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Evolución y fiabilidad

Hace menos de un mes nadie habría apostado por Red Bull en este campeonato, pero la llegada de los trazados sinuosos ha relanzado las aspiraciones de la escudería

El monoplaza de Fernando Alonso es sacado de la pista después del accidente
El monoplaza de Fernando Alonso es sacado de la pista después del accidenteDIEGO AZUBEL (EFE)

Hace menos de un mes nadie habría apostado por Red Bull en este campeonato. Todo parecía apuntar hacia una recuperación fulgurante de McLaren, el equipo que más sabe evolucionar el coche a lo largo de la temporada, y hacia la solidez que Ferrari ha demostrado todo el año. Los monoplazas de las bebidas energéticas no acababan de encontrar su lugar en un contexto en el que se veían superados incluso en la clasificación, su mejor argumento en la pasada campaña.

Sin embargo, la llegada de los trazados sinuosos, en los que la fuerza aerodinámica vuelve a ser crucial, ha lanzado las aspiraciones de Red Bull. No es solo eso, es evidente. La capacidad de Adrian Newey para escudriñar los resortes más lúgubres del reglamento y del coche en busca de mejoras ha devuelto al equipo a la palestra. El doble DRS que han estrenado en Suzuka les ha funcionado a la perfección y ha dado a Red Bull la velocidad punta que les faltaba en las rectas. Lotus, en cambio, no ha logrado todavía sacarle rendimiento. El agarre aerodinámico siempre lo ha tenido. Su principal problema han sido las averías mecánicas.

Vettel se movió por el circuito con una tranquilidad y una solvencia envidiables: fue el mejor de principio a fin

Ayer, sin embargo, Vettel se movió por el circuito de Suzuka con una tranquilidad y una solvencia envidiables. Fue el mejor desde la salida hasta la llegada. Incluso pudo saltarse las instrucciones que le iban dando desde el taller: “Tranquilo, tienes suficiente ventaja”. Pero él siguió haciendo vueltas rápidas, consciente de que tenía un margen de seguridad muy elevado y de que nada podía fallar.

La segunda posición de Felipe Massa demuestra que Ferrari no está tan mal como algunos pretenden, al margen de asegurarle prácticamente el contrato para el año que viene. Se especula con que la diferencia entre ellos y Red Bull supera el medio segundo por vuelta en este tipo de circuitos. Y puede ser verdad. Pero también ellos van evolucionando su coche y mejorando. Massa corrió muy bien y su Ferrari le acompañó. Es evidente que van por detrás de Red Bull y McLaren, pero con la aportación de Alonso siguen siendo líderes a falta de cinco carreras para la conclusión.

Su mayor ventaja es su fiabilidad. Mientras Ferrari no ha tenido problemas mecánicos, tanto Red Bull como McLaren sí los han sufrido. Alonso sería líder indiscutible y podría seguir administrando su ventaja de no ser por los dos incidentes en los que, sin culpa alguna, se vio forzado a abandonar: en Bélgica y Japón. Ahora su ventaja es solo de cuatro puntos. Todo vuelve a empezar para Alonso y Vettel. El alemán tiene la ventaja de que, al menos, cuatro de los cinco circuitos que quedan (Estados Unidos es una incógnita) son más favorables a los Red Bull y los McLaren. Pero el Mundial lo ganará el piloto que cometa menos errores y cuente con el coche más fiable y mejor evolucionado.

Ferrari no puede rendirse porque tiene los medios para ir evolucionando su monoplaza hasta la última carrera a pesar de los problemas que tiene con el túnel de viento. Y cuenta con un piloto tan extraordinario como Fernando Alonso, que le da alas y le ha permitido seguir aspirando al título, a pesar de dos abandonos, a cinco carreras del final.

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