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Juntas en la victoria y la enfermedad

Venus Williams convaleciente de un síndrome autoinmune, y su hermana Serena, que sufrió una embolia pulmonar, buscan su primer gran título desde 2010

Juan José Mateo
Venus Williams, durante un entrenamiento en Madrid.
Venus Williams, durante un entrenamiento en Madrid. JAVIER LIZÓN (EFE)

“¿Es esta mi pista de entrenamientos en Madrid? ¿O es aquella pista de entrenamientos de mi niñez en Compton?” Cuando Serena Williams ve por primera vez la reja metálica que encierra su pista de prácticas en la capital, recuerda aquellos primeros días de tenis compartidos en Los Ángeles con su hermana Venus, cuando, según la leyenda, silbaban las balas mientras se entrenaban las dos futuras número uno. Eso fue hace más de 15 años. Ahora, en Madrid, Venus arrancó su tercer torneo de 2012 (6-1, 4-6 y 7-6 a la rumana Halep), séptimo desde enero de 2011, tras sufrir una enfermedad autoinmune que le causa fatiga extrema. A la espera de Serena, que padeció una embolia pulmonar que le hizo temer por su vida el año pasado, una cosa es segura: los años de dominio absoluto de las hermanas Williams, dos ex número uno mundiales de las que se puede esperar todo siempre, han pasado a mejor vida.

“Han jugado con fuego”, argumenta Gonzalo López, el entrenador de Anabel Medina, que inició con victoria su asociación con Arantxa Parra, con la que espera representar a España en el dobles de los Juegos de Londres 2012. “Con 26-27 años jugaban 12 torneos al año y estaban entre las tres o cuatro mejores del mundo: estaban en plena juventud, rebosantes de fuerza, y con eso les sobraba”, continúa. “Hoy, con su edad (31 Venus; 30 Serena), no pueden hacer eso: juegan poco, y con 12 torneos no alcanza para estar arriba cuando puntúan los 16 mejores resultados y tienes alguna derrota inesperada. A base de parar tanto, han perdido potencia. Además, el nivel medio del circuito ha subido, y les pasan cosas muy raras”.

Resultados

Mujeres. Primera ronda. S. Espinosa-T. Paszek (Aust.), 6-7, 6-2 y 6-2. S. Cirstea (Ru.)-M. Bartoli (Fr.), 6-7, 6-4 y 6-3. S. Stosur (Aust.)-P. Martic (Cr.). S. Halep (Ru.)-V. Williams (EEUU). N. Li (Ch.)-G. Muguruza.

Venus es la número 70 del mundo. Serena, finalista del Abierto de Estados Unidos 2011 y coronada en Charleston hace unas semanas, la número nueve. Tras una larga lista de esas cosas raras (Serena se cortó un pie con una copa de cristal rota, fue baja durante meses, se dolió luego de una rodilla y más tarde sufrió una embolia; Venus apareció y desapareció del circuito, extremadamente fatigada, y se dedicó al diseño hasta que le detectaron síndrome de Sjögren) las hermanas Williams buscan en Madrid su primer gran título en años. El torneo de la capital es un Premier Mandatory, la categoría de torneos más importante tras las coronas del Grand Slam… y las hermanas Williams, que suman 20 grandes entre las dos, no se imponen en una cita que pertenezca a alguno de los dos primeros escalones desde 2010 (Serena, en Wimbledon).

Así arranca el cuadro femenino de Madrid, a la espera de que el masculino lo haga el domingo: con las hermanas Williams entre algodones pero optando a todo siempre y con los curiosos siguiendo el entrenamiento de Garbiñe Muguruza, la nueva promesa española, que en horario nocturno, el reservado para las mejores, afrontó un durísimo debut. Casi a media noche, la vasca se inclinó 2-6 y 4-6 ante la china Na Li, la octava mejor jugadora del mundo.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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