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Reportaje:MUNDIAL DE F-1 | Gran Premio de Singapur

"Ya no pensamos en los rivales"

Alonso celebra que Ferrari puede centrarse ahora en su propio rendimiento, no en el de los demás equipos, y Domenicali dice que el punto de inflexión fue la carrera de Valencia

Todo el equipo Ferrari estaba ya reunido en el pit lane cuando Fernando Alonso y Felipe Massa se unieron para la celebración. Hubo un gran aplauso y una serie de vítores hacia el español, que acababa de ganar la cuarta carrera de la temporada. El equipo se sentía fuerte, unido en torno a la figura de un piloto que es doble campeón mundial y que ayer dio un paso de gigante para luchar por su tercera corona. "Estamos ahí, a poca diferencia, muy apretados. Seguimos siendo cinco aspirantes con las mismas posibilidades..., aunque Webber es el que más tiene", matizó Alonso.

A falta de cuatro carreras para la conclusión, Webber lidera el campeonato con 202 puntos y Alonso le persigue con 191. Entre el primero y el quinto hay ahora 25. Todo está mucho más apretado. Y Ferrari tiene ahora una enorme confianza en su coche y en el potencial del equipo. Desde Alemania, la dinámica es diferente y se sienten más fuertes. "En realidad", explicó ayer Stefano Domenicali, director de la Scuderia, "cuando comencé a vislumbrar que las cosas iban a cambiar fue en la carrera de Valencia. Allí me di cuenta de que habíamos acertado en las evoluciones y que podíamos alcanzar a nuestros rivales. Hemos trabajado todo el año en el desarrollo del coche, pero por una u otra razón las cosas no funcionaron como esperábamos. Hasta que en Valencia noté un cambio".

"Los circuitos que quedan no son los más exigentes. No decidirán los motores"
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El coche funcionaba. Pero Alonso acabó octavo en Valencia por el problema que tuvo con el coche de seguridad ?se interpuso entre Hamilton y él?, y en Gran Bretaña ni puntuó tras ser sancionado por adelantar a Kubica subiéndose a una chicane. Había esperanza, pero no resultados. Hasta que en Alemania todo cuadró. A partir de ahí, Alonso se convirtió en un ciclón, catapultado por el buen comportamiento de su coche. Un segundo puesto en Hungría, accidente en Bélgica y dos victorias consecutivas en Italia y Singapur. "Sabíamos que era la carrera más dura de la temporada, con dos horas de duración, humedad y sin un respiro", comentó Alonso, "pero era importante porque necesitábamos confirmar que el F10 era capaz de seguir ganando en circuitos tan distintos como el de Monza y el de Marina Bay. Ahora sabemos que, no importa dónde corramos, seremos competitivos en los cuatro trazados que quedan".

Lo que no puede intuir Ferrari es qué serán capaces de hacer sus rivales para recuperar la hegemonía que habían mostrado hasta ahora. Red Bull ha logrado la pole position en 12 de las 15 carreras que se llevan disputadas. Y Newey, el ingeniero mágico, no va a quedarse con los brazos cruzados teniendo a dos pilotos luchando por el título y uno de ellos líder. McLaren, tampoco. "Lo único que puedo decir es que el equipo ha realizado un trabajo extraordinario hasta llegar aquí y vamos a seguir dando el 100% hasta Abu Dabi", afirmó Domenicali. "No podemos dormirnos. Necesitamos seguir exigiéndonos, pero concentrados en nosotros mismos. No debemos pensar ya en lo que hacen nuestros rivales", agregó Alonso; "ahora sabemos que tenemos algo que decir en todos los circuitos".

De los que quedan, los de Japón y Brasil son los más duros en la exigencia del motor. Y es precisamente este aspecto el que más preocupación crea en Ferrari: el español ha roto dos y solo cuenta con seis usados, alguno ya con tres carreras a cuestas. "No hay razón para pensar tanto en eso", comentó ayer un ingeniero del entorno de Alonso; "Fernando corrió en Singapur con un motor que llevaba ya dos carreras. ¿Cuál es la diferencia entre uno nuevo y otro que lleva una carrera? ¿Dos caballos? No mucho más. No creo que el Mundial se pierda por culpa de los motores porque los que quedan no son los circuitos más exigentes en aceleración". En los trazados en que se precisa más fuerza aerodinámica, como Corea del Sur y Abu Dabi, la ventaja teórica es para Red Bull mientras que McLaren supera a Ferrari en velocidad punta.

"Hay carreras en las que ellos son favoritos. Pero ninguna en la que puedan darnos miedo", dice Alonso; "la cuestión es no cometer errores. El título va bailando en cada carrera porque todos hemos fallado o tenido problemas en alguna ocasión. Hamilton no puntuó en Hungría, en Monza y aquí; Button, Vettel y yo, en Bélgica. Webber quizás es más regular. Pero también puede fallar. Lo importante es poder concluir en el podio en las cuatro carreras que quedan. Y, si es posible, ganar alguna más".

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