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JUEGOS OLÍMPICOS DE INVIERNO

Queralt Castellet entra en la lucha por las medallas

La española, finalista directa del Half-pipe del snowboard tras lograr la tercera mejor nota en una magistral primera manga

Queralt Castellet se metió directamente en la final del Half-pipe del snowboard tras confirmar en una primera manga espléndida su calidad en la élite. Aunque falló en el segundo ejercicio, no importó al contarse sólo las mejores notas en esta modalidad. Los 44,3 puntos del primero la colocaron en tercer lugar de las seis mejores participantes que no necesitan pasar la barrera de las semifinales. A éstas acceden las 12 siguientes, de las que seis llegan también a la final.

La joven y pequeña española de 20 años, 1,56 metros y 52 kilos es ya una de las 12 que disputarán el oro en otras dos mangas. Sólo la australiana Torah Bright, mormona australiana que vive en Utah, quinta en los Juegos de Turín 2006, y una de la grandes favoritas, sacó mejor puntuación en el segundo ejercicio, con 45,8 puntos. Superó, incluso, los 45,4 que había conseguido en la primera manga la estadounidense Kelly Clark, oro en Salt Lake City 2002 y que acaba de ganar los X Games, los grandes Mundiales de los deportes extremos. Directamente también pasaron las otras dos estadounidenses, Hannah Tetter, la campeona olímpica en Turín y Gretchen Bleiler, plata, lo que valora aún más a la española. También la china Sun Zhifeng.

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Castellet, una niña de 16 años en 2006, ya apuntaba maneras. Compitió muy dignamente, y aunque acabó en un puesto medio, 26º, fue sorprendente para una debutante. De hecho había conseguido antes ser magnífica novena y 14ª, en pruebas de la Copa del Mundo.

La progresión de la gimnasta reconvertida al snowboard no había hecho más que empezar. Fue sexta el año pasado en el Mundial de Ganwon (Corea del Sur) y se ha ganado la admiración del circuito por su desparpajo y resultados. Pasó las Navidades por primera vez fuera de casa porque desde finales de noviermbre se ha estado entrenando en Estados Unidos al máximo nivel. Los resultados están a la vista.

Castellet dejó nuevamente boquiabiertos ayer a los especialistas con su manga inicial. Clavó los cuatro saltos tras las rotaciones y giros ,y así pudo mantener la velocidad suficiente en las transiciones para elevarse por encima de los bordes de 6,50 metros que tiene el medio tubo sobre el que se desarrolla la competición. La pista tiene 16 metros de largo por 20 de ancho. En su segunda manga, puntuada ya sólo con 19,9, no aterrizó bien en el segundo salto, lo que la frenó e impidió coger altura para los siguientes. En el último, incluso cayó ligeramente de lado. Pero ya tenía el billete para la final. También Clark se cayó. Bright se mostró la más firme en los dos saltos, pues ya con el primero de 41,3 puntos se hubiera metido en la final. Pero Teter y Bleiler también superaron los 40 puntos.

Padial, última

Hubo una gran cara española, pero también la cruz. Victoria Padial ya puede decir que ha sido olímpica. Pero última. No es el primer caso en la historia invernal española. Tras ser ya penúltima en la primera prueba del biatlón, combinación de esquí de fondo y tiro, fue aún peor en la siguiente. La bosnia Tanja Karisik, a la única que había superado en los 7,5 kilómetros, se retiró nada más fallar en los 15 cuatro de los cinco primeros disparos. Victoria erró ocho en los 20 totales, en las cuatro tandas, dos en posición tumbada y dos de pie. El primer día sólo había fallado dos y quedó a cinco minutos de la ganadora, la eslovaca Anastazia Kuzmina. Esta vez, cedió casi 16 a la noruega Tora Berger.

La mayoría de los 18 participantes españoles en los Juegos de Vancouver , no es el caso de Queralt Castellet, por ejemplo, lo pueden hacer al haber aceptado la Federación de Deportes de Invierno incluirlos en el cupo de invitados de las respectivas federaciones internacionales. Lo mismo que ocurre con representantes de países exóticos, sin categoría. Y al ser una lotería que no se conoce hasta última hora, el deportista, ya con el nivel mínimo, sin haber mejorado en otras competiciones de nivel menor antes de los Juegos, va todavía más prendido con alfileres. Con más ilusión que realidades. El resultado parece obvio.

Victoria tiene 21 años, es granadina y tras ser una promesa del esquí de fondo se pasó al biatlón, donde comenzó en 2007. Aún júnior, debutó en el Mundial absoluto de Pyoenchang (Core del Sur) y fue 107ª en los 7,5 kilómetros y 99ª en los 15. Sólo ha mejorado el puesto en Vancouver porque en los Juegos hubo menos participantes.

En el Half-Pipe masculino de ayer, Ruber Verges tampoco brilló. Fue 31º de los 39 participantes.

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