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La Bundesliga o el rigor germano llevado al fútbol

La Liga alemana, un modelo de gestión, arrancó ayer con Borussia Dortmund y Bayern Múnich como grandes favoritos

Müller, entre Blaszczykowski y Subotic, en la Supercopa de Alemania, ganada por el Bayern ante el Borussia Dortmund (2-1)
Müller, entre Blaszczykowski y Subotic, en la Supercopa de Alemania, ganada por el Bayern ante el Borussia Dortmund (2-1)A. Gebert (EFE)

Es el campeonato al que mirar, el modelo a seguir. Clubes saneados, estadios llenos y equipos pujantes. Nada de deudas, déficit cero. También en el fútbol existe el rigor alemán. La Bundesliga cumple medio siglo, y arranca ayer con un Borussia Dortmund-Werder Bremen (2-1) y un guiño a la nostalgia. La Liga alemana es tan respetuosa con el aficionado, que ya sabe horarios y fechas hasta el final del torneo, como con su propio pasado. Hans Tilkowski (exportero del Borussia Dortmund) y Arnold “Pico” Schütz (excentrocampista del Werder Bremen), 77 años cada uno, trasladarán el trofeo al centro del Iduna Park antes de que comience el partido.

Palmarés

Bayern Múnich, 21 títulos

Borussia Dortmund, 5

Borussia Mönchengladbach, 5

Werder Bremen, 4

Hamburgo, 3

Stuttgart, 3

Kaiserlautern, 2

Colonia, 2

Eintracht Braunschweig, 1

1860 Múnich, 1

Núremberg, 1

A partir de entonces, 306 encuentros para dilucidar quién será el campeón, con dos referencias en boca de todos: el joven y ambicioso Borussia Dortmund, tenedor del título, y el gigante por excelencia, el Bayern Múnich, dispuesto a cicatrizar con títulos la gran herida que le produjo perder la final de la Liga de Campeones, en casa, contra el Chelsea, el pasado mayo. Pero hay más aspirantes. Dice Escudero, en el Schalke 04 desde 2010, que la Liga alemana se caracteriza por ser muy igualada: “Puedes ganar al primero y a la semana siguiente perder con el último. Y hay más equipos con opciones de ganar la Liga”. La historia reciente le da la razón porque van cuatro campeones en los últimos seis años: además de Bayern y Borussia Dortmund, Wolfsburgo y Stuttgart se hicieron con el título las temporadas 2008-2009 y 2006-2007, respectivamente. Con Raúl ya en Catar, un puñado algo escaso de españoles probará fortuna en Alemania este año. De ellos Jurado ya es veterano. Carvajal y Joselu emigraron en busca de las oportunidades que se les negaron en el primer equipo del Madrid.

Los favoritos

Reus, en un partido de Copa disputado con el Borussia Dortmund
Reus, en un partido de Copa disputado con el Borussia DortmundCarmen Jaspersen (AFP)

Borussia Dortmund: aunque siempre se señale al Bayern, el Borussia Dortmund lleva ya dos títulos consecutivos. El año pasado se sobrepuso a la marcha de Sahin al Real Madrid, y este año deberá hacer lo mismo después de perder a Kagawa, que atendió a la llamada del Manchester United. El joven equipo de Jürgen Klopp cerró la temporada con un imponente 5-2 sobre el Bayern. Con un punto romántico, ha roto la supremacía de los bávaros con un sello particular que su técnico comenzó a estampar desde su llegada en 2008: es un equipo descarado, que juega “bonito”, según Escudero, y que gira en torno a Mario Götze, mejor jugador joven de Europa en 2011.

Perder a Kagawa ha permitido no solo mantener al resto de estrellas emergentes del equipo, sino fichar, por 17,5 millones de euros, al mejor jugador de la Bundesliga el pasado año, Marco Reus, un habilidoso extremo al que Joachim Löw, el seleccionador alemán, se encomendó para dar la vuelta a las semifinales de la Eurocopa ante Italia, sin éxito. De cómo se entiendan Götze y Reus dependen en gran parte las opciones del equipo de Dortmund por renovar el título. “Ya hemos mostrado un buen entendimiento en el equipo nacional. ¿Por qué no podríamos hacer lo mismo?”, se preguntaba esta semana el recién llegado, Reus. Las dudas llegan por la recuperación de Götze, quejoso toda la temporada pasada de un problema en el pubis.

