“Hay cosas que Alonso y yo vemos de forma distinta”

Tras charlar con Stefano Domenicali (Imola, Italia; 1965), cualquiera queda convencido de haber resuelto todas las incógnitas que tenía. Esa sensación termina al volver a escuchar la conversación, momento en que uno descubre la habilidad que ha llevado a este licenciado en Administración de Empresas por la universidad de Bolonia a dirigir Ferrari, la escudería con más éxitos y representativa de la historia de la fórmula 1.

Pregunta. La opinión más generalizada que hay de usted en el paddock es que es un buen tipo. ¿Tiene una cara oculta?

Respuesta. Lo importante en una persona es que sea fiel a sí misma. En lo profesional, hay algunos momentos en los que es necesario ser extremadamente estricto y otros en los que se debe rebajar el tono. Soy muy duro dentro del equipo y no me interesa lo que se dice fuera porque, en la fórmula 1, la mayoría de las críticas están instrumentalizadas y nuestros rivales las utilizan para perjudicarnos.

P. O sea, sí tiene dos caras.

R. La cara es la misma. Lo que cambia es la forma de comunicación en función del contexto.

“Es bueno que un tipo con su carácter marque la línea, pero el jefe soy yo”

P. En Montmeló, en mayo, Ferrari aseguró haber resuelto los problemas con el túnel de viento. ¿Cómo es posible que tantos meses después estén en las mismas?

R. Es un instrumento fundamental en el desarrollo de los bólidos. El margen de mejora en ellos se reduce según lo vas evolucionando y, cuando te acercas al punto máximo, todos los instrumentos deben funcionar perfectamente para lograr progresos mínimos. El F2012 está llegando a ese nivel y hay herramientas que revisar para ser más eficaces.

P. Según ha dicho, uno de sus principales objetivos es que Fernando Alonso gane otra carrera. ¿Cómo pretende conseguirlo sin optimizar su coche?

R. Ferrari no se limita al túnel de viento de Maranello. También utilizamos otro que, hoy por hoy, es más fiable. Además, para ganar es necesario no cometer errores, no tener problemas mecánicos y aprovechar cualquier oportunidad. Lo hemos visto este año. Por ejemplo, en Malasia, donde nuestro monoplaza no estaba para ganar, pero sacamos partido de las opciones que se nos presentaron.

P. Alonso dijo en Suzuka que ese problema no es exclusivo de Ferrari, pero que la presión mediática hace que se hable más en su caso.

R. Es evidente que a las demás estructuras les pasa lo mismo. Lotus lleva probando el doble DRS desde hace ya no sé cuántos grandes premios y aún no lo ha colocado. Nosotros tratamos de ser transparentes. No tenemos miedo a decir la verdad. No nos apura contar lo que nos pasa. McLaren desarrolla el ciento por ciento de sus coches en un túnel de viento que no es el suyo y nadie habla de ello.

P. ¿También usted cree que ganar el Mundial con su actual bólido sería un milagro?

R. Un milagro siempre es algo positivo. Un coche tan lento como era el nuestro al principio de curso nunca había liderado el Mundial a estas alturas ni luchado por el título. Fernando ha hecho un año extraordinario, único, pero el equipo ha resuelto los problemas que se han presentado.

P. ¿Qué impacto ha tenido la llegada de Alonso?

R. Su influencia ha sido extraordinaria por su implicación en Maranello. Es importantísimo mostrar cercanía, compromiso, y saber transmitir a los ingenieros de forma adecuada cuáles son las sensaciones al volante.

P. Uno tiene la impresión de que en Ferrari hace lo que quiere, que todo pasa por él.

R. Pues es una impresión equivocada. Es bueno que un tipo con su carácter marque la línea, pero hay decisiones que me toca tomarlas a mí. Por eso soy el jefe.

P. ¿Ha tomado alguna que a él no le haya gustado?

R. Aquello que se habla dentro del equipo no debe salir fuera. Hay cosas que vemos de forma distinta, pero las más de las veces coincidimos al ciento por ciento.

P. ¿Se arriesgaría a poner a su lado a un piloto tan veloz como puede ser Sebastian Vettel?

R. Antes de colocar juntos a dos de los más rápidos, hay que tener en cuenta dos cosas. En primer lugar, el equilibrio dentro de la escudería, porque, cuando haces coincidir a dos tipos así, hay que demostrar que tienes capacidad para manejarlos. Si no lo sabes hacer, este punto fuerte se convierte en una debilidad. También dependes de la madurez de cada uno de ellos. Si tienen la capacidad de respetarse bajo el mismo techo, perfecto. De lo contrario, es un desastre.

P. ¿Les beneficia la marcha de Lewis Hamilton a Mercedes?

R. Mercedes tiene un potencial enorme. Ha invertido mucho dinero en los tres últimos años y no ha obtenido los resultados esperados. Hace todo lo que está en su mano para ganar. Hamilton ha apostado por ese potencial que aún no se ha concretado. Parece evidente que McLaren pierde a un piloto de un valor enorme. Después de Fernando, Vettel y él son los más rápidos.

“Lleva un año único, extraordinario, pero el equipo ha resuelto los problemas”

P. ¿Le preocupa que Checo Pérez pueda demostrar en McLaren que Ferrari se equivocó al descartar su contratación?

R. Checo tiene potencial, pero la presión que tendrá en McLaren será mucho menor que la que habría tenido que soportar de haber fichado por Ferrari.

P. ¿Cómo explica el bajón de Felipe Massa en los últimos años?

R. Pasó la etapa más difícil de su vida a raíz del accidente que sufrió hace tres años, aunque no hay datos, ni desde el punto de vista médico ni desde el técnico, que nos lleven a pensar que aquello le dejara secuelas. Descartada esa posibilidad, lo que le ha ocurrido es que ha sufrido más que su compañero cuando ha pilotado los coches que hemos diseñado últimamente. Otro elemento a tomar en consideración es que no es fácil para nadie tener como compañero a alguien como Fernando. Hay que ser muy maduro para aceptar lo rápido que es. Pero eso es algo que en Ferrari ya vivimos con Schumacher. Cuando quien estaba a su lado era capaz de reconocer que Michael era más veloz, todo iba perfecto. Cuando quería demostrar que podía batirle y no lo conseguía, aparecían los problemas.