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Crónica:Natación
Crónica
Texto informativo con interpretación

Relevo de plata

Superadas solo por las rusas en los Campeonatos de Europa, Andrea Fuentes y sus compañeras de equipo garantizan que la sincronizada española se mantenga en la élite

Amaya Iríbar

Más de 10 años y un montón de quejas ante las juezas le costó a Anna Tarrés, la seleccionadora española de natación sincronizada, hacer a sus chicas un hueco en la élite mundial. Más de un decenio construyendo un equipo a la medida y al servicio, de su gran estrella, Gemma Mengual. Más de 30 medallas después, dos de ellas olímpicas, la catalana se ha tomado un respiro para ser madre y ha trasladado toda la presión a Andrea Fuentes, su pareja de baile en los últimos años. Ayer, la tarraconense se quitó esa presión de un golpe. O, mejor dicho, de dos: con la medalla de plata en el solo de los Campeonatos de Europa, repetida luego en la final por equipos. Solo las rusas, siempre las rusas, estuvieron por delante.

En vez de imitar a Gemma, Andrea busca un estilo propio, más atlético y menos teatral
Con vistas a Londres, lo importante ahora es foguearse y mantener los resultados
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La irrupción de Fuentes es una gran noticia para la sincro española porque garantiza su supervivencia en la primera línea mundial, algo enormemente difícil en un deporte tan subjetivo, en el que pesa en la mente de los jueces la calidad y dificultad de los ejercicios, por supuesto, pero también el nombre de quien los ejecuta, la bandera bajo la que nada. Ese nombre estaba en los últimos años ganado de antemano con Mengual. Fuentes ha empezado a construírselo en Budapest.

Y lo ha hecho de forma valiente. En vez de seguir la estela de su antecesora, de intentar imitar su singular forma de nadar, tan sentida, Fuentes ha decidido marcar distancias, buscar un estilo propio, más atlético, más fuerte, menos teatral que el de Mengual. El resultado son unos ejercicios que son todo potencia y energía, con un punto de agresividad bien entendida.

Para el solo, su puesta de largo internacional, el ejercicio que mide el carisma de una nadadora, Fuentes, medio francesa, eligió una música triste, el Non, je ne regrette rien, de Edith Piaf. En el equipo, totalmente renovado, con solo tres supervivientes de los Juegos de Pekín y en plena construcción para los de Londres, no era la hora de los experimentos. Así que utilizaron la misma rutina que les valió la plata en los Mundiales de Roma del año pasado, esa que habla de miedo y que, la verdad, acaba dándolo un poco. Las ocho nadadoras cumplieron, con Fuentes en el papel estelar, el de la acróbata que vuela en los movimientos más arriesgados.

"Andrea tiene una energía increíble y es como una esponja, todo lo absorbe", confesaba Tarrés en Barcelona antes de viajar a Hungría. La conoce muy bien. La descubrió con nueve años y la reclutó para el equipo en 1999. A los 27, ya no es ninguna novata. Empezó con su hermana Tina, ya retirada, y ha ido ascendiendo pasito a pasito hasta convertirse, casi por obligación, en la estrella del equipo. Y parece sentirse cómoda en ese papel. Ayer, tras nadar su segunda final del día, salió la última del agua, sonriente y sacando la lengua a las cámaras.

Así, sin complejos, la sincro española ha demostrado que el modelo funciona. Que sus piezas revolucionarias, llamativas, su gusto por sorprender, han acabado por convencer a las juezas. Y que ese equipo que forman Tarrés, Bet Fernández, la japonesa Mayu y Laura, y, en otro nivel, el compositor Salvador Niebla, es capaz de seguir dando medallas a base de mucho trabajo, hasta 10 horas diarias. "No sabemos hacerlo de otra manera", se reía en casa Tarrés. Pero también que ahora están un poco más atrás de las rusas. Aunque han mantenido la plata, la distancia es mayor que la vista en los Mundiales, cuando la seleccionadora se habría tomado los 9,6 puntos de ayer -hasta un 9,5 vio Andrea- como un insulto. Pero ahora el trabajo es otro: mantener los resultados mientras se foguea el equipo. Ayer se dio el primer paso y Mengual, que aún no quiere hablar de retirada, que piensa en Londres 2012, estaba allí, animando, como diciendo "ahí va el testigo, Andrea".

FINALES: Solo. 1. N. Ischenko (Rus.), 98,900 puntos. 2. A. Fuentes, 96,600. 3. L. Ananasova (Ucr.), 93,000. Equipos. 1. Rusia, 99,000 puntos. 2. España, 96,900. 3. Ucrania, 92,800. Finales de hoy (Teledeporte): Dúo (Andrea Fuentes y Ona Carbonell) (10.00). Combo (18.00).

Andrea Fuentes, durante la final de solo.
Andrea Fuentes, durante la final de solo.EFE

Domínguez pierde el bronce en la 'foto-finish'

AGENCIAS. La nadadora española Margarita Domínguez se quedó muy cerca de la medalla de bronce en los 25 kilómetros en aguas abiertas, en el lago Balatón, al ser cuarta en la llegada con el mismo tiempo que la italiana Marina Grimaldi. Los jueces de la prueba tuvieron que recurrir a la foto de llegada para determinar la tercera y decidieron que la mano de la transalpina estaba más adelantada que la de la española. La vencedora fue la ucraniana Olga Beresnyeva, con un tiempo de 5:48.10.2, y la medallista de plata la alemana Angela Maurer, con 5:48.10.3. Grimaldi y Domínguez pararon el crono en 5:48.30.8 en la última prueba de las pruebas de aguas abiertas de los Campeonatos Europeos de Budapest.

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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