Mantiene a su trío de polacos, muy codiciados: el lateral Piszczek, el centrocampista Blaszczykowski y el delantero Lewandowski. Hummels y Subotic son dos centrales altos y con buena salida de balón. El lateral izquierdo es para Schmelzer y el mediocentro para Gündogan; los dos forman parte de esa nueva Mannschaft perfilada por Joachim Löw.

Bayern Múnich: el Bayern, siempre el Bayern. Es el más temido, pero lleva ya dos temporadas huérfano de títulos. Una eternidad para un equipo al que se puede aplicar el tópico que solo rige para los grandes de verdad: se le exige ganar siempre. Hace una semana ya se impuso al Borussia Dortmund (2-1) en la final de la Supercopa alemana. Mantiene el equipo del año pasado, y eso, por sí solo, ya es mucho. Pero también implica que mantiene los egos que puntualmente lastraron su rendimiento. A sus dirigentes, todos históricos del club, les gusta alardear de “familia”, pero a veces, la familia no parece muy bien avenida. Los flancos son para Ribéry y Robben, dos balas que responden como nadie a las características clásicas de los extremos: punzantes, regateadores y, el peaje a pagar, egoístas. El año pasado se liaron a puñetazos por un “déjame a mí que tire esta falta”.

Mandzukic, con Ribéry y Robben, en un partido disputado este verano
Mandzukic, con Ribéry y Robben, en un partido disputado este veranoAndreas Gebert (EFE)

El eje es Schweinsteiger, que aspira a recuperar la jerarquía después de una temporada marcada por las lesiones. Su participación en las rondas finales de la Liga de Campeones y en la Eurocopa, fuera de forma y con un punto de melancolía, dejó la impresión de que jugaba porque tenía que jugar, pero a su mejor nivel marca la diferencia. Shaqiri, venerado en Suiza, de donde procede; Kroos, dos en uno, mediocentro y mediapunta; Müller y Luiz Gustavo (con Tymoschuk como recambio) completan el centro del campo, a la espera de que se concrete el fichaje de Javi Martínez. En la delantera, serán dos Marios: a Gómez se suma Madzukic, que asumirá el papel hasta ahora desempeñado por Olic. La defensa es, en teoría, su punto débil, pero tampoco se vislumbra algo mucho mejor en el campeonato: Badstuber y Boateng son titulares en la selección germana, Alaba, hasta entonces desconocido, dejó una grata impresión en las rondas finales de la pasada Liga de Campeones, y Lahm sigue siendo una garantía. Por Dante, otro central, ha pagado casi cinco millones. Y Neuer es uno de los mejores porteros de Europa.

Horarios de la primera jornada

Borussia Dortmund-Werder Bremen, viernes, 20.30 (Canal + Fútbol)

Borussia Mönchengladbach-Hoffenheim, sábado, 15.30

Freiburg-Mainz 05, sábado, 15.30

Augsburg-Fortuna Düseldorf, sábado, 15.30

Hamburgo-Núremberg, sábado, 15.30

Greuther Fürth-Bayern Múnich, sábado, 15.30 (Multideporte 1)

Eintracht Frankfurt-Bayer Leverkusen, sábado, 18.30 (Sportmania)

Stuttgart-Wolfsburgo, sábado, 20.45 (Canal + Fútbol y Canal + Liga de Campeones)

Hannover 96-Schalke 04, domingo, 17.30 (Multideporte 1)

Los aspirantes

Schalke 04: dice la página web de la Bundesliga que los del equipo de Gelsenkirchen son los working class heroes, los héroes de la clase trabajadora a los que cantó John Lennon. De ellos, el mayor ídolo fue Raúl, venerado después de dos temporadas con el equipo de los mineros: Señor Raúl, le llamaban. “Fue importantísimo para nosotros, pero lo supliremos de la mejor manera posible”, dice Escudero. Sin él también aspiran a ganar el campeonato, asegura el lateral. Raúl se despidió con honores rumbo a Catar, pero siguieron los demás pilares: el que pone los goles, Huntelaar; el que pone la chispa, Farfán; el que genera ilusión, Draxler, que con apenas 18 años fue convocado por Joachim Löw a la concentración previa a la Eurocopa. Siguen también Jurado y Escudero, que deberán ganarse un puesto. Jugará Liga de Campeones, pero no hay excesos: solo se ha desembolsado dinero (cinco millones de euros) por el nigeriano Obasi.

