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Printezis revienta al CSKA

El Olympiacos protagoniza una sorprendente remontada y se corona por segunda vez

Robert Álvarez
Los jugadores del Olympiacos celebran el título.
Los jugadores del Olympiacos celebran el título.BULENT KILIC (AFP)

El Olympiacos sacudió el estatus del baloncesto europeo, se comió en los últimos 12 minutos al poderosísimo CSKA de Moscú cuando parecía ya el campeón in pectore y, de paso, hizo historia con una remontada sensacional de 19 puntos en ese trecho. La canasta, casi sobre la bocina, de Printezis volvió del revés una final que parecía dinamitada muchos minutos antes por Teodosic y Kirilenko.

El equipo ruso cantaba ya victoria. Todo el mundo creía que el partido estaba visto para sentencia. Pero los jugadores del Olympiacos, habrá que sospechar que abducidos por su entrenador, el serbio Dusan Ivkovic, se pusieron a trabajar a fondo. Parecía una utopía, una actitud de vergüenza torera, que les honraba, sin duda, pero que muy pocos imaginaron que pudiera pasar de eso. Quedar bien, entregar la cuchara con orgullo y volver a Grecia con la conciencia tranquila por el deber cumplido.

CSKA MOSCÚ, 61 OLYMPIACOS, 62

CSKA Moscú: Teodosic (15), Siskauskas (8), Kirilenko (12), Khryapa (3) y Krstic (11) -cinco inicial-; Kaun (2), Shved (3), Gordon (2), Voronov (-), Vorontsevich (-) y Lavrinovic (5).

Olympiacos: Spanoulis (15), Mantzaris (3), Keselj (3), Dorsey (-) y Antic (7) -cinco inicial-; Papanikolau (18), Hines (-), Printezis (12), Sloukas (4), Law (-) y Papadopoulos (-).

Árbitros: Lamonia (Italia), Martín Bertrán (España) y Sahin (Turquía). Eliminado Khryapa (m. 36).

1º Cuarto: 10-7; 2º Cuarto: 24-13; 3º Cuarto: 19-20; 4º Cuarto: 8-22

Sinan Erzem Arena: 15.262 espectadores.

Nada de eso. Su resistencia, su presión por toda la cancha, para lo que prescindieron durante un buen rato de su mejor jugador, Spanoulis, acabó haciendo mella en el CSKA.

Los 19 puntos de ventaja que puso Shved en el marcador tras culminar un contraataque parecían certificar la superioridad de un equipo de ensueño, el CSKA. El 53-34 lo suavizaron Sloukas, Printezis y Mantzaris para llegar al último cuarto con 53-40. El cuadro moscovita todavía se atenía a Teodosic y su reacción después de un primer cuarto desesperante, de ataques infructuosos, erráticos ante la preponderancia física y táctica de las defensas, estaba empezando a adquirir ventaja (16-11). Pero quedaba un mundo, demasiado para pensar que el primer triple de Teodosic se interpretara como un punto de inflexión. Pero metió otro y otro. Tres en un minuto y siete segundos. Y después lo adornó con una estupenda asistencia para que Lavrinovic pusiera 13 puntos de por medio (27-14). Y luego Kirilenko siguió haciendo de las suyas y Shved también.

Por todo lo que había ocurrido, los del CSKA no creyeron que la reacción del Olympiacos fuera a más. Pero la inercia propulsada por Papanikolau, un estupendo ala-pívot de solo 22 años; Printezis, el exjugador del Unicaja, y por supuesto Spanoulis y toda la escuadra griega acabaron provocando el espectacular vuelco, el 8-22 en el último cuarto, el pavor en el ataque del CSKA y la última acción. Fueron dos fallos en dos tiros libres de Siskaukas a falta de nueve segundos, el supersónico ataque de Spanoulis, el pase al interior de la zona y el tiro de Printezis. Histórico.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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