_
_
_
_
_
TOUR 2006 | Decimoséptima etapa

Pereiro: "Landis tiene el Tour en sus manos"

La crono del sábado, sobre 57 kilómetros, decidirá la ronda gala

El estadounidense Floyd Landis ha firmado una gesta a la antigua usanza al imponerse en solitario en la decimoséptima etapa del Tour, la última en los Alpes, entre Saint Jean de Maurienne y Morzine, de 200 kilómetros, en la que saltó de la undécima plaza a la tercera de la general a sólo 30 segundos de Óscar Pereiro, que conservó el maillot amarillo con apuros. Pereiro asegura que Landis, tercero a medio minuto, "tiene el Tour en sus manos" a falta de la decisiva contrarreloj del sábado. "Landis lanzó un ataque muy rápido, iba muy deprisa, por lo que pedí la colaboración de Sastre. Al iniciar el Joux Plane decidí no rodar a bloque con los demás y subir tranquilo. Después fui a más. Ha sido el maillot amarillo lo que me empujó", decía el gallego.

Consulte todas las clasificaciones del TOUR 2006
Clasificación

De la monumental pájara en La Toussuire a una exhibición antológica en tan sólo 24 horas. Landis ha pasado del negro al blanco en una jornada inolvidable que le coloca en inmejorables condiciones para suceder a Armstrong siempre y cuando cumpla con los pronósticos en la contrarreloj del sábado que decidirá el podio final.

Landis, de 30 años, ex alumno aventajado del gran Lance, anunció que no estaba muerto, que atacaría y que quería ganar una etapa. Dicho y hecho. Con 5 puertos por delante decidió asaltar la carrera "a lo Bernard Hinault" y tras 140 kilómetros de inmensa y pletórica galopada por delante de los favoritos, se presentó en Morzine eufórico con un tiempo de 5h 23m 36s. Carlos Sastre (CSC), otra vez brillante, le siguió a 5m 42s y el francés Moreau pasó a 5m 58s.

El batacazo de Pereiro (Illes Balears) ascendió a 7m 08s, el mismo que se llevó el alemán Kloden (T-Mobile), desfondados después de una eterna persecución. Cadel Evans se dejó 7m 20s y Menchov 7m 24s. Otra revolución en la general en un Tour loco en el que la lógica hace mucho que dejó su sitio al disloque más absoluto. La carrera llegará con toda su emoción hasta el último asalto.

Pesadilla

El sueño de Pereiro se convirtió en una pequeña pesadilla. Tenía el Tour cerca, pero no contaba con la carta que tenía Landis guardada en la manga. Conservó el amarillo con solo 12 segundos sobre Sastre, metido en la pelea, y 30 sobre Landis, que pasó de estar a 8m 08s a "empatar" prácticamente con el líder. Kloden se alejó a 2m 29s. Evans a 3m 08s y Menchov a 4m 14s.

No esperó mucho Landis para dar su maravilloso golpe de temperamento. En el ascenso al primer puerto, al Col des Saisies, de primera categoría, arrancó soltando un órdago fuerte y claro en la carretera que despedía fuego. Pero se armó de valor y mucha agua y salió dispuesto a comerse el mundo.

Entre ducha y ducha, -se echó decenas de litros por encima con los bidones-, abrió espacio de manera fulgurante y fue alcanzando a los componentes de la fuga que iba en vanguardia. En la cima de Saisies ya tenía 3m 25s sobre Pereiro, cuyo equipo, sobre todo Zandio y Arroyo, se esmeraba en reducir una desventaja ya preocupante. Algo fallaba y allí no tiraba nadie más.

Maillot de ida y vuelta

En el Col de Aravis, de segunda, Landis había aumentado la renta a 4m 30s y en el descenso agarró a los aventureros que abrían la otra carrera. En el Col de La Colombiere, primera, el americano se quedó con Sinkewitz en cabeza y en la cima ya era líder virtual, ya que contaba con 8m 34s. El descenso lo realizó sin cadena, a saco, sin reservas.

Con la llave del Tour en el bolsillo reaccionó, por fin, el CSC, que veía como las opciones de Sastre podían volar. El T-Mobile también acabó la siesta e incluso tuvo el detalle de dar algún relevo. La etapa ya era una contrarreloj para el americano de Lancaster y una prueba de persecución para el resto.

A pie del Joux Plane, de categoría especial, Landis se quitó del "parásito" Sinkewitz y se dispuso a arreglar el Tour. Levitó por las duras rampas del 8,5 por ciento de media, confiado, enrabietado, sabedor de que el puerto que hizo flaquear a Armstrong en 2000 le podía encumbrar a el.

Por decidir

Sin mirar, con sus duchas, hizo cumbre y lanzó un grito de rabia contenida. Acababa de resucitar después del calvario de La Toussuire. No quería homenajes rápidos, pidió calma para esperar resultados. Cuando vio llegar a Sastre, y luego a Pereiro, se dio cuenta de que se había escrito una página de oro en el Tour de la anarquía. El día que abrió su palmarés en la grande boucle.

El Tour sale de los Alpes camino de París con un recorrido de 197 kilómetros entre Morzine y Macon que componen la decimoctava etapa, penúltima opción para los esprinters y cazadores de etapa. Los favoritos pensarán en la contrarreloj del sábado, los que tienen cuentas pendientes, a luchar.

Óscar Pereiro ha logrado mantener el jersey oro un día más.
Óscar Pereiro ha logrado mantener el jersey oro un día más.REUTERS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_