Sergio Ramos, baja por error

Sergio Ramos vio la primera eliminatoria directa de la temporada cómodamente sentado en la grada. El defensa madridista no estaba sancionado, ni lesionado, ni en remojo, como alguno de sus compañeros, a la espera de una reconciliación con el entrenador Manuel Pellegrini. Su presencia en el graderío, su desperdicio para la causa de la remontada, se debió a un error. Un despiste. La burocracia del Madrid no detectó que la tarjeta roja que le mostraron a Ramos en el último partido de Liga, en el Calderón, el sábado, no lo inhabilitaba para jugar contra el Alcorcón en la vuelta de la Copa, como adelantó la cadena SER. Dieron por hecho que estaba sancionado.

En el departamento jurídico madridista nadie cayó en la cuenta de que el lunes, por ser fiesta en la Comunidad, el Comité de Competición no se había reunido. Si este órgano federativo no celebra su junta semanal, la sanción no se da por notificada. Legalmente, no existe. Por lo tanto, Ramos podía jugar. Pero no jugó.

Competición no pudo reunirse el lunes porque en Madrid era festivo

"¡En el Madrid no se han enterado!", dijo un alto cargo de la federación, asombrado ayer por la noche, al comprobar que Ramos no estaba ni en el equipo titular ni en el banquillo.

La ausencia de uno de los jugadores más ardorosos, uno de los elementos con más carácter de la plantilla, en un partido que requería altas dosis de empuje, resultó extraña. Más raro debió parecerles a Lass, a Diarra, o a Kaká escuchar a los Ultras Sur, cabreados, cantar a pleno pulmón un estribillo de reclamo. "¡Once Juanitos! ¡Queremos once Juanitos!". Transcurrida la media hora de partido, y al ver que el Madrid no salía del puro academicismo, la multitud trinaba. Era un partido para juanitos. Pero la mayoría de los chicos que había en el campo sólo tenía una idea muy vaga de este concepto. Sergio Ramos es uno de los pocos en la plantilla que creció oyendo a su padre hablar de las hazañas de Juan Sánchez. Pero, lamentablemente para él, fue dado por sancionado.

La federación se defendió ayer, mediante declaraciones oficiosas de sus funcionarios, asegurando que el miércoles pasado el director general, Jorge Pérez, había enviado a todos los clubes de Primera, Segunda y Segunda B, una circular advirtiendo de que el Comité de Competición no se reuniría el lunes como de costumbre. En su lugar, avisaban que la reunión se trasladaría al miércoles, es decir, a hoy. En el Madrid, aparentemente, no recibieron la circular. "Sergio Ramos", aseguran en la federación; "deberá cumplir sanción en otro partido". En el Madrid dicen que, seguramente, Ramos cumplirá su castigo de verdad quedándose fuera de la convocatoria frente al Racing, en el Bernabéu, el próximo 22 de noviembre.

Pellegrini reconoció tras el partido que la ausencia de Sergio Ramos se debió a un error burocrático. El técnico chileno fue claro al respecto: "No lo convoqué", señaló; "porque debía cumplir un partido de suspensión por sanción. Esa es la información que tenía".

Además de Ramos, el Madrid descartó a otros jugadores para el partido. Resultó asombrosa la suplencia de Marcelo y Granero. El carioca descansó después de dos semanas agitadas. El madrileño ha pasado de ser el jugador número 12 a no jugar ni los minutos de la basura. Los casos opuestos son los de Van der Vaart y Gago. Han pasado de figurar en las listas de bajas a participar con asiduidad. Pellegrini sigue confiando en Gago. El Bernabéu no. Ayer, fue el jugador más pitado.