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Tarrés: “Quizás mi pecado ha sido pedir que me ayuden. Pedir más y más”

La seleccionadora española de natación sincronizada no comparte la decisión de no renovar su contrato y asegura que ni ella ni el equipo lo esperaba

Ana Tarrés (der.), celebra la plata en dúo en los Juegos de Londres
Ana Tarrés (der.), celebra la plata en dúo en los Juegos de LondresPATRICK B. KRAEMER (EFE)

A Anna Tarrés (Barcelona, 1967) le sorprendió la noticia de que no seguirá al frente de la selección española de natación sincronizada de vacaciones en Extremadura, el jueves. Se la dio Fernando Carpena, presidente de la Federación Española de Natación (RFEN) en una llamada telefónica de un par de minutos. Pasado el tsunami y pendiente de las réplicas, Tarrés intuía ayer las causas de la decisión de Carpena, que no renovará un contrato que expira el 31 de diciembre. “Quizá mi pecado ha sido pedir que me ayuden. Pedir siempre más y más”, explicó en conversación telefónica con este diario. Ella entiende que es el método que la ha llevado al éxito.

Soy extremadamente exigente en conseguir los máximos recursos para mi gente”

“Soy obsesiva en la búsqueda de la perfección. Cuando eres obsesiva buscas todos los recursos posibles”, comenta acerca de su carácter. Dice que esa batalla la libra por sus nadadoras, y que en la búsqueda de más recursos y de más apoyo ha podido generar tensiones: “Cuando ha habido algo que no me ha gustado lo he manifestado”.

Sin embargo, la decisión, confirmada con un comunicado de la RFEN emitido a última hora del jueves, la pilló a contrapié, porque su último desempeño fue en los Juegos Olímpicos de Londres, y allí añadió una medalla de plata y otra de bronce al palmarés de la sincronizada española. Ese historial registra cuatro medallas olímpicas, 23 en campeonatos del Mundo y 25 en campeonatos de Europa, y todos esos metales los vivió Tarrés al borde de la piscina como seleccionadora.

El equipo se ha quedado mudo

“Solo esperaba una negociación dura para renovar el contrato”, cuenta. Se encontró, en cambio, con una llamada telefónica en la que Carpena le comunicó que ese contrato no tendría continuidad. “El jefe es el jefe”, explica la seleccionadora. Tarrés añade a su respuesta un punto de resignación, como si hasta ahora hubiese mantenido el cargo en un equilibrio inestable: “No es fácil mantener el liderazgo en la élite”.

La federación no ha anunciado el nombre de la sustituta de Tarrés, sin confirmar ni desmentir la candidatura de Gemma Mengual, y ha evitado hasta ahora ofrecer una explicación detallada de su decisión. La marcha de la entrenadora catalana se produce a un año vista del Mundial de Natación de Barcelona, en el que siete de las pruebas se disputarán en sincronizada. España está entre las favoritas tras las tres medallas conseguidas en Shanghái 2011, pero ahora se encuentra sin seleccionadora y, sobre todo, sin la entrenadora que ha guiado los pasos del grupo desde hace 15 años.

“El equipo se ha quedado perplejo y mudo”, relata Tarrés. Fue ella quien llamó el mismo jueves a las integrantes de la selección. “[Cuando se lo comuniqué] las chicas me decían ‘¿Y esto qué significa?”. Con sus pupilas realizó el Camino de Santiago a principios de año. “Me ha encantado vivir [con sus compañeras] este camino, con lo duro que ha sido, desde el principio del año hasta hoy ha sido un camino de vuelta al mundo”, declaró Andrea Fuentes, después de lograr la medalla de plata en dúo (junto a Ona Carbonell) en los Juegos de Londres. Con ello admitía, también, la dureza del viaje en el que les embarcó Tarrés.

“Somos un equipo, vivimos como un equipo y cada una era un elemento importante para que la cadena funcionase”, cuenta ahora Tarrés. Al término del Mundial de Roma, en 2009, la seleccionadora se aplicó a la tarea de renovar el grupo, del que se retiró Gemma Mengual, la gran estrella de la sincronizada hasta entonces. Contó con el apoyo explícito de Fuentes, convertida en la nueva capitana, y que al culminar con una medalla de plata y otra de bronce el ciclo olímpico, declaró la prevalencia del “método” sobre “las personas”. Tarrés, que se dice especialmente agradecida al grupo, asume que fue “un pequeño milagro seguir entusiasmando a la gente con la natación sincronizada y mantenernos compitiendo con las grandes potencias”.

Llegó en 1997 y se marchará en 2012 con un amplio palmarés como entrenadora; también, con la vitola de entrenadora revolucionaria, de apasionada del método y de elemento catalizador para la popularidad de un deporte que, sin embargo, sigue siendo minoritario. Y algo más: “Me gustaría haber sido capaz de crear personas independientes, con carácter, con espíritu luchador y que sean capaces de superar cualquier adversidad. Siempre les dije que yo era una herramienta para que ellas consigan el éxito”.

Paola Tirados: "No tengo nada bueno que decir de ella"

Paola Tirados, integrante del equipo español de natación sincronizada hasta 2008, cree que la decisión de la Federación Española de Natación (RFEN) de no renovar a quien hasta ahora era seleccionadora, Anna Tarrés, es “un gran acierto” y cree, incluso, que “llega tarde”. Tirados se ha quejado del trato recibido de parte de la hasta ahora seleccionadora en los años que formó parte del equipo nacional. “Yo no tengo que decir nada bueno de esta persona a nivel personal”, comentó este mediodía en declaraciones a La Xarxa.

Tirados, plata por equipos en Pekín 2008 bajo la dirección de Tarrés, cree que los éxitos deportivos logrados por la selección (cuatro medallas olímpicas, 23 en los Mundiales y 25 en los Europeos) se lograron en malas “condiciones humanas de trabajo”. “Lo pasé muy mal”, relató hoy. La nadadora aseguró que en su día escribió una carta al Comité Olímpico Español y a la RFEN explicando los métodos de entrenamiento de Tarrés, y que ese fue el motivo por se decidió abrir un expediente a la seleccionadora. “Me dieron la razón”, resumió Tirados.

La nadadora fue muy dura con Tarrés y aseguró que su opinión es compartida por muchas compañeras. “Hay muchas niñas, muchas adolescentes que han soñado triunfar con la selección española y lo han sufrido. Les han cortado las alas, lo han sufrido en primera persona o no han podido conseguir sus sueños”.

El presidente de la Federación Catalana de Natación, Enric Bertrán, mostró en cambio su desacuerdo “por las formas” y por “el momento” en que se ha comunicado a Anna Tarrés que no continuará al frente de la selección española de natación sincronizada. “No podemos ser partícipes con la forma de cómo se ha despedido a Anna Tarrés, ni el momento, el año del Mundial de Barcelona en 2013”.

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