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El Atlético juega hacia atrás

Los de Simeone se olvidan de atacar ante el Viktoria y acaban segundos de grupo, a la espera de un caído de la ‘Champions'

Jordi Quixano
Stípek trata de robar el balón a Emre.
Stípek trata de robar el balón a Emre.Petr David Josek (AP)

El Atlético echó la mirada hacia atrás por primera vez en mucho tiempo y jugó con el paso cambiado el duelo ante el Viktoria Plzen, que se le indigestó de lleno. Tras caer en el derbi, fue la segunda derrota consecutiva en el curso, efeméride que no se daba desde el pasado 11 de abril, cuando cayó ante el Levante y de nuevo ante el Madrid. Fue, en cualquier caso, una derrota bien incómoda porque acaba segundo de grupo, a la espera de un rival descolgado de la Champions, fatalidad de castigo.

Acostumbrado el equipo al ataque vertical, el duelo en Pilsen fue rácano

Simeone dio de nuevo carrete a sus teloneros, por más que promulgue que todos los futbolistas cuentan por igual. Pero del pasado derbi solo repitieron tres de partida (Juanfran, Miranda y Diego Costa), ardid que oxigena y contagia ilusión al grupo, pero que se le ha torcido en la Liga Europa con los topetazos en Coimbra —frente al Académica— y Pilsen, tras un partido en el que el Atlético fue menos Atlético que nunca, al menos desde que Simeone cogiera al equipo.

V. PLZEN, 1 - ATLÉTICO, 0

Viktoria Plzen: Kozacik; Reznik, Prochazka, Cisovsky, Limbersky; Horvath (Sevinsky, m. 92), Darida; Rajtoral (Zeman, m. 74), Kolar (Stípek, m. 89), Duris; y Bakos. No utilizados: Pavlik; Koncal, Malakyan y Hora.

Atlético: Asenjo; Manquillo (Pedro Martín, m. 89), Pulido, Miranda, Cisma (Saúl, m. 87); Tiago, Emre; Juanfran (Koke, m. 59), Raúl García, Adrián; y Diego Costa. No utilizados: Courtois; Silvio, Cata y Kader.

Gol: 1-0. M. 26. Prochazka remata a la red un saque de esquina.

Árbitro: Oli Thorleifsson (ISL). Amonestó a Manquillo, Limbersky. Roja directa a Diego Costa por una agresión (m. 91).

Ciudad de Pilsen. 12.000 espectadores.

Se desgañitaba El Cholo desde el área técnica para solicitar intensidad, energía y circulación. Pero los jugadores hicieron oídos sordos, quizá congelados por los -4 grados centígrados que marcaba el termómeto, también helados los pies, las ideas y la voluntad. Acostumbrado el equipo al ataque vertical, sin demasiada pausa pero sobrado de efectividad porque Falcao todo lo puntea, su duelo en Pilsen fue rácano, sin la portería rival en el entrecejo, más bien apocado y con la segunda línea atornillada a su parcela, lejos de prodigarse con las llegadas desde atrás como habitúa. Demasiadas flaquezas que resultaron en un Atlético sin pegada, aunque bien cimentado atrás. De hecho, solo recibió dos disparos: un cabezazo flojo de Kolar a las manos de Asenjo y el gol, la condena, a la salida de un córner.

Los posibles rivales

● 32 equipos disputarán los dieciseisavos de final de la Liga Europa, competición en la que el Atlético defiende el título
● En el primer bombo del sorteo, que se celebrará el próximo 20 de diciembre en la sede de la UEFA en Nyon, estarán los 12 campeones de grupo en la primera fase más los cuatro mejores terceros de la fase de grupos de la Liga de Campeones
● Al segundo bombo van los 12 segundos de cada grupo, entre ellos Atlético y Levante, y los cuatro peores terceros procedentes de la 'Champions'
● Sus posibles rivales serán: Chelsea, Olympiacos, Cluj y Benfica - procedentes de la 'Champions'; y Liverpool, Fenerbahçe, Girondins, Steaua, Dnipro, Rubin Kazan, Olympique de Lyon, Metalist, Genk y Lazio, como primeros. También pasan Viktoria y Hannover, que no podrán medirse a Atlético y Levante respectivamente.

El Atlético entremezcla los marcajes individuales y zonales en las jugadas de estrategia en contra, dependiendo de cómo se ubica el rival y con cuántos quiere salir al contragolpe. Pero le salió fatal la estrategia, hasta el punto de que Viktoria hizo el córner de toda la vida, el que se pone el esférico al primer palo para peinarlo y que alguien remate en el segundo. Funcionó; Cisma no llegó al movimiento del primer palo y varios jugadores miraron cómo Prochazka remataba a gol.

Apenas reaccionó el Atlético, sin presionar la raíz del juego rival, con problemas para repartirse el balón. Algo extraño si se tiene en cuenta que el Viktoria ya no pasó de su campo, satisfecho porque los deberes estaban hechos. Así, no funcionó el eje rojiblanco, lejos de ser Tiago il capo dei capi que se le presume, y poco aportaron los costados. Resulta que a Juanfran se le quedó corto el campo como interior y Adrián, desterrado en el derbi, fue más incisivo, pero pretendió resolver los entuertos con carreras titánicas, eslalones improbables. Cuando soltó el pase al hueco, se subrayó Diego Costa, que firmó tres disparos, todos estériles porque ninguno dobló las manos de Kozacik. Tampoco atinó en su chut Koke, que salió como reulsivo para canalizar el ataque Atlético y se quedó a medio camino.

Ha perdido el paso el Atlético, con o sin sus titulares, y aunque en la Liga mantiene de forma brillante el pulso con el Barça, en Europa se ha complicado la vida.

Otro lío de Diego Costa

Diego Costa entiende el fútbol como una refriega, donde siempre hay que ir al límite, sin importar que en ocasiones se extralimite de lo deportivo. Ante el Madrid, se vio envuelto en una pelea de escupitajos con Sergio Ramos y ayer, en el último minuto, vio la cartulina roja por darle un cabezo a un rival después de un rifirrafe que no iba con él, entre Pedro y Limbasrky.

Tanto en el Celta como en el Albacete, dos de sus cesiones antes de asentarse en el Atlético —también pasó por Valladolid y Vallecas—, Costa dejó una doble impresión: era un ariete de primer nivel que debía atemperarse. Pero no lo ha hecho.

Hace tres años, con Quique Sánchez Flores en el banquillo, llegó con siete kilos de más a la pretemporada porque ya no quería jugar en el Atlético, harto de cesiones. Le hicieron recapacitar y se ganó un sitio en el equipo. Pero luego se rompió la rodilla y debió recuperar el gol en el Rayo. “Una bestia humana, un jugador con mucha hambre”, le define José Ramón Sandoval, su extécnico.

Pero, en ocasiones, un tanto irracional. Como anoche. Negó El Cholo desde la banda y negó el jugador al salir del campo; se ha estropeado su Liga Europa.

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