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Navas sigue con su duende

Del Bosque utiliza al delantero andaluz como revulsivo para desatascar el juego Sus compañeros destacan que su fútbol alegre y dinámico contagia al resto del equipo

Gniewino (Polonia) -
Navas, antes de salir ante Croacia.
Navas, antes de salir ante Croacia.alejandro ruesga

Todos los jugadores saben qué hicieron el día después de que España perdiera en Durban contra Suiza, en el estreno del Mundial 2010. Jesús Navas vio a un preso en un hospital, caminando con grilletes. Tres semanas más tarde, era campeón del mundo. A los 22 años renunció a ir a la Eurocopa de Austria y Suiza; a los 26 Vicente del Bosque le usa de agitador, y contagia. A Navas le vio un día jugar Pablo Blanco, secretario técnico de la cantera del Sevilla en la plaza de su pueblo, Los Palacios, y lo tuvo claro. “A ese hay que ficharle: regatea hasta los charcos”, dijo. Navas tiene los ojos claros, la mirada limpia, la carrera larga y el regate fácil. Cada vez habla más, en el campo y fuera, aunque no sea muy parlanchín. Acaba de ser padre por vez primera vez, así que el niño le trajo un gol bajo el brazo. A Jesús, su hijo, le dedicó El Niño, o sea Jesús Navas, su padre, el gol que derrotó a Croacia y clasificó a España para los cuartos de final de la Eurocopa.

Navas, que por educado parece más tímido de lo que es, está contento y tranquilo. Nada que ver con ese que huyó de la Eurocopa de Viena. Luis Aragonés no consiguió convencerle, pero dos años después, lo lograron Fernando Hierro, director deportivo de la federación, Antonio Fernández, empleado de esta, y su amigo Sergio Ramos. Del Bosque se lo llevó al Mundial hace dos años, y el duende apareció en la final, en el arranque del gol de Iniesta. “Es un jugador emocionado permanentemente, que siempre intenta hacer cosas, un chico alegre y que lo transmite en el campo, es dinámico. No hay muchos como él”, dice, comparándole con Pedro: “Son de esos jugadores activos que provocan un cambio en el equipo. Y son un beneficio para todos”, asegura el entrenador. “Es sevillano, así que tiene ese puntito de alegría, un chico introvertido que tiene esa gracia andaluza”, dice el otro Niño, Fernando Torres. “Es distinto al que llegó a la selección hace tres años, ya son muchos partidos, nos conoce mejor… siempre ha sido uno más, siempre le ha gustado en el grupo, pero es verdad que se va soltando y tiene su gracia”. Y añade The Kid sobre el Niño: “Siempre va con Ramos”. “Nos conocemos de chicos, es un trozo de pan”, sostiene Sergio, el central. “Es mi hermano”, cierra el de Camas. A los dos les dio la mano Caparrós y los dos aprendieron de gente como Pablo Alfaro o Javi Navarro las leyes del vestuario.

Sus números

ESPAÑA-ITALIA

Minutos: 29

Remates: 0

Centros al área: 4

Balones recuperados: 0

Balones perdidos: 2

Asistencias: 1

Pases (buenos): 15 (11)

Regates: 2

Jugadas en que participó: 12

CROACIA-ESPAÑA

Minutos: 35

Goles: 1

Remates: 2

Centros al área: 5

Balones recuperados: 1

Balones perdidos: 2

Asistencias: 0

Pases (buenos): 24 (14)

Regates: 0

Jugadas en que participó: 15

Navas juega en largo y habla en corto y camina con la cabeza alta y cruza miradas de complicidad cuando se ve rodeado de periodistas, nada que ver con lo que fue, inseguro en la novedad. Navas creció en el Mundial al comprobar que en La Roja eran gente normal y hasta salió al balcón del ayuntamiento de Los Palacios al volver de Sudáfrica con la estrella en el pecho. Futbolísticamente sigue teniendo el duende que le llevó a debutar en el Sevilla con 17 años y le suma un mejor conocimiento del juego.

“Trato de fijarme por donde puedo ir”, resume buscando la explicación a su quehacer en el campo. “Del Bosque me pide que haga lo que hago siempre”, resume. Es una bala, con el centro de gravedad a ras de suelo, regateador, con buen pie para la asistencia. Del Bosque le utiliza de desatascador y aunque no es hombre de goles, acompaña bien la jugada, siempre. Por eso le vio Iniesta, por eso España ganó a Croacia. “Intento siempre que salgo dar lo máximo. Ha habido gol tanto con nueve como sin nueve, lo más importante es el grupo, el colectivo y la unión que hay en este vestuario”, dice cuando le preguntan por su trascendencia sobre el campo, ante Italia y frente a los croatas.

El Niño mira a cuartos con la ilusión de un chaval al que le han superado los sueños. “Yo de niño no me imaginaba todo esto, que llegaría tan lejos. Yo jugaba a fútbol e iba al colegio”, dice sobre su infancia. Ahora, hasta defiende estilo cuando le preguntan por Francia. “Estarán muy pendientes de nosotros al igual que nosotros tendremos que estar muy concentrados durante el partido. Esta selección tiene un estilo y una idea muy definida y marcada y es la que ejecutaremos el sábado ante Francia. Las cosas han ido bien hasta ahora. Debemos mantener el nivel porque es la línea adecuada para poder hacer algo importante”, asegura Navas, ese que el martes se llevó a Ramos a jugar a los bolos con sus amigos de la selección: Sergio, Pedro, David, Javi, Cesc, Alba...

Hace dos años, era él quien siguió a su hermano hasta un hospital en Potchefstroom (Sudáfrica) para someterse a una prueba de control. Mientras le esperaba, Navas vio pasar un preso con grilletes. Todavía lo cuenta.

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