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Amargor de Villa

El asturiano, ya recuperado, se quedó sin jugar, relegado por Alexis

Ramon Besa
Barcelona -
Villa, durante un entrenamiento con el Barça.
Villa, durante un entrenamiento con el Barça.andreu dalmau (EFE)

Acabado el clásico, algunos aficionados se preguntaban a la salida del Camp Nou, por qué Tito Vilanova no había agotado los cambios, como es su costumbre, y qué motivos tenía para no haber dado minutos a Villa, quien desde su reaparición (130 minutos repartidos en seis partidos) ha convertido en gol sus tres remates, el último el del remonte en Sevilla.

El final del encuentro alimentaba el debate porque Mourinho dio entrada a Essien en sustitución de Di María, una sustitución conservadora, mientras que los azulgrana apuntaban a Casillas: Montoya remató al larguero y al último tiro de Pedro le faltó poco para coger portería. No hubiera sido justo cambiar a Pedro y a Messi ni se le toca. ¿Por quién entraría Villa?

No era fácil dar salida al Guaje después de que el técnico ya hubiera sustituido a Cesc por Alexis. La duda estaba precisamente en si no le hubiera ido mejor al Barcelona con el asturiano en lugar de con el chileno. Ambos parecen disputarse ahora un puesto en la delantera de la misma manera que con anterioridad se alternaban en la media Iniesta y Cesc.

Aunque los dos atacan el espacio y son profundos, Villa tiene más cartel y galones y, además, mete más goles que Alexis, muy pendiente siempre de Messi. Al Guaje, en cambio, se le recuerda precisamente por discutir con el 10 en el partido con el Granada. Hay quien advierte un desencuentro entre Villa y Messi, como si fuera por lo que pasó con Eto’o o Ibrahimovic. Los protagonistas lo niegan y ponen por testigos a sus compañeros y el buen ambiente del vestuario. Una opinión que comparte el entrenador.

Al equipo técnico le preocupa que se empiecen a escrutar sus alineaciones como síntoma de las jerarquías de la plantilla. Vilanova ya juntó a Iniesta y Cesc el domingo para que no hubiera malentendidos. Cesc había marcado tres goles en los dos últimos partidos e Iniesta estaba recuperado de su lesión tras un inicio de curso estelar. A pesar de que Cesc atacaba como falso nueve e Iniesta ejercía de interior izquierdo, la mezcla no acabó de funcionar. La actuación de Iniesta mejoró mucho cuando jugó en el medio campo después de la sustitución de Cesc, de la misma manera que había crecido el protagonismo de Cesc en ausencia de Iniesta. “No son incompatibles”, tercian en el vestuario. “Que funcionen mejor o peor juntos depende también del momento y del rival”. Ocurre que hay egos dificiles de controlar, y a ningún futbolista le gusta perderse el clásico. Tampoco a Villa, que con la zamarra azulgrana le ha marcado tres goles a Casillas, dos el día del 5-0. El asturiano ha partido con desventaja respecto a Alexis —y también de Tello—, por su lesión en la tibia. Ahora, sin embargo, ya está recuperado y sus fieles aseguran que podría disputar un partido entero: “Si no jugó fue por decisión técnica”.

Pedro, Villa y Messi formaron la última gran delantera campeona del Barça. Messi no para, Pedro ya está de nuevo en onda y ahora es Villa quien pide tanda.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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