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El Valencia gana en ‘terreno Atlético’

La agresividad permite al equipo de Pellegrino frenar al de Simeone en un duelo eléctrico

Falcao, sangrando tras un choque con Soldado.
Falcao, sangrando tras un choque con Soldado.j. c. cárdenas (EFE)

El Valencia le ganó al Atlético en su terreno: el de la agresividad, la intensidad y el compromiso. El conjunto de Pellegrino se exprimió como nunca para tumbar a un Atlético orgulloso como siempre, pero sin la finura de otras veces. Disminuido por la pobre actuación de su medio del campo, sustituido de arriba abajo por Simeone. Superado por la imponente pareja formada por Tino Costa-Gago, de una personalidad arrolladora. El Valencia vuelve así a la Liga y frena a uno de los candidatos para ganarla.

Cuando llegó al Atlético el año pasado, lo primero que hizo Simeone fue subir el volumen. Al término de cada jornada, su equipo lideraba la tabla de faltas cometidas. Conseguida la implicación de todos, El Cholo bajó el volumen y dejó escuchar la música. Esta vez, sin embargo, Pellegrino le apagó el transistor.

VALENCIA, 2 - ATLÉTICO, 0

Valencia: Diego Alves; João Pereira, Rami (Víctor Ruiz, m. 64), Ricardo Costa, Cissokho; Feghouli, Gago, Tino Costa, Guardado; Jonas (Ever Banega, m. 81) y Soldado (Valdez, m. 88). No utilizados: Guaita, Albelda, Barragán, Jonathan Viera.

Atlético: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Tiago (Mario Suárez, m. 70), Gabi (Raúl García, m. 77), Emre (Cebolla, m. 56); Turam, Falcao y Adrián. No utilizados: Asenjo, Koke, Silvio, Cata Díaz.

Goles: 1-0. M. 19. Soldado. 2-0. M. 94. Valdez.

Árbitro: Teixeira Vitienes. Expulsó a Pellegrino y a Ricardo Costa (m. 90). Amonestó a Arda, Tiago, Víctor Ruiz, Pereira, Miranda y Falcao.

Unos 40.000 espectadores en Mestalla.

En el manual de remates de Soldado, estaba escondido en algún lugar remoto este: una volea corrida a un centro frontal al área de Rami. Un empalme formidable de Soldado, que golpeó muy arriba con la diestra para darle la potencia y la dirección necesarias antes de superar a Courtois.

El gol a favor le permitió al Valencia sacar una vena desconocida hasta el momento. Se defendió con las garras afiladas y todos participaron en la protección de la fortaleza, incluso Soldado despejando de cabeza dentro de su propia área en algunos momentos de asedio atlético. Liderado por un Feghouli muy intenso, siempre con la cabeza limpia para elegir la decisión conveniente, el conjunto de Pellegrino mantuvo la tensión a tope, a veces demasiado alta, como en esa bronca entre Diego Alves y Rami prolongada toda la primera parte.

El árbitro, tan propenso a pitarlo todo, exasperó a Mestalla y también a Pellegrino, expulsado por protestar al cuarto árbitro. Ante la expulsión, El Flaco halló una solidaridad inesperada de su colega y excompañero en Vélez, Diego Simeone, que protestó la exclusión al colegiado.

El Atlético se topó con un rival más afilado de lo esperado. Y desaprovechó la inercia del comienzo, cuando Arda, completamente solo, cabeceó mordido antes de que el taconazo de Miranda topara con el pie de Diego Alves. En esa jugada, Soldado golpeó con el taco en la frente a Falcao, que continuó jugando con una cinta en la cabeza. Algo desubicado. Pues desperdició un fabuloso pase picado de Adrián: El Tigre gateó sin encontrar el balón en el área pequeña. Adrián y su cambio de ritmo desde la esquina izquierda fue la principal amenaza para una zaga, la local, muy exigida para mantener su ventaja.

Arda agitó al Atlético al volver del descanso. Primero con un disparo alto desde la frontal y después con un regate que le sacó los colores a Guardado: desde la misma raya lateral le tiró un caño.

Pero el Atlético pinchaba en el centro del campo. Emre, Tiago y Gabi sucumbieron a la mayor presencia de Gago y Tino Costa. Así que Simeone prescindió del medio turco para airear las alas con Cebolla Rodríguez. El efecto fue inmediato. El Atlético tocó con más paciencia y el Valencia a sufrir cada vez más la amenaza, incrementada por la lesión de Rami y la entrada de Víctor Ruiz.

A Simeone no le habían gustado sus mediocentros y el siguiente sacrificado fue Gabi. Entró Raúl García. Como en Los Diez Negritos, de Agatha Christie, El Cholo iba liquidando a todos sus organizadores. También cayó Tiago, claro, por Mario Suárez. Al Valencia los suyos le funcionaron bien desde el principio. Tino Costa y Gago mantuvieron en pie a su equipo. Quien le dio alguna alegría fue nuevamente Feghouli, incansable toda la noche. Hasta adornarla definitivamente con la enésima arrancada, ya con uno menos por la expulsión de Ricardo Costa. Y servir a Valdez para que el paraguayo rubricara la mejor victoria del Valencia de Pellegrino.

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