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Reportaje:LIGA DE CAMPEONES | Ida de los octavos de final

El alumno examina al profesor

Wenger, que ayudó a Guardiola en sus inicios, asume que el Barça es "el mejor"

Hace unos años, cuando Pep Guardiola, deseoso de ser entrenador, buscaba referentes y fue a Londres, Arsène Wenger ya había cambiado para siempre el estilo del Arsenal, había ganado Ligas y había jugado la final de la Copa de Europa. Wenger ya era un grande; Guardiola, un don nadie de los banquillos. A diferencia de otros técnicos, el francés no tuvo problema en atender su llamada y aclararle algunas dudas, en darle una clase magistral y gratuita: por algo le llaman el profesor. Hoy vuelven a verse las caras por segundo curso consecutivo y Wenger asume que contra el Barça el Arsenal debe pasar la reválida: "Es el examen más difícil que podemos tener. Ciertamente, es el mejor equipo del mundo".

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"Tenemos una buena oportunidad de resarcirnos de aquella eliminación. Mentalmente, somos diferentes, más fuertes, y siempre estamos concentrados. La actitud es mejor. No he visto muchos equipos con esta concentración para tratar de mejorar", asegura Wenger. Hace un año, en media hora magistral, el Barça les borró. "Entonces fuimos espectadores durante 30 minutos", admite. Y avisa: "Hemos progresado. Somos más fuertes de lo que la gente preveía y tenemos la voluntad de demostrarlo. Queremos probar lo buenos que somos, nuestra calidad en el movimiento del balón".

El plan del maestro se parece al del alumno. "Los dos equipos queremos dominar el juego y somos más fuertes atacando que defendiéndonos. Va a ser una eliminatoria muy dura. Si el Arsenal te domina, te avasalla con ocasiones de gol. Juega bien. Sabe pasar, combinar, regatear, moverse. Fuerza el uno contra uno. Tiene mucha calidad, control y pase", elogia Guardiola al cuadro de Wenger. Y da recetas para combatirlo: "Tenemos que ser muy egoístas con la pelota sabiendo que no podemos venir a Londres y que no pasen del medio campo. Atacan y se defienden con el balón. Únicamente hay que ver los goles que han marcado".

Wenger dice que será un partido "excitante", de fútbol "atractivo", una pelea deportiva por tener la posesión, por pasar el balón. "Si hacemos esto, tenemos oportunidades", proclama. No dispone de Diabi, lesionado, pero podrá contar con Rosicky y, seguramente, con Nasri. Buena ayuda. El camino no pasa por renunciar a la pelota. Ha visto dos veces las semifinales entre el Barça y el Inter y lo tiene claro. "Hablan del gran trabajo del Inter, pero tuvo mucha suerte. El Barça debió ir en autobús a Milán. ¡Yo no puedo ir ni a Londres en autobús! El Barça tuvo muchas ocasiones y muy mala suerte. Es el mejor equipo". Otra cosa es que le tema. "¿Miedo al Barça o a Messi? ¡No!", exclama.

Guardiola teme a su propio equipo, que se entrenará hoy por la mañana en el campo del Queens Park Rangers: "El partido de ida de los octavos siempre ha sido complicado para nosotros. Es cuando estamos peor. Nos costaron mucho las dos primeras partes en Stuttgart y Lyon y el Arsenal es mejor", asegura el técnico, preocupado por el cansancio del viaje, y que cierra con sinceridad: "Siendo nosotros, teniendo el balón, jugando al ataque, tenemos posibilidades. Si nos eliminan porque nos meten una zurra, nos iremos a casa".

Wenger y Guardiola, en las sesiones preparatorias de ayer.
Wenger y Guardiola, en las sesiones preparatorias de ayer.REUTERS / AFP

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