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Zambia toca el cielo de África

El equipo verde gana su primera corona tras derrotar a Costa de Marfil en los penaltis

Una emocionante y larga tanda de 18 penaltis decidió la 28ª edición de la Copa de África como colofón a una final llena de emoción, aunque escasa de fútbol, y en la que el entusiasmo de Zambia pudo casi siempre con la mayor calidad de Costa de Marfil, gran favorita. Drogba, el emblema marfileño había fallado antes un penalti en el minuto 70. Zambia tuvo el triunfo en las botas de Kalaba, que no aprovechó el error de Kolo Touré en la tanda, pero el posterior fallo de Gervinho permitió a Zunsu lograr para su equipo la primera Copa de África de su historia. La generación de oro del fútbol costamarfileño, encabezada por jugadores como Drogba, Kolo Touré y Yaya Touré, volvió a perder la final del torneo, tal y como ocurriera en 2006, cuando Costa de Marfil cayó también en los penaltis ante Egipto. Zambia, un equipo desconocido, dio la gran campanada al imponerse al gran favorito y homenajea así al equipo de su país que pereció en accidente aéreo en 1993, precisamente en Gabón.

COSTA DE MARFIL, 0 - ZAMBIA, 0

COSTA DE MARFIL: Boubacar Barry; Siaka Tiene, Kolo Toure, Souleyman Bamba, Jean-Jacques Gosso Gosso; Didier Zokora (Didier Ya Konan, min. 75) , Cheik Tiote, Yaya Touré (Wilfried Bony, min 87), Gervinho; Salomon Kalou (Max Alain Gradel, min. 63) y Didier Drogba.

ZAMBIA: Kennedy Mweene; Joseph Musonda (Nyambe Mulenga, min. 12; Felix Katongo, min 74), Stoppila Sunzu, Hichani Himoonde, Davies Nkausu; Nathan Sinkala, Chisamba Lungu, Isaac Chansa, Chris Katongo; Rainford Kalaba y Emmanuel Mayuka.

-TANDA DE PENALTIS. 1-0, Tiote. 1-1, Katongo. 2-1, Bony. 2-2, Mayuka. 3-2, Bamba. 3-3, Chansa. 4-3, Gradel. 4-4, Katongo. 5-4, Drogba. 5-5, Mweene. 6-5, Tiene. 6-6, Sinkala. 7-6, Didier Ya. 7-7, Lungu.

7-8, Sunzu.

-ÁRBITRO: Badara Diatta (Sen). Amonestó con tarjeta amarilla a Tiote (min. 63) y Bamba (min. 66), por parte de Costa de Marfil, y a Mulenga (min. 70), por Zambia. -

-ESTADIO: Angondjé.

La lluvia caía a conciencia sobre el seco césped del estadio D'Agondjé, de Libreville, capital de Gabón, donde Costa de Marfil buscaba un título que se le resiste desde hace 20 años. Demasiado confiados en su superioridad, los jugadores de Costa de Marfil no entraron en la final afilados. El primer susto llegó pronto, a los dos minutos, cuando en un despiste defensivo a la salida de un saque de esquina Sinkala se encontró con un balón suelto dentro del área. El seco disparo del centrocampista de Zambia lo detuvo de forma segura Copa. El susto no despertó a Costa de Marfil, partido en dos y superado por el entusiasmo de Zambia. A la clara ocasión de Sinkala le siguió a los 13 minutos otro remate peligroso de Mayuka, delantero rápido, fogoso, buena pareja de Katongo, el otro punta de Zambia, un cojunto mejor trabajado que Costa de Marfil.

Zambia sorprendió por su valentía y agresividad ante un rival algo tosco, expectante y que decidió fiarlo todo a alguna genialidad de sus excelentes individualidades. Así llegó la mejor ocasión de Costa de Marfil, cuando un taconazo de Drogba habilitó a Yaya Touré. El jugador del City lanzó fuera con todo a favor para marcar. La jugada, estupenda, fue el único atisbo de la presunta superioridad naranja.

Lejos de achicarse, Zambia decidió desprenderse de todos sus complejos en la segunda mitad. Tomó el mando del partido, metió a Costa de Marfil en su campo y a su inmenso despliegue físico añadió una alta velocidad en sus acciones. Cada uno contra uno tenía un vencedor claro, un hombre de verde, mientras que Costa de Marfil era incapaz de darle al partido el ritmo que le convenía, con Droga y Gervinho convertidos en dos islotes en ataque. Lento y previsible, el juego de Costa de Marfil acabó por desesperar a sus propios jugadores. Quizás por eso Drogba no aprovechó un claro penalti de Chansa a su compañero Gervinho. Su golpeo de interior fue a las nubes. Desolado, Drogba le echó la culpa al terreno de juego. Ya había fallado otro penalti en el torneo, ante Guinea Ecuatorial.

La prórroga solo vivió un sobresalto, un disparo de Katongo al palo. Era el momento de los penaltis. Tras una sucesión de fallos, Zambia tocó el cielo de África.

Los jugadores de Zambia celebran el triunfo
Los jugadores de Zambia celebran el triunfoFRANCK FIFE (AFP)

La maldición de Drogba

L'Equipe, la "biblia" del deporte francés, no pone paños calientes a la nueva frustración de Drogba y la selección de Costa de Marfil. "Drogba está de verdad maldito", dice en su portada, sobre una foto del delantero del Chelsea arrodillado sobre el césped del estadio de Libreville. Se atreve incluso con una profecía: "Sin duda, el capitán marfileño no será nunca campeón de África". El caso de Drogba comienza a adquirir tintes esotéricos: si en 2006 marró un penalti en la tanda de penaltis que decantó el título para Egipto, ayer lo hizo en el minuto 70. Lo tiró a las nubes y luego -entre incrédulo y desconsolado- señaló repetidamente a la tierra que había levantado del césped del estadio gabonés, echándole la culpa de su desgracia.

Aunque luego anotó su lanzamiento de la tanda, no fue suficiente para borrar de su cara la expresión de aturdimiento. Contempló los lanzamientos de sus compañeros de rodillas, invocando a Dios o a la suerte. Arengó a Gervinho, atenazado, con cara de espanto ante la responsabilidad de situar a Costa de Marfil donde todos dicen que debe estar. Vio a Sunzu dirigirse al punto de penalti sin abandonar sus plegarias ni cuando tomaba carrerilla. Y cuando las invocaciones zambianas fueron atendidas y el defensa anotó el octavo lanzamiento, se levantó con la mirada perdida, vagó por el campo como presa de un mal hechizo y no dijo nada. Había vuelto a caer. Otra vez.

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