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Reportaje:

El mejor golpe del voleibol español

La selección logra la Liga Europea, el mayor título de su historia, con un juego modernizado por el técnico italiano Anastasi

Él no estaba allí, pero se escuchaba todavía el himno español en el podio cuando el teléfono de los jugadores comenzó a sonar. Era Rafa Pascual, el mejor jugador de voleibol español de la historia, que insistía e insistía porque de alguna forma quería vivir también aquel momento. La selección española consiguió el pasado domingo el título más importante de su palmarés, la Liga Europea. Y, curiosamente, Pascual no formaba parte del equipo.

Fue un momento trascendental. La selección estuvo disputando en Portimao (Portugal) la final a cuatro de la Liga Europea y salvó todos los obstáculos hasta conseguir el domingo una luchada victoria por 3 sets a 2 sobre el equipo anfitrión, Portugal, en la final. Era la mejor victoria. Nunca se había logrado algo similar. A pesar de tener jugadores de nivel internacional, a España se le resistían los grandes títulos. Los referentes seguían estando anclados en el oro que se ganó en los Juegos del Mediterráneo de 1987 y en la plata que se logró en la misma competición, en Almería, en 2006.

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La vuelta de Rafa Pascual

"Fue algo muy importante para todos nosotros", confiesa Guillermo Falasca, de 29 años, considerado el mejor jugador del torneo y el máximo realizador. Él ayudó a cambiar la mentalidad del equipo. Ésta fue una de las bases que permitió a España conseguir un título que se le había negado hasta ahora. Pero este cambio mental fue una aportación del técnico italiano Andrea Anastasi, que había hecho ya campeón de la Liga Mundial a Italia en 1999 y 2000, antes de hacerse cargo de la selección española hace dos años. "Su aportación ha sido crucial porque ahora estamos practicando un voleibol más moderno: jugamos más rápido, bloqueamos con más agresividad, buscamos con insistencia el error del rival. Y hemos conseguido un bloque muy unido que se ayuda constantemente", resume Falasca. Anastasi, además, ha sabido combinar la experiencia de los veteranos con las incorporaciones de jóvenes como Israel Rodríguez, Subiela y García-Torres.

"Ya sabemos que la Liga Europea no es la Copa de Europa, la del Mundo o los Juegos Olímpicos [los tres campeonatos más importantes del calendario anual], pero es una competición oficial de muy buen nivel", comenta Falasca. "Obtuvimos algunas victorias de mérito como ante Alemania".

En la Liga Europea no estaban las potencias que disputan la Mundial: Rusia, Italia, Serbia, Francia y Polonia. Todas competirán en el Europeo de Rusia en septiembre, donde se adjudicarán dos plazas para el Mundial de Japón, en noviembre. De allí saldrán las primeras plazas olímpicas. "Nuestro objetivo es ganar y clasificarnos para los Juegos", confiesa Falasca. Entonces, es probable que Pascual haya vuelto al equipo.

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