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Joel González y Brigitte Yagüe, a la final de taekwondo

El catalán gana el oro en la categoría de - 58 kilos y la mallorquina la plata en la categoría de -49 kilos

Joel González celebra el pase a la final
Joel González celebra el pase a la finalTOSHIFUMI KITAMURA (AFP)

Joel González, número uno del mundo en la categoría de -58 kg, llegaba a Londres como máximo aspirante a colgarse el oro olímpico y lo ha conseguido. Otra española, Brigitte Yagüe, tres veces campeona del mundo, en la categoría de -49 kg  ha peleado por el oro contra con la china Jingyu Wu, campeona olímpica en Pekín 2008 y del mundo en 2007 y 2008, ha perdido y se ha colgado la plata.

Más de 60 millones de personas practican este deporte en 202 países de todo el mundo. En España hay 50.000 federados, pero el número de practicantes es mucho mayor: según la federación, alcanza los 200.000, cifra incluso superior al de yudocas. Corea del Sur es la potencia mundial del taekwondo: existen campeonatos de colegios, universidades e incluso militares. España es la segunda en esa clasificación: desde que participó por primera vez en una competición, en Chicago en 1977, siempre ha sido puntera.

Joel tiene 22 años. Va a empezar cuarto de criminalística y también estudia Administración y Dirección de Empresas. Pese a su juventud, es todo un veterano sobre el tatami. El rival más temido. Ha ganado los dos últimos Mundiales (2009 y 2011) y también los Europeos (2010 y 2012) y es el número uno del mundo en su categoría con una diferencia de 125,9 puntos sobre su inmediato perseguidor (263,26 a 137,36). Joel acude a unos Juegos Olímpicos por primera vez en su carrera y no se plantea volver de Londres sin una medalla al cuello. Al ser posible, la de oro.

Joel, con 22 años, es todo un veterano sobre el tatami

Joel pasa los días previos a su debut en Londres entre entrenamientos y la satisfacción personal del trabajo bien hecho. Su principal preocupación es controlar el peso para llegar a los Juegos en las mejores condiciones para su categoría. “Todos los deberes de puesta a punto y de estudio de los rivales ya están hechos”, dice.

Para él, la presión de ir a unos Juegos y de ser el foco de la atención mundial no es un inconveniente. “No me incomoda la presión y me preparo igual que para cualquier otra competición”, cuenta. Al contrario. Sabe que citas como la de Londres son la oportunidad de oro para que el taekwondo y los deportistas que lo practican tengan su minuto de gloria. Como él dice, es “su ventana al mundo”, el momento de los deportes minoritarios. “Esa repercusión mediática es la principal diferencia entre los Juegos y cualquier otra competición”, continúa.

La medalla de oro que Joel consiguió en el Mundial de 2011, donde no dio ninguna opción al portugués Rui Bragança (4-0), hace que llegue a Londres como favorito en su peso. Y él lo sabe. “Vamos a buscar el oro (…), sueño con ser campeón olímpico”, dice. Tiene todas las papeletas para encumbrarse, pero a la vez no se confía. Deja la euforia para cuando se cuelgue la medalla.

El punto fuerte de Joel es su genética. “Tiene el biotipo perfecto, con las piernas muy largas, por lo que tiene mucha facilidad para hacer puntos, tanto en el peto como en la cara”, dice José María Pujadas, el secretario general de la Federación Española de Taekwondo. Además, “es muy frío e inteligente (…), por eso es el rival a batir, los demás lo tienen controlado, lo estudian. Incluso los países pioneros intentan sacar clones suyos, competidores con su genética”, añade Pujadas. Pero Joel no se echa flores. “Solo intento divertirme sobre el tatami”, cuenta, esquivo.

Recuerda que su primera competición fue en un campeonato territorial de Girona, allá por el año “2001 o 2002”. Entonces también jugaba al fútbol, pero lo dejó cuando descubrió lo que se sentía al pisar un tatami y ganar el primer oro. “Cuando lo viví, me enganché”, dije Joel. “Mi taekwondo ha cambiado mucho [desde entonces]. Reacciono mejor, tengo un mejor planteamiento de combate”.

Pese a la supremacía española en el panorama mundial del taekwondo, en los dos últimos Juegos ningún metal de esta disciplina ha ido a parar al medallero nacional. De hecho, solo hay un galardón en las vitrinas españolas: la plata que consiguió Gabriel Esparza (-58 kg) en los Juegos de Sidney. Los tres taekwondistas españoles intentarán, a partir de este miércoles, romper la maldición.

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