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Grandiosa consagración de LeBron

Miami barre a Oklahoma (121-106) con un festival de triples y ‘El Rey’ gana su primer anillo

Robert Álvarez

LeBron James ya tiene su anillo de campeón de la NBA. Nueve temporadas después de que llegara con un bombo y platillo como tal vez solo Larry Bird y Magic Johnson accedieron a la mejor liga de mundo, El Rey ha conseguido sentarse en el trono para el que todos le creían predestinado desde que puso el primer pie en una cancha de la NBA.

Miami consumó su triunfo en la final por todo lo alto (121-106), en un partido que dominó de principio a fin, con una exhibición frente al peor Oklahoma de la temporada. Le bastaron cinco partidos a Miami para solventar la final. Perdió el primero en Oklahoma City, pero acto seguido enlazó cuatro triunfos, el último arrollador.

MIAMI, 121 OKLAHOMA, 106

Miami Heat: Chalmers (10), Wade (20), Battier (11), LeBron James (26), Bosh (24) –equipo inicial-; Miller (23), Haslem (1), Cole (3), Jones (0), Howard (0), Turiaf (0) y Harris (3).

Oklahoma Thunder: Westbrook (19), Sefolosha (0), Kevin Durant (32), Ibaka (9), Perkins (2) –equipo inicial-; Harden (19), Collison (2), Fisher (11), Cook (2), Aldrich (2), Hayward (2) y Ivey (6).

Parciales: 31-26, 28-23, 36-22 y 26-35.

American Airlines Arena de Miami. 20.003 espectadores.

Asombroso Miller

El mérito de Miami es tan indiscutible como la calidad de un rival con jugadores de primerísimo nivel, con Kevin Durant al frente. El resultado del quinto partido no debe hacer olvidar que los Thunder lograron arrollar al último campeón, Dallas, también a los poderosos Lakers, y en la final de la Conferencia Oeste fueron capaces de levantar un 0-2 ante el mejor equipo de la fase regular, San Antonio Spurs. Fallaron, es cierto, en algunos de los partidos ante los Heat, pero en los cuatro primeros fueron muy competitivos. Se hundieron definitivamente en el quinto. No fueron capaces de mantener el balance defensivo suficiente para no ser tan vulnerables a las penetraciones de LeBron James y Wade, y después, al aluvión de triples con los que les masacraron Chalmers, Battier y, sobre todo, Miller, inspiradísimo con un asombroso 7 de 8, para un total de 14 de 26 de los Heat.

La final de la NBA

Partido 1 Oklahoma-Miami 105-94 (1-0)

Partido 2 Oklahoma-Miami 96-100 (1-1)

Partido 3 Miami-Oklahoma 91-85 (2-1)

Partido 4 Miami-Oklahoma 104-98 (3-1)

Partido 5 Miami-Oklahoma 121-106 (4-1)

La primera jugada del encuentro resultó un vaticinio de lo que iba a acontecer, un mate de LeBron y un falló de Durant acto seguido. Scott Brooks, el entrenador de los Thunder tuvo que pedir rápidamente un tiempo muerto, con 16-10 en el marcador. En tan solo tres minutos, las rápidas transiciones de los Heat, las penetraciones de LeBron y el primer triple de Miller ya indicaban por donde iban a ir las cosas.

La diferencia creció como la espuma, hasta los 17 puntos (53-36). Reaccionaron los Thunder en el inicio del tercer cuarto, con una buena racha de Ibaka y Westbrook. Llegaron a situarse a cinco puntos (59-54). Pero a partir de ese momento, Miami se hizo definitivamente el amo y señor de la cancha con un parcial de 16-0, otra vez con triples de Chalmers y Battier, otra vez aprovechando las pérdidas de un rival desconcertado, impreciso, al que ni siquiera Durant y Westbrook consiguieron mantener en pie.

Triple doble de LeBron

No hubo debate desde mediado el tercer cuarto. El anillo era para LeBron y para los Heat. Es el segundo para el equipo de Miami, que ya ganó en 2006, entonces con Dwyane Wade y Shaquille O’Neal al frente. Esta vez, Wade dio un paso al lado para rendir pleitesía a LeBron, por supuesto elegido el MVP de la final, autor de un triple doble en el quinto partido con 26 puntos, 13 asistencias y 11 rebotes, en una nueva demostración de su capacidad para brillar en todos los aspectos del juego.

Bosh también brilló con 24 puntos, Miller sumó 23 y Wade, 20 además de 8 rebotes. Kevin Durant se despidió del sueño de alcanzar su primer título y sumó 32 puntos y 11 rebotes. Westbrook y Harden lograron 19 cada uno e Ibaka, el segundo español en una final de la NBA tras Pau Gasol, se despidió con 9 puntos, 4 rebotes y 2 tapones.

El título que le faltaba

Eran los trofeos que le faltaban, el anillo y el MVP de las finales a un jugador que ya lo había todo: el mejor novato del año en 2004, tres veces MVP de la temporada, ocho veces All Star, ocho veces segundo máximo anotador de la NBA y una vez el que obtuvo mejor promedio de puntos, en 2007, el jugador más eficiente en las últimas cinco temporadas, es decir, el que tiene mejores estadísticas globales, en definitiva, un jugador al que solo le faltaba el anillo. Lo consiguió en su tercera final, en la segunda temporada después de su controvertida decisión de abandonar Cleveland para fichar por Miami y reunirse allí con Wade y Bosh para formar un ‘big three’ de lujo.

Celebración con Pat Riley

Ya antes de que concluyera el partido y dada la ventaja de los Heat, el American Airlines de Miami fue una fiesta. LeBron se abrazó a sus compañeros, a su entrenador, Spoelstra, y también a Pat Riley, el presidente de la franquicia de Miami, el hombre que lo ha sido todo en el baloncesto, porque antes fue jugador y sobre todo entrenador de éxito con los Lakers y con Miami. Tras el difícil fichaje de LeBron, Riley también se ha salido con la suya como presidente.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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