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“Lady Shaq” pide más protagonismo

Isabelle Yacoubou, jugadora del Ros Casares, cambió Benín y el lanzamiento de peso por Francia y el baloncesto

Isabelle Yacoubou celebra una canasta
Isabelle Yacoubou celebra una canastaFIBA EUROPE

“Mi trabajo será encontrar mi sitio en este equipo”. Con este deseo aterrizó el pasado verano Isabelle Yacoubou en el Ros Casares. No le faltaba razón. Meses después la jugadora, medalla de bronce en el pasado Eurobasket femenino con la selección francesa, intenta buscarse ese hueco en un equipo lleno de estrellas entre las que se encuentra Maya Moore - rookie del Año en la WNBA, Lauren Jackson –dos anillos WNBA o la internacional española Sancho Lyttle.

Apartada tres semanas por una lesión que prefiere no desvelar, la corpulenta francesa de 1, 90 centímetros, apodada Lady Shaq en referencia al mítico jugador de la NBA, Shaquille 0’Neal, ha llegado al club valenciano tras jugar en la Liga francesa e italiana y cambiar el atletismo por el baloncesto. Por el camino también pasó de representar a Benín, uno de los países de África occidental más olvidados y castigados por la pobreza, a nacionalizarse y jugar con la camiseta de las bleues.

La jugadora nació hace 25 años en la república africana. Con 15 años publicaba un anuncio en internet: “Soy Isabelle Yacoubou, mido 1,90 y practico el atletismo y el baloncesto. Soy de Benín, recordwoman en todas las categorías en triple salto y lanzamiento de peso. También la mejor jugadora de baloncesto en la categoría junior y busco una escuela de baloncesto para desarrollar todo mi talento en ese deporte. Podéis contactar conmigo a través de mi tío…”. Con 17 años, Yacoubou lanzaba el peso hasta los 15,04 metros y representaba a su país en los campeonatos internacionales aunque su pasión era el baloncesto. Una grabación de un partido que jugaba son su club llegó a la comunidad beninesa de la localidad francesa de Tarbes que se movió para que los dirigentes del club lo viesen. La jugadora salió de Benín y en menos de tres años se nacionalizó francesa. Tras pasar por el Tarbes y el italiano Famila Schio, con los que ganó la Liga, llegó a Valencia en agosto. 

Estos días, en Estambul, jugó su mejor encuentro en la Euroliga ante el Wisla Can-Pack polaco en el que anotó 20 puntos. Estuvo en la cancha 24 minutos mientras que en los dos anteriores disputó únicamente siete y cinco minutos y consiguió cuatro y tres puntos respectivamente. La falta de minutos hace mella en la pívot francesa que ayer señalaba resignada que esperaba contar con la confianza del entrenador vasco Íñiguez. “Si me da minutos espero aprovecharlos, estoy muy fuerte, aunque si me quedo mucho tiempo en el banquillo estaré animando a las jugadoras”. La jugadora señala que la llegada de su pareja a Turquía le ha ayudado bastante, también los ánimos de su madre por teléfono desde Benín. Aunque donde quiere luchar contra el desaliento es esta tarde con minutos en el campo de juego.

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