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Reportaje:TENIS | Abierto de Australia

Federer contra el tiempo

El suizo busca a los 30 años el récord de triunfos en el Grand Slam y sumar 1.000 partidos

Hay genios para los que no existen límites. El suizo Roger Federer se halla ante el abismo. En la tercera ronda del Abierto de Australia y frente a Ivo Karlovic, tiene un punto de set en contra en el desempate de la primera manga. El croata asalta la red con sus 2,08 metros. Federer, de 30 años, no tiembla. Gana al gigante con un globo. De ahí al final, el número tres del tenis mundial acelera por una autopista (7-6, 7-5 y 6-3) que le deja en los octavos de final oteando tres objetivos: sumar 1.000 partidos, lo que logrará si llega a las semifinales; batir el récord de triunfos en los torneos del Grand Slam (233, del estadounidense Jimmy Connors), para lo que necesitará alzar el trofeo, y unir su nombre a la exigua lista de siete que los ganaron con 30 o más años. Hace frío y Federer calienta motores.

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Bajo una lona azul celeste, un pasillo recuerda con fotos a los últimos campeones en Melbourne. Inmortalizado con su pañuelo pirata está el estadounidense Andre Agassi, el último treinteañero vencedor (2003) de un grande. Solo Federer puede heredar su reino. Su grácil estilo le ha protegido de lesiones graves y ni siquiera se ha retirado de un encuentro. Ahora se cumplen dos años desde que levantó su última copa (Australia 2010). Llega tras retirarse, sin jugar, de las semifinales de Doha con la espalda dolorida. Lucha contra el tiempo para aumentar su botín de 16 coronas grandes.

"Me siento bien", asegura Federer; "los 1.000 partidos no son un número cualquiera. No sé si podré jugar otros 1.000". "Los entrenamientos no se me hacen más difíciles ahora que tengo 30 años. Siento que estoy listo. Tengo la actitud mental correcta y, físicamente, me siento en forma porque la preparación ha sido muy buena", se despide tras un duelo en el que ni un gesto dejó traslucir las tensiones vividas.

"Con los años aprendes a ser más estable", reflexiona Feliciano López, que se deshizo (6-3, 6-7, 6-4, 6-7 y 6-1) del estadounidense John Isner. "Frente a las decepciones, eres más capaz de mantenerte en el partido", sigue el toledano, que se enfrentará a Rafael Nadal (6-2, 6-4 y 6-2 al eslovaco Lukas Lacko), lo que garantiza que un español compita en los cuartos; "el tenis desgasta y quema mucho, pero los 30 años son una gran edad si tu cuerpo sigue bien, como en mi caso y el de Federer". Otro argumento sobre su longevidad. "Por su talento, se ahorra carreras", resume Nicolás Almagro, que ganó (7-6, 6-2 y 6-4) al suizo Stanislas Wawrinka.

Campeón de la Copa de Maestros en 2011, Federer se enfrenta en Melbourne a todos los elementos que deshilachan su juego: el viento, que suspira malos consejos; el calor de la mañana, que le cocina las piernas, y el frío de la noche, que muerde su espalda. Hay un contrario que tiene aún más peligro: el tiempo y su implacable dictadura.

Tercera ronda: Hombres: J. M. del Potro (Arg.)-Y. H. Lu (Tai.): 6-2, 6-3 y 6-0. Mujeres: K. Clijsters (Bél.)-D. Hantuchova (Esl.): 6-3 y 6-2. Hoy: J. I. Chela (Arg.)-D. Ferrer. N. Djokovic (Ser.)-N. Mahut (Fra.).

Roger Federer, durante su duelo con el croata Ivo Karlovic.
Roger Federer, durante su duelo con el croata Ivo Karlovic.CAMERON SPENCER (GETTY)

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