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“Me marcho agradecido y satisfecho”

Unai Emery se despide del Valencia con orgullo por el trabajo hecho y un discurso humilde

Unai Emery y Manuel Llorente conversan durante un acto promocional.
Unai Emery y Manuel Llorente conversan durante un acto promocional. MANUEL BRUQUE (EFE)

Con la complacencia del deber cumplido, tras consolidar al Valencia en la Liga de Campeones en las últimas tres temporadas, salvando de paso al club ché de la ruina económica, Unai Emery, con los ojos llorosos, oficializó su despedida del club en el que ha ejercido en los últimos cuatro cursos con alabanzas y ningún reproche. “He estado más tiempo del que esperaba”, se sinceró el técnico del Hondarribia que en su paso por el Valencia siempre ha mantenido un discurso moderado y humilde. “Me marcho rebosante de ilusión, de agradecimiento y de satisfacción. Me voy como un valencianista más”.

Me marcho rebosante de ilusión, de agradecimiento y de satisfacción"

Mestalla es históricamente una plaza crítica para con sus entrenadores, siempre cuestionados. A pesar de que ha cumplido con creces el cometido fundamental por el cual se le contrató, estar presente en la Champions año tras año, a pesar de haber visto reducido temporada tras otra el potencial del equipo con las ventas de Albiol, Villa, Silva o Mata, el mensaje de Emery no caló en los aficionados blanquinegros que consideran que el tercer puesto en la Liga es el mínimo que se le debe exigir a un equipo con un presupuesto entorno a los 100 millones de euros. En la temporada que concluye este fin de semana, Málaga o Atlético de Madrid, han manejado más caja y, sin embargo, no les ha alcanzado para destronar de su posición al Valencia.

Regular en la competición de la Liga, al Valencia con Emery en la dirección, le han faltado victorias épicas ante el Madrid o Barça, o alcanzar un título para satisfacer el ego de un club y una afición ambiciosa. Las semifinales de la Copa del Rey y de la Liga Europa en el actual ejercicio han sido el tope alcanzado por el Valencia en los cuatro años de Emery. “Cada día de mi trayectoria aquí ha sido un éxito, pero a este éxito le ha faltado la guinda, un título”, reconoce el preparador guipuzcoano que emprenderá un nuevo periplo en el Spartak de Moscú en el cual ejercerá las dos próximas temporadas. El pasado sábado, en el último partido en Mestalla, Emery vivió una despedida descafeinada con alguna pancarta de apoyo y ningún homenaje.

Cada día de mi trayectoria aquí ha sido un éxito, pero a este éxito le ha faltado la guinda"

Emery se mostró elegante en su adiós, reiterando su agradecimiento a todos los estamentos del club y los aficionados, con mención especial al presidente que con cierta emoción le impuso la insignia de oro y brillantes del Valencia. “He aprendido mucho de Manuel Llorente. Sé que a Manolo algo de mí le ha calado”, redundó Emery en su atento adiós, quien no dudó en bendecir a su sustituto, Mauricio Pellegrino, que ya sabe lo que Mestalla espera de él y del próximo Valencia.

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