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‘Fondos buitres’ acechan al Valencia

El inversor costarricense Mario Alvarado pretende comprar a Bankia los 281 millones de euros de deuda del club de Mestalla

Mario Alvarado, cerca de las oficinas de Bankia.
Mario Alvarado, cerca de las oficinas de Bankia.ALBERTO IRANZO (DIARIO AS)

El inversor costarricense Mario Alvarado esperó pacientemente cuatro meses en Valencia. Hasta ayer lunes, aprovechando que el presidente del Valencia, Manuel Llorente, se había marchado a Dubai en busca de ingresos. Entonces, Alvarado acudió a la sede de Bankia en Valencia y presentó una sorprendente oferta: 220 millones a cambio de comprar la deuda del club de Mestalla con la entidad bancaria, de 281 millones. Alvarado le dio a Bankia unos días para contestar. El banco, sin embargo, entiende que detrás de Alvarado hay un fondo buitre de inversión que trata de comprar la deuda barata para venderla a otro banco y especular.

Antes de tomar una decisión, Bankia quiere reunirse primero con su cliente, el Valencia CF, cuyo máximo dirigente regresa el jueves de los Emiratos Árabes. “Hay millones de fórmulas para vender esa deuda después y sacar dinero”, explica un experto en los fondos buitres de inversión.

La oferta: 220 millones a cambio de comprar la deuda de 281 millones que tiene el club con Bankia

El Valencia siempre sospechó de Alvarado, que se presentó ante el valencianismo ofreciendo “un plan de viabilidad” para salvar al club. Llegó avalado, entre otros, por el expresidente del club entre 2004 y 2008, Juan Soler, responsable del espectacular aumento de la deuda en la entidad, que alcanzó los 550 millones y ahora está en 377; así como por el abogado José María Mas Millet, presidente de Bancaja en la recta final de su existencia (ha desaparecido hoy como tal al transformarse en una fundación dos años después de fundar Bankia con otras seis cajas de ahorro). Mas Millet ya estuvo vinculado a Juan Villalonga cuando el empresario madrileño aterrizó en Mestalla en junio de 2008 prometiendo conseguir captar un comprador para el club. No lo logró, pero sí se llevó una indemnización de 10 millones por parte de Soler a cambio de unas semanas de trabajo.

Mientras el Valencia trata de implantar su marca en los Emiratos Árabes, el club sigue intentando prorrogar con Bankia el pago de sus créditos. El más gordo, de 200 millones, vence el 27 de diciembre y la sociedad de Mestalla pretende alargar el pago hasta dentro de 15 años. Otro tanto pretende con el otro, los 81 de la Fundación del club a la entidad financiera, cuyos intereses, de 4,6 millones vencen hoy y están avalados por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) de la Generalitat. La Fundación es la máxima accionista del Valencia, con un 70%, y si Bankia ejecuta el aval, el club pasará a manos del gobierno valenciano. Queda otro préstamo de 25 millones que el Valencia le debe al Banco de Valencia, entidad adjudicada hoy a La Caixa, según fuentes financieras.

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