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Diseñar el mundo desde Buenos Aires

Un día en la empresa informática Globant, una de las principales en la industria argentina

Trabajadores de Globant, algunos sentados en pelotas ergonómicas.
Trabajadores de Globant, algunos sentados en pelotas ergonómicas.Ricardo Ceppi

Argentina es líder en venta de servicios informáticos en Latinoamérica. Buenos Aires ofrece a las compañías una alta densidad de estudiantes y graduados en informática y afines. Ahí nació Etermax, la creadora de las aplicaciones de videojuegos Apalabrados y Preguntados. Globant es otra de las principales empresas del sector con 31 oficinas repartidas por nueve países, con 4.500 empleados de una media de 32 años, y que cotiza en Wall Street. EL PAÍS pasa un día con sus trabajadores:

9.00. Comienza el día. Los ascensores, decorados con fotos de empleados con pelucas verdes, jugando al ajedrez o tocando la guitarra eléctrica, abren sus puertas. Comienzan a llegar los globers a la oficina que tiene la empresa en el centro de Buenos Aires.

10.00. Ya están casi todos. La mayor parte de las sillas verdes de la oficina están ocupadas. En una isla de ordenadores faltan todos: están en EE UU, donde se localiza el 90% de los clientes de Globant, como Google, LinkedIn, Coca-Cola, National Geographic, BBVA, los videojuegos de la FIFA y American Express. Enraizada en la tradición de las agencias publicitarias de Argentina, Globant les crea una aplicación, un portal de Internet u otro servicio tecnológico para mejorar la “experiencia del consumidor”.

Google, Apple, Philips, BBVA y los videojuegos de la FIFA son algunos de sus clientes

10.30. Scrum meeting. En una de las salas con pizarras para rotuladores empieza la scrum meeting (reunión del día) para preparar la videoconferencia diaria que siete globers, cinco varones y dos mujeres, en zapatillas, vaqueros, camiseta o camisa, mantienen con un cliente en EE UU, una de las 60 empresas más grandes del mundo, que prefiere no ser citada. Dos de los siete son graduados en sistemas y diseño gráfico. El resto estudia informática o abandonó por la fuerte demanda del sector. El de más trayectoria en Globant lleva cinco años en esta compañía fundada hace 12. Beben mate y diálogan con palabras técnicas hasta las 10.47.

10.55. Taller de trabajo. En un laboratorio trabajan un ingeniero electrónico, otro en informática y un programador. Elaboran prototipos de wearables (accesorios de ropa con acceso a la Red) e Internet de las cosas (objetos cotidianos conectados). “Integramos prototipos con soluciones de marketing y si prospera, mandamos a producirlos en escala”, cuenta el jefe tecnológico de Globant, Pablo Vittori. A un lado están las lámparas Philips para las que crearon una aplicacion que les cambia el color y el brillo, y las enciende o apaga según determinados tuits. También desarrollan soluciones para wearables de Microsoft o el Apple Watch. Al mediodía algunos comen en los chill out, donde pueden jugar al futbolín, al ping-pong o la Play Station. “Somos más de ir a la silla de masaje”, añade Alejandro, uno de los 200 inscritos para el ski week (la semana de esquí), que en realidad es un fin de semana y un día adicional, en la provincia argentina de Mendoza que Globant organiza.

14.30 Vuelta al trabajo. Otra scrum meeting. Ésta para crear una aplicación de uso interno que quizás después pueda ofrecerse a los clientes, según reconoce Virginia González, biotecnóloga y directora de Globant Labs que dirige la reunión. Está acompañada de un diseñador y conectada por ordenador con tres globers de otras sedes de Buenos Aires y Bahía Blanca (573 kilómetros al sur de la capital). Dialogan sobre las funciones y la estética de una plataforma que permitirá a los empleados ofrecer a sus compañeros que están de viaje alojamiento. Tras media hora de debate, Virginia decide: “Va a quedar así, sin duda… Las empresas deben adaptarse a los empleados millennials [nacidos entre los 80 y los 90]“.

15.13. Design thinking meeting. Cinco globers se encierran en una sala para una design thinking meeting (reunión de diseño). Durará más de una hora. Van a un probar un método para crear ideas. De paso lo aplicarán a un cliente norteamericano de consumo masivo. Es una de las 40 empresas más grandes del mundo y su agencia de publicidad buscó en Globant un socio que aportara conocimiento tecnológico a la promoción de los productos.

16.17. Evaluación. Una empleada, sentada en una pelota roja de pilates frente a un equipo, utiliza la aplicación interna Star me up (nombre similar a la canción Start me up, de los Rolling Stones), en la que cualquier glober puede valorar el trabajo de otro.

16.30. Inteligencia artificial y big data. En otro piso reina el murmullo. Algunos se encargan del big data (sistemas que manipulan grandes cantidades de datos), que analiza desde cómo valorar la relevancia de un correo electrónico según el emisor, los destinatarios en copia oculta, la intervención de algún jefe o palabras clave, hasta la probabilidad de abondo de los alumnos de aprendizaje electrónico de un instituto de EE UU. Otros trabajan la informática cognitiva, es decir, elaboran productos y servicios con inteligencia artificial, con máquinas que aprenden, y preparan un acuerdo con un instituto de neurociencias de Buenos Aires.

18.00. Fin de la jornada. Los globers empiezan a abandonar la oficina. A las siete ya casi no queda ninguno. Algunos días, los hay que montan, sin embargo, allí mismo el after office (la diversión de después del trabajo).

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