Por Manuel Ibáñez
El nadador de Baltimore ha ganado 14 medallas olímpicas de oro en su carrera, algo que hasta el momento no ha conseguido ningún deportista olímpico. Este récord lo logró en los Juegos de Atenas 2004 y Pekín 2008. En la capital griega el estadounidense subió a lo más alto del podio un total de seis veces, consagrándose como un nadador de elite. Pero fue en China donde el campeón se convirtió en leyenda al colgarse el oro en las ocho pruebas de natación que disputó.
Johnny Weissmuller nació en Rumania pero emigró joven a Estados Unidos, donde demostró su afición por la natación entrenando en el Lago Míchigan. En 1922 comenzó a hacer historia al romper el récord mundial de Duke Kahanamoku en 100 metros libres con una marca de 58,6 segundos, lo que le convirtió en el primer nadador que bajó del minuto. En los Juegos Olímpicos de Paris de 1924 logró el oro en la misma modalidad y también en los 400 metros estilo libre y en relevos 4 x 200 metros estilo libre. En los Juegos de Ámsterdam de 1928 consiguió otros dos oros más. Durante su carrera Weissmuller estableció 67 récords mundiales y nunca fue vencido. La fama del nadador continuó al alza después de retirarse del mundo del deporte ya que se consagró en el cine dando vida a Tarzán.
Este nadador estadounidense se convirtió en leyenda en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972. Spitz estableció un nuevo récord mundial en cada prueba que disputó, lo que le convirtió en el primer atleta de la historia de los Juegos Olímpicos en lograr dicha hazaña en una única edición —Michael Phelps le superó en los Juegos de Pekín de 2008—. Pese al éxito que logró, el nadador se retiró del mundo de la competición a la temprana edad de 22 años.
Este nadador estadounidense participó en tres Juegos Olímpicos, en los que logró 11 medallas, ocho de ellas de oro. Su primer triunfo lo logró en su propio país, durante los Juegos de Los Ángeles de 1984. Biondi consiguió su primer oro en la modalidad de relevos. Pero sin duda, el gran momento del nadador llegó durante los Juegos de Seúl en 1988. El estadounidense logró subir cinco veces a lo más alto del podio en las modalidades 50 y 100 metros libres y relevos 4x100 libres, 4x100 estilos y 4x200 estilos. A partir de ese momento Biondi se relajó y le costó lograr la clasificación para Barcelona 92. Sin embargo el nadador logró hacerse con dos oros en las pruebas de relevos.
Dawn Fraser se convirtió en la primera mujer en nadar los 100 metros libres en menos de un minuto y consiguió cuatro medallas olímpicas entre 1956 y 1964. Sus primeros Juegos fueron los del Melbourne, donde la nadadora logró dos oros en 100 metros libres y relevos 4x100. Sus siguientes Juegos fueron los de de Roma de 1960, donde logró el oro en 100 metros libres. Pero fue en Tokio 1964 donde, además de lograr el oro en la misma modalidad que en Roma, realizó un tiempo de 59,9 segundos en ese estilo, por lo que estableció una nueva marca histórica en la natación femenina. En la capital japonesa protagonizó algunos de sus episodios más pintorescos, como ser detenida por la policía tras escaparse de la concentración; por eso Fraser también es conocida por haber sido una de las atletas más rebeldes en la competición de élite.
Es la deportista de Estados Unidos que más medallas olímpicas ha ganado en la historia, con un total de 12 entre 1992 y 2004 —ocho de ellas de oro—. En 1992, pocos meses antes de los Juegos de Barcelona, consiguió batir en Indianápolis el récord mundial de los 100 metros libres, que estaba en poder de Kristin Otto, con una marca de 54.48 segundos. En Sidney 2.000 batió los dos récords mundiales en los 4x100 libres y los 4x100 estilos. Thompson es un caso atípico dentro de la natación femenina, ya que no es habitual que una nadadora participe en cuatro Juegos Olímpicos.
Kristin Otto está considerada como una de las mejores nadadoras de todos los tiempos. La nadadora de la República Democrática Alemana comenzó su carrera a los 16 años consiguiendo tres oros en los Campeonatos del Mundo de Guayaquil de 1982. Su gran momento llegó durante los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988, donde se hizo con seis medallas de oro. Se retiró dos años después, en los Campeonatos de Europa de Bonn de 1989 como comenzó, ganando (logró dos oros). Convertida en leyenda, su marcha de la natación acabó con la hegemonía de las nadadoras de Alemania del Este.