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El Zaragoza culmina la epopeya

El conjunto de Jiménez logra la salvación ante un Getafe (0-2) que sufrió tres expulsiones

Los jugadores del Zaragoza celebran la permanencia.Vídeo: Alberto Martín
Javier Lafuente

Sí se pudo. El Zaragoza, el equipo que en la 25ª jornada divisaba desde el fondo de la tabla la permanencia, a 12 puntos; el conjunto que ha dormido 27 semanas en puestos de descenso, el mismo que ha logrado 24 de los últimos 33 puntos en juego, sobre el que han llovido multitud de insinuaciones en el tramo final de la temporada, culminó ayer, en el minuto 56, con un gol de penalti, la epopeya de mantenerse en la categoría. El tanto de Apoño desató la locura en la pequeña Romareda en que se convirtió el Coliséum. Las 10.000 gargantas que habían viajado a Getafe contemplaban extasiadas cómo su equipo se salvaba por segundo año seguido en la última jornada.

GETAFE, 0 - ZARAGOZA, 2

Getafe: Moyá; Arroyo (P. Ríos, m. 72), Torres, Rafa, Valera; Casquero (Güiza, m. 77), Lacén, Pedro León, Sarabia, Barrada; y Miku. No utilizados: Codina; Á. Pérez; R. Pérez, Hugo y Arizmendi.

Zaragoza: Roberto; Álvarez, Da Silva, Paredes, Abraham; Zuculini (Luis García, m. 46), Micael, Edu Oriol (Dujmovic, m. 64), Apoño, Lafita; y Postiga. No utilizados: L. Franco; Pintér, Obradovic, Ortí y Barrera.

Goles: 0-1. M. 56. Apoño, de penalti. 0-2. M. 91. Postiga.

Árbitro: Texeira Vitines. Expulsó por doble tarjeta amarilla a Sarabia (m. 25) y Torres (m. 56) y por roja directa a Dujmovic (m. 82) y Miku (m. 85).

16.000 espectadores en el Coliséum, 10.000 de ellos seguidores del Zaragoza.

Tomó la iniciativa del encuentro el cuadro de Luis García, que planteó un partido bronco, demasiado duro teniendo en cuenta lo que se jugaba, es decir, nada. Una tesis que se sostuvo hasta que Texeira Vitines expulsó a Sarabia, por protestar, primero, y por burlarse acto seguido del colegiado aplaudiendo la primera cartulina. Puede ser discutible si el colegiado desenfundó demasiado rápido la tarjeta amarilla, pero la actuación de Sarabia sentenció al equipo madrileño, que ya fue a rebufo durante todo el partido. Entonado el cuadro aragonés, que había salido al césped sorprendentemente pausado, fue sometiendo al Getafe, que solo respiraba por el pulmón de Lacen y por algún gesto de Pedro León, recuperado para el último suspiro del campeonato. Pero no era más que un brindis al sol. Paulatinamente, como una gota malaya, impulsado por el tesón de Apoño, el Zaragoza encerró al Getafe en su área. Siempre buscando los bordes del terreno, haciendo énfasis en el derecho, donde Pablo Álvarez y Edu Oriol no encontraron oposición, los de Manolo Jiménez fueron ganando posiciones.

El técnico andaluz echó el resto a la vuelta de los vestuarios con la salida de Luis García y la avalancha fue letal. En esas llegó la jugada determinante del partido. Hélder Postiga se fajó con la defensa azulona en el área y sacó un centro que golpeó en la mano de Torres, que vio la segunda cartulina amarilla. Si la gloria fue la semana anterior para Lafita, en esta fue para Apoño, el otro titán del conjunto blanquillo en el tramo final, que engañó a Moyá con la sangre fría que le ha caracterizado en los lanzamientos desde los 11 metros.

A partir de entonces, el protagonista del encuentro fue el árbitro, que expulsó también a Dujmovic y Miku. Con dos más el cuadro maño, Postiga puso la guinda a la fiesta en el último suspiro con un delicioso balón desde fuera del área que se coló en la portería de Moyá.

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Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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