_
_
_
_
_
fútbol

Suspendido el Cartagena-Celta

Una moneda impacta sobre un asistente y el árbitro decide parar el partido

No hubo discusiones sobre penaltis que se dejaran de señalar, fueras de juego en discusión o polémicas sobre decisiones del trío arbitral. Sin mayores crispaciones hubo aficionados del Cartagena que convirtieron a los asistentes de Pino Zamorano en dianas. Acertaron con uno de los asistentes y el árbitro decretó el final del partido con media hora por jugar. “No había sangre, ni herida ni nada”, valoró tras el partido el delegado del Cartagena, Pedro Arango, que pidió al colegiado que reflexionase. “¿Qué quieres que nos maten”?, le replicó Pino. El Cartagena-Celta, con empate a uno, queda ahora en manos del Comité de Competición. El último precedente similar en el Granada-Mallorca de esta temporada se sustanció con la reanudación del partido a puerta cerrada.

Pino Zamorano ya había advertido al delegado de campo en una oportunidad durante la primera parte. Entonces, cayó al césped alguna botella de plástico y el árbitro no ahorró aspavientos para que se comunicara su inquietud por megafonía: si seguían los lanzamientos tomaría el camino de los vestuarios. Para entonces el Celta dominaba el marcado tras gol tempranero de Mario Bermejo, pero el Cartagena controlaba el partido, colista de la categoría, aunque superior a un equipo que lucha por ascender a Primera. Tras el descanso esa sensación se agudizó porque empató Toni Moral tras ejecutar un libre directo magistral y el Celta empezó a pasarlo mal, pero lo que se trabajó el Cartagena sobre el césped lo frustró un loco desde la grada. Arrojó una moneda sobre un asistente, que se dolió un parietal y Pino Zamorano fue inflexible. Suspendió el partido y se fue a la caseta. Tras él se fueron los jugadores del Celta. Los del Cartagena, espoleados por su entrenador Carlos Ríos se fueron hacia el centro del campo. Allí blandieron la misma pancarta que habían lucido antes del partido. “Con vosotros hasta el final”. El reconocimiento médico dejó claro que el asistente agredido tenía un traumatismo parietal de grado 1 en la parte derecha de su cabeza.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_