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Platini, contra el poder político

El presidente de la UEFA recuerda a Zapatero que él no puede poner ni quitar sanciones y califica de "absurda" una idea de Sarkozy

Carlos Arribas

De futbolista, Michel Platini nunca cantaba el himno francés cuando antes de los partidos de la selección se interpretaban los himnos nacionales. "Me encanta La Marsellesa, pero es un canto guerrero, y el fútbol es un juego, no la guerra", dice el presidente de la UEFA en una entrevista en Le Monde en la que no duda de calificar de "absurda" la idea del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, de suspender inmediatamente todo partido en el que se silbe despectivamente el himno.

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"El que un jugador no cante su himno no significa que no ame a su país, pero hoy día, en unos tiempos hipermediáticos, si un jugador no cantara La Marsellesa sería inmediatamente estigmatizado como uno que no ama la patria francesa", resume Platini. "Hace 30 años, en todas partes silbaban a La Marsellesa, pero por entonces a los políticos no les interesaba el fútbol y aquello no chocaba a nadie. Hoy día los políticos consideran una obligación reaccionar a todo. La clase política ha tomado al fútbol como rehén".

Con la misma decisión y temeridad con la que asumió, en sus tiempos de 10 de Francia, el liderazgo del fútbol galo, Platini se ha lanzado en la última semana a un cuerpo a cuerpo con el poder político al que ninguno de sus antecesores, todos ellos, como él, fervientes defensores de la excepcionalidad cultural del fútbol, y de su derecho a estar por encima de los poderes políticos, había osado.

Pues no sólo fue Sarkozy y la clase política francesa, escandalizada por los silbidos con los que los espectadores de las cités, los gueto que encierran a los ciudadanos de origen magrebí, acogieron el himno francés en el Francia-Túnez del martes pasado, el blanco de los argumentos de Platini, sino también el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, por su intervención tras las críticas de la UEFA a la actuación de la policía española en el Atlético-Olympique de Marsella del 1 de octubre.

"El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, telefoneó a Michel Platini para pedirle, en nombre de Zapatero, que reconsiderara las sanciones al Atlético de Madrid", reza una nota hecha pública por la UEFA el jueves por la noche. Sigue la nota explicando que en la breve conversación, el presidente del organismo, Platini, le recordó dos cosas: que la carta personal se la había enviado Platini a Zapatero el día 6, es decir, una semana antes de la sanción, que aún no había tenido respuesta y que era para alertar al Presidente sobre la forma en que España manejaba los partidos de competición europea.

Y termina aclarando que la comisión disciplinaria es independiente y que, por lo tanto, él, Platini no podía intervenir en sus decisiones ni en primera ni en segunda instancia. "Y esto se lo dejamos bien claro a Moratinos en la citada conversación", dice.

Finalmente, la UEFA recuerda que el cierre del Calderón por dos partidos de Champions se había aplazado, pero no levantado, que el 31 de octubre el comité de apelación tomaría una decisión definitiva y que vigilarían muy de cerca lo que ocurra el miércoles próximo en el Atlético-Liverpool. "Seguimos con la política de tolerancia cero con la violencia y el racismo".

Michel Platini.
Michel Platini.AFP

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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