césped.

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El incidente de mayor gravedad fue el intento de asalto al palco del estadio después de que el equipo encajara el tercer gol en contra. Los antidisturbios de la policía impidieron en aquel momento la agresión a los directivos verdiblancos y más tarde tuvieron que cargar sobre alrededor de un centenar de personas que se arremolinaron a la salida de las oficinas y los aparcamientos del estadio para increpar a los jugadores.

Pero fue la concentración de un centenar de personas frente al domicilio de Ruiz de Lopera en la madrugada del domingo lo que más peso tuvo a la hora de decidir la caída del técnico. Apenas unas horas después, en esa misma casa, el propietario, el presidente del club, José León, y otros directivos e integrantes del cuerpo técnico decidieron darle las riendas del equipo a Chaparro.

A lo largo de la semana, Manuel Ruiz de Lopera había protagonizado varios enfrentamientos con algunas de las plataformas de socios críticos con su gestión. El lunes, el ex presidente llegó a ofrecerles un plan a los peñistas para que le compraran su paquete de acciones del Betis, que supone alrededor del 55% de los títulos, por 60 millones de euros. Ruiz de Lopera llevaba calculado hasta lo que correspondería pagarle a cada socio. Esa misma noche, sin embargo, se desdijo de su intención de vender el club y, ante los micrófonos del programa El Larguero, de la Cadena Ser, dijo que regresaría a la presidencia del club el 1 de julio.

Hasta el ex presidente de la Junta de Andalucía y descendiente de uno de los fundadores del Betis, José Rodríguez de la Borbolla, llegó a ofrecerse para aglutinar personas y capital para convencer a Ruiz de Lopera -al que ha llegado a comparar con Calígula- de que abandone la entidad.

La necesidad de Ruiz de Lopera de encontrar un culpable -a lo largo de la semana pasada fue la persecución arbitral-, sumado a la goleada del sábado, han acabado con Fernández en la calle. El entrenador francés se hizo cargo del equipo el 7 de enero tras la dimisión de Javier Irureta y en sus comienzos llegó a ilusionar a los jugadores y aficionados sumando puntos en Liga con bastante regularidad, e incluso consiguió eliminar al Real Madrid de la Copa del Rey.

El presente, sin embargo, es bastante distinto. El equipo ha encadenado 12 partidos sin ganar y Fernández no ha sido capaz de despegar a los verdiblancos de la zona de descenso. Sus excentricidades, como inexplicables vacaciones que le permitían atender sus compromisos periodísticos en Francia o los ataques a la prensa por desvelar sus planes a los contrarios, fueron perdiendo gracia con el paso del tiempo. Y se volvieron insoportables para el propietario del club cuando una goleada le llevó las protestas de los aficionados hasta el portal de su casa.

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