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Koné, hombre de palabra

El marfileño firma con el Levante con una cláusula de 10 millones tras marcar 17 goles y no tener que volver al Sevilla

Koné disputa un balón con Amorebieta esta temporada.
Koné disputa un balón con Amorebieta esta temporada.alfredo aldai (EFE)

Dos promesa hizo Arouna Kone (Anyama, Costa de Marfil, 1983) cuando el Levante lo acogió cedido al principio de la temporada recién terminada. La primera, marcar tantos goles como fuera posible sin alcanzar los 18 que le hubieran obligado a regresar al Sevilla según figuraba en una cláusula del contrato con el club sevillista. Se quedó en 17 tantos, 15 en Liga y dos en Copa y le sobraron tres jornadas. Y la segunda, firmar un contrato con el Levante para agradecerle la oportunidad de volver a sentirse futbolista después de cuatro temporadas de frustración en el Sevilla, donde solo anotó un gol. Koné ha cumplido las dos promesas, si bien podía haber quedado libre y multiplicar sus ganancias en cualquier club interesado en ficharlo.

El Levante, ahora, da por supuesto que lo traspasará este verano a aquel que más se acerque a los 10 millones de euros de su nueva cláusula de rescisión. Repetiría así la jugada del curso anterior, cuando se desprendió de su máximo goleador, el ecuatoriano Felipe Caicedo, al venderlo al Lokomotiv por 7,5 millones. Una operación que, con un presupuesto de 20 millones, le resuelve las cuentas.

La decisión era arriesgada. Después de llegar a 17 tantos, tras marcarle al Granada en el Ciutat de València y enseñar una camiseta con el nombre de sus cinco hijos, Koné ya no quiso jugar más alegando una supuesta lesión avalada por un médico particular residente en París. El presidente granota, Quico Catalán, consintió la fuga pendiente de ese acuerdo con el jugador que se ha confirmado ahora. El entrenador, Juan Ignacio Martínez (JIM), se opuso, convencido de que la participación del marfileño en el tramo final era fundamental para atrapar un puesto en Europa. Al final, tras ganarle al Athletic por 3-0 en la última jornada, el Levante se ha clasificado por primera vez en 103 años de historia para una competición internacional, la Liga Europa. Quedará la duda de si, con Koné, habría podido entrar en la Champions. De los tres últimos encuentros, solo ganó uno, el último. El conflicto abrió una brecha entre JIM y Catalán. “Ni mi mujer entiende por qué no juega Koné”, declaró JIM, “aunque soy solo un empleado”, matizó. Y las relaciones con la directiva se congelaron, si bien el entrenador alicantino, en principio, seguirá una temporada más en el banquillo granota según constaba en su contrato tras haber asegurado la permanencia del equipo. A pesar de que JIM no lo entendiera, Koné es un hombre de palabra.

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