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La tecnología, 126 años después

La ‘International Board’, guardián de las reglas del fútbol, admite los avances técnicos por primera vez.- Dos empresas aspiran a determinar si el balón traspasa la línea de gol

El portero de Alemania, Manuel Neuer, ve cómo el balón bota dentro de la porteria tras un tiro de Lampard.
El portero de Alemania, Manuel Neuer, ve cómo el balón bota dentro de la porteria tras un tiro de Lampard.REUTERS

Por primera vez en 126 años, desde su fundación en 1886, la International Board (IB), guardián de las reglas del fútbol, admitió ayer, en su reunión en Surrey (Inglaterra), que la tecnología entre en el fútbol. En concreto, dos empresas desarrollarán hasta junio sus sistemas para decidir si la pelota traspasa o no la línea de gol. De ocho candidatas, dos compañías pasaron una primera fase y ahora deberán superar la segunda demostrando la fiabilidad en todo tipo de campos y de condiciones meteorológicas. Se trata de Hawk Eye (Ojo de Halcón), especializada en tenis y críquet, que establece un reconocimiento por medio de cámaras ubicadas en distintas partes del estadio; y el Goal Ref (árbitro del gol), basada en un campo magnético en los postes que avisa cuando el balón traspasa la cal de la portería. La información debe llegar inmediatamente a un reloj especial del árbitro a fin de evitar parar el juego como sucede en el rugby.

Ambas empresas aspiran al aprobado definitivo el 2 de junio en Kiev (Ucrania), después de la Eurocopa. La consigna de la FIFA es que el sistema no sea demasiado caro, con el objeto de aplicarlo en el mayor número posible de competiciones. Los británicos siguen en la cocina del juego. La IB está compuesta por las asociaciones de fútbol de Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y Gales —un voto cada una—, más la incorporación de la FIFA en 1913, con otros cuatro votos. Cada propuesta necesita seis de los ocho votos para salir adelante.

Ayer también se dio esperanzas al uso de pañuelos, el hiyab, en la cabeza por parte de las futbolistas islámicas “a falta de una revisión de las condiciones de salud y seguridad”. Se pospuso, sin embargo, la posible derogación de la regla del triple castigo: sancionar con penalti, expulsión y suspensión por un partido la falta dentro del área del último defensor. Tampoco convencen los dos árbitros de detrás de la portería, que tendrán en la Eurocopa de Polonia y Ucrania una última oportunidad para demostrar su utilidad. Hasta ahora, se inhiben en las decisiones importantes.

Durante más de un siglo, los espectadores y los árbitros compartieron parecida visión de las jugadas, con la diferencia de que los jueces estaban más cerca y más preparados. Entonces llegó la televisión y lo cambió todo, si bien ha sido en los últimos 20 años cuando se ha abierto un abismo entre la perspectiva de los árbitros y la de los espectadores de televisión.

El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, fue reticente a la aplicación de la tecnología hasta el 27 de junio de 2010, en el Mundial de Suráfrica: Inglaterra iba perdiendo 2-1 en los octavos de final contra Alemania cuando, en el minuto 38, el tiro de Lampard golpeó en el larguero de Neuer, botó un palmo dentro de la portería y salió. El gol no fue concedido y Blatter pidió disculpas a la federación inglesa. Históricamente, ha habido casos similares: desde el polémico tanto validado al inglés Geoff Hurst a Alemania en la final del Mundial del 66, que ni siquiera hoy se puede asegurar si fue gol; el disparo de Míchel a Brasil en México 86, no reconocido pese a botar dentro; e igualmente escandaloso el remate de Muntari, del Milan, al Juventus, en un duelo reciente.

Blatter, reticente a los avances, le arrebató al cuarto árbitro el monitor de televisión tras la Copa Confederaciones de 2009

Sin embargo, este tipo de errores, pese a ser inolvidables, son poco frecuentes. Unas horas después del gol fantasma de Lampard, en Johannesburgo Messi pasó a Tévez y este marcó a México en fuera de juego dando ventaja a Argentina. Con el nuevo sistema, Inglaterra habría obtenido justicia; México, no. Abierta la espita de la tecnología, el debate es por qué no se aplica también a otras jugadas controvertidas igual de importantes y más frecuentes: el fuera de juego o a la línea del área para marcar los penaltis. “Porque en esos casos ya entrarían opiniones distintas sobre la misma jugada y no serían fiables al ciento por ciento”, responden en la FIFA.

Blatter ya le arrebató al cuarto árbitro el monitor de televisión tras la Copa Confederaciones de 2009. El 15 de julio, en el partido entre Brasil y Egipto, con un 3-3 en el minuto 90, un ataque de la canarinha fue cortado por Elmohamady y el árbitro Howard Webb señaló córner. Pero mientras el jugador egipcio yacía en el suelo, atendido de un golpe, la decisión fue cambiada a penalti por haber usado las manos. Kaká marcó y Elmohamady fue expulsado. Los egipcios se quejaron de que Webb cambiara de opinión a instancias del cuarto árbitro, tras ver las imágenes en un televisor. A partir de la introducción de la tecnología en la línea de gol, el hambre de exactitud, sentencia el periodista inglés Patrick Barclay, nunca va a ser satisfecha.

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