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España pierde el punto final

El ataque español se queda huérfano sin Villa, el goleador con mejores números en las grandes citas

Villa remata a puerta en un entrenamiento con la selección española.
Villa remata a puerta en un entrenamiento con la selección española.AFP

Nada hay más fiable para calibrar la importancia de un delantero que el gol. Y Villa sabe mucho de la suerte capital del fútbol, hasta el punto de que su papel en los éxitos de la selección española se entiende mejor a partir de varios datos: el asturiano es, con 51 goles, el mayor artillero del combinado nacional; con 0,62 tantos por encuentro, el que tiene mejor promedio desde Di Stéfano; con ocho goles, el jugador español que más tantos ha anotado en la historia de los Mundiales; y con cuatro anotaciones, el único ganador español de la Bota de oro de la Eurocopa junto a Chus Pereda, que hizo dos goles en 1964. Todo eso es Villa, que ayer le dijo a Del Bosque que, aunque se ha machacado para recuperarse de la fractura de tibia que sufrió en diciembre en Yokohama disputando el Mundial de clubes, la pierna izquierda aún no está lista para el jugar al fútbol, y que no estará en la Eurocopa de Ucrania y Polonia porque no puede. Con su baja, España se queda sin el punto final, el gol.

Villa ha sido el mejor artillero de España en las tres últimas grandes citas internacionales

El papel de Villa (Tuilla, Asturias, 1981) en la selección lo resumió su amigo Juan Mata sin citar un solo dato, un día antes de que se confirmara que el delantero no estará en la cita de este verano. “Si hay un futbolista al que la selección debería esperar, ese es Villa”, dijo Mata, amigo y excompañero en el Valencia. Lo decía invocando implícitamente el peso del delantero azulgrana en los éxitos de la selección, de la que había sido su mejor artillero en el Mundial de 2006 (tres tantos), en la Eurocopa de 2008 (cuatro goles) y en el Mundial de 2010 (cinco goles). Por eso se aguardaba la recuperación del asturiano y se cruzaban los dedos por que llegara a coger el tren. No solo los amigos, sino también el seleccionador, que no ha anulado un billete que tenía nombre hasta el pasado mes de diciembre. “Villa es la eficacia ante el gol, y no lo descarto hasta el 27 de mayo”, soltó la semana pasada.

Villa celebra un gol ante la República Checa, en un partido de la fase de clasificación para la Eurocopa
Villa celebra un gol ante la República Checa, en un partido de la fase de clasificación para la EurocopaAlejandro Ruesga

Pero Villa ha avisado de que no estará en la Eurocopa, y alguien tendrá que marcar sus goles y embocar sus remates. El papel de finalizador ha estado asignado durante los últimos seis años al asturiano, un goleador atípico porque ha firmado números incontestables jugando de 11 más que de 9. Con Fernando Torres como socio preferente, Villa ha marcado más que nadie no solo en los grandes torneos, sino también en las fases de clasificación y en la Copa Confederaciones de 2009. Antes de llegar a Sudáfrica, Villa hizo siete goles, cuatro más que Mata, Silva y Piqué. En la fase de clasificación de la Eurocopa fue el jugador de campo más utilizado por Del Bosque y marcó seis tantos, tres más que Llorente. Y en la cita de la Copa Confederaciones empató con Torres, con tres tantos cada uno. El Guaje es también quien más remató a puerta: 12 veces en la Eurocopa 2008, 11 en la Copa Federaciones de 2009 y 14 en el Mundial 2010.

Villa es un depredador del área. Donde para muchos se hace de noche, él encuentra la luz” Manu Sarabia, exdelantero del Athletic y de la selección española

Superado el debate que incomodó su presencia en el equipo nacional por una supuesta incompatibilidad, futbolística o de caracteres, con Raúl, por su lado han desfilado también Güiza, Llorente, y, más recientemente, Negredo y Soldado, que ahora parecen disputarse un lugar entre los 23 elegidos. Con todos ellos ha jugado El Guaje, de 11 pero también de 9, solo o acompañado, con extremos o con un batallón de interiores, ausente solamente en la final de la Eurocopa de 2008 por una inoportuna lesión y decisivo con sendos goles ante Portugal y Paraguay en octavos y cuartos de final del pasado Mundial. La papeleta de Del Bosque pasa ahora por reconfigurar la delantera, en la que Villa, rematador con ambas piernas, hacía de dos en uno, de abrelatas y de socio en sincronía con los centrocampistas, especialmente con Xavi e Iniesta, compañeros en el Barça. “Villa es un depredador del área, un excelente rematador. Donde para muchos se hace de noche, él encuentra la luz”, lo definió Sarabia. “Me paso el partido pensando en el gol, busco el camino rápido. Lo importante es la velocidad de ejecución, de reacción, de atención, de saber definir. La mayor parte de un goleador es instinto”, contó de sí mismo a este periódico en una entrevista durante el Mundial de Sudáfrica. Más por instinto que por potencia, Villa ha seguido al gol desde el Sporting al Zaragoza, desde Valencia a Barcelona y con el gol se ha presentado Villa cada vez que ha sido llamado por la selección desde su debut, ante San Marino, en 2005.

Los datos dibujan un delantero voraz, de gatillo fácil, una suerte necesaria en equipos como el Barcelona o la selección española, tan delicados y exquisitos que a veces se les ha achacado el exceso de retórica y la falta de concreción. Villa ha recogido los frutos del árbol que zarandean los centrocampistas. Resulta que El Guaje no estará en la Eurocopa y la selección necesita ahora un nuevo punto final.

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