Wolfsburgo: resulta que su jugador más codiciado, Diego, fue cedido el año pasado al Atlético, y el equipo, campeón en la temporada 2008/2009, lo notó. Fue octavo, y este año parece que Diego no se mueve. Sobre el talentoso brasileño, tan dotado técnicamente como irregular en su rendimiento, girará el equipo. Se ha reforzado con Bas Dost, máximo goleador de la Liga holandesa con el Heerenveen, Naldo, un defensa curtido durante años en el Werder Bremen, Olic, descartado por el Bayern, y Pilar, otro puntal de la selección checa que sumar a Jiracek.

Luuk de Jong, durante el partido del Borussia Mönchengladbach ante el Dinamo de Kiev, ida de la previa de la Liga de Campeones
Luuk de Jong, durante el partido del Borussia Mönchengladbach ante el Dinamo de Kiev, ida de la previa de la Liga de CampeonesPatrik Stollarz (AFP)

Borussia Moenchengladbach: queda poco de aquel equipo que en los años 70 ganó cinco Bundesligas, y se quedó a las puertas de la gloria europea, derrotado en la final de la Copa de Europa de 1977 por el Liverpool. La última década la ha pasado alternando categoría, y ahora pugna por recuperar un lugar entre la aristocracia, después de lograr el cuarto puesto la temporada pasada. Disputa la ronda previa de la Liga de Campeones ante el Dinamo de Kiev (1-3 favorable a los rusos en la ida) y ha invertido de forma ambiciosa (31 millones, el más gastador de la Bundesliga) el dinero recibido por la venta de Reus al Borussia Dortmund y de Dante al Bayern. Incorpora a Álvaro Domínguez, ya internacional absoluto con España, y a Granit Xhaka, un joven centrocampista del emergente fútbol suizo. Pero las esperanzas están puestas en el delantero Luuk de Jong, por el que ha abonado 12 millones de euros al Twente, holandés. En la plantilla también destacan Stegen, un portero al que muchos señalan como el futuro guardameta de la selección, y Juan Arango, que ha encontrado en Alemania el hábitat ideal donde lucir su zurda.

El modelo alemán, el plan que funciona

Néstor Cenizo

Lo dicen los informes de las principales auditoras y de la propia UEFA. La Liga alemana funciona, y funciona muy bien. El centro de la Bundesliga es el aficionado, y a él se supeditan las decisiones. "Es un jugador más", resume Escudero. Hay un detalle: en la web del campeonato es posible consultar ya las fechas y los horarios de todos los partidos de la temporada. Y se da un motivo: de esta forma los aficionados pueden comprar y planear sus fines de semana con antelación.

El precio medio de las entradas era, según un informe de la UEFA correspondiente a la temporada 2010/2011, inferior a 30 euros, 20 menos que el precio medio en España. El plan consistente en tratar bien al hincha tiene un resultado: los estadios se llenan más que en ningún sitio. La asistencia media la temporada pasada fue, según la Bundesliga, de 44.293 espectadores, un 5,2% más que el año anterior. Esto quiere decir que los estadios están al 90% de su capacidad. Y como los estadios están casi llenos, los clubes no dependen de los ingresos por la venta de derechos televisivos, que se reparten de forma muy equitativa: el Bayern, el mejor pagado la pasada temporada, cobró 28 millones; el Colonia, el peor, cobró 14.

La racionalidad alemana alcanza también al número de equipos en liza. 18 en la primera categoría y otros 18 en la segunda, lo que descongestiona el calendario eliminando cuatro fechas. Todas las funciones relativas a horarios, márketing y organización las asume DFL, una entidad que cada año examina “rigurosamente” la capacidad de cada club para competir en la Bundesliga, según criterios deportivos, legales, de infraestructuras, de seguridad y “sobre todo, financieros”, según la Bundesliga. Los ingresos han crecido un 24% en los últimos cuatro años, hasta alcanzar los 2.000 millones de euros la temporada 2010/2011 y los clubes han reducido su deuda 594 millones de euros, menos que los 750 millones que los clubes españoles deben solamente a Hacienda. Ningún club alemán ha pasado por un concurso de acreedores en los últimos cincuenta años. Tampoco ha habido ninguno que haya logrado un título europeo desde que el Bayern alzó la Liga de Campeones en 2001. Es el rigor germano, la cara y la cruz de la austeridad que predica el fútbol alemán. Como en la vida misma.

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