Diego Costa juega y golea

Sin Falcao, descartado a última hora por una sobrecarga muscular, con Adrián fuera del partido a los 15 minutos por un esguince de tobillo, el Atlético se sobrepuso a un partido duro, de mucha intensidad, copero y guerrero, en el que fue zarandeado en sus primeros compases como no lo ha sido en todo el curso en su estadio. Lo levantó Diego Costa, que en los dos últimos partidos se ha erigido en un futbolista capital para su equipo. Anoche provocó y ejecutó el penalti con el que su equipo creció para acabar con una renta de tres goles, el último también obra suya. Si en una semana descendió al infierno por sus malos modos, en cuatro días se ha rehabilitado callado, goleando y jugando.

La propuesta inicial del Getafe fue muy distinta a la que utilizó sin pena ni gloria en el partido de Liga. Salió incendiado para presionar arriba, donde más le duele al Atlético por lo que le cuesta elaborar juego con fluidez desde atrás cuando le aprieta. En esa salida generosa, buscó a sus futbolistas más habilidosos con ambición. La alineación de Luis García esta vez no fue mentirosa como hace un mes. Dispuso desborde a mansalva sobre el campo y no fue una mera pose. Sin un nueve de referencia, la defensa y el centro del campo rojiblancos padecieron en el primer cuarto de hora un anticipo de lo que le puede esperar el domingo en el Camp Nou. Sostenidos y lanzados por la agresividad de Lacen y Juan Rodríguez. Diego Castro, Barrada y Lafita generaron un desconcierto inusual en este Atlético. Ese zarandeo obligó a Courtois a una estirada felina en un cabezazo de Abraham y a un ejercicio de reflejos y colocación en disparo de Miguel Torres. No está acostumbrado el meta belga a tanta faena, parapetado siempre en el cortocircuito permanente al que somete el Atlético a sus rivales.

Simeone descartó a Falcao por sobrecarga muscular y Adrián sufrió un esguince de tobillo

Fue Diego Costa en su versión de fajador por todo el frente de ataque el que recompuso a los suyos. De una pugna por un balón suelto en el área arañó un penalti a Alexis, que entró al bulto con la inocencia de un juvenil. Sin Falcao, el elegido para el lanzamiento fue el propio Costa, y no lo desperdició. El gol fue un punto de inflexión. Rebajó la fiereza del Getafe y desató la del Atlético. En casi todo lo que generó en ataque a partir de entonces estuvo por medio Diego Costa. Un baile en un palmo en el área con el que se sacó a dos defensas y cosió un disparo centrado, un cabezazo a pase de Arda que Alexis sacó bajo la línea de gol y unas cuantas arrancadas que cascarillaron a toda la defensa visitante.

Alrededor de su único delantero fueron creciendo Arda, Koke, Gabi y Filipe Luis. Fue el lateral brasileño el que hizo el 2-0 tras un recorte y un disparo raso y dañino desde la frontal del área que Arda estampó en el palo. Ese tanto terminó por hundir al Getafe, que le concedió al Atlético la secuencia que mejor domina. Robó Raúl García, le entregó la pelota a Gabi y este lanzó a la carrera a Diego Costa, que se templó para la definición antes de meter con delicadeza el interior de la bota derecha.