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Desastre histórico del Barça en el Palau

El equipo azulgrana cae ante el Obradoiro con su tercera peor anotación de todos los tiempos en casa (54-62) y se complica la clasificación para la Copa tras su sexta derrota en Liga

Robert Álvarez
Huertas lucha por el rebote
Huertas lucha por el reboteRODOLFO MOLINA (DIARIO AS)

El desastre de partido que consumó el Barcelona Regal ante el Obradoiro no lo delata siquiera su ya de por sí chirriante resultado final: 54-62. El horroroso juego que desplegó el equipo azulgrana desembocó en una sucesión de acciones previsibles, ataques deslavazados, tiros apurados, pérdidas de balón constantes… un horror de proporciones históricas. La estadística dice que nunca anotó tan pocos puntos en casa el Barcelona en la Liga ACB y solo tres veces antes de 1983 se quedó tan corto en el marcador jugando como local.

El gatillazo del Barcelona es el tercero consecutivo ya que la semana pasada perdió también en el Palau ante el CSKA y ante el Gran Canaria en el Centro Insular de Deportes. Su situación se agrava en la Liga Endesa en la que suma ya seis derrotas en 13 jornadas y empieza a ver seriamente comprometida su clasificación para la Copa del Rey, que reúne a los ocho mejor clasificados en la primera vuelta, del 7 al 10 de febrero en Vitoria. Al Barcelona, además, le aguarda un difícil calendario: el Unicaja en Málaga, el Real Madrid, el Lagun Aro y el Estudiantes en Madrid. El equipo de Xavi Pascual se mantiene en el séptimo puesto, pero el Estudiantes, el Unicaja y el propio Blusens Monbus le siguen en la clasificación con el mismo balance de victorias y derrotas.

Barcelona, 54 - Blusens, 62

Barcelona Regal: Marcelinho Huertas (2), Abrines (0), Mickeal (5), Lorbek (13), Tomic (14) -cinco inicial- Sada (0), Ingles (8), Jasikevicius (7), Todorovic (0), Rabaseda (2), Jawai (3).

Blusens Monbus: Rodríguez (8), Corbacho (9), Pumprla (10), Kendall (8), Junyent (9) -cinco inicial- Hummel (5), García (0), Dewar (2), Mejri (11), Freire (0).

Parciales: 13-15, 10-12, 14-18 y 17-17.

Palau Blaugrana. 3.651 espectadores. Los jugadores del Barcelona lucieron una camiseta en apoyo a Tito Vilanova.

Ni siquiera las notorias eximentes permiten explicar el varapalo y la decepción del juego del Barcelona, que no pudo contar con Navarro, lesionado, y que apenas disfrutó de unos minutos de Jawai, que sufrió un esguince en un tobillo tras un salto en el que aterrizó sobre el pie de Oriol Junyent.

El ataque del Barcelona fue un auténtico desastre, de principio a final. Solo anotó tres de los 22 triples que lanzó, un 13%, y solo Tomic, el único que concluyó con unos números aceptables, 14 puntos y ocho rebotes, y en menor medida Lorbek, con 13 puntos y cinco rebotes, crearon algún problema importante a la defensa rival. Marcelinho estuvo muy desacertado, Sada tampoco le enmendó la plana. Jasikevicius intentó tirar del equipo a base de temperamento y agresividad. Ni por esas. Sin elaboración ni buenos movimientos, los fallos en ataque se sucedieron, sin importar quien lanzara: Mickeal, Rabaseda, Abrines, Jawai, Todorovic…

El Bluesens Monbus desplegó sus efectivos con muy buen sentido táctico, forzando siempre donde más le dolía al Barcelona, en el arranque mismo de cada jugada, muchas veces con presión en toda la pista. Dejó en evidencia el equipo de Moncho Fernández la ineficacia de los movimientos del quinteto azulgrana, las dificultades para subir el balón y combinar con alguna posibilidad de crear posiciones de tiro.

Todo eso quedó muy claro en el recuento de pérdidas de balón, 19 del Barcelona y 13 del Mobus, y también de recuperaciones, 15 del equipo gallego y solo seis del catalán. No tuvo casi ninguna posibilidad el Barcelona, que en un Palau con apenas media entrada, llegó a acumular 14 puntos de desventaja cerca del final del tercer cuarto (37-45). Reaccionó ligeramente (45-52), pero el Monbus, con el base dominicano Andrés Rodríguez controlando siempre el ritmo de juego y con el pívot tunecino Mejri y el alero checo Pumprla, como puntas de lanza. El cuadro gallego obtuvo el triunfo con una solvencia y una autoridad inesperadas, ante un Barcelona irreconocible, con todos los síntomas de estar atravesando una crisis de juego y confianza como hace años que no conocía, desde que Xavi Pascual relevó a Dusko Ivanovic en el banquillo, en febrero de 2008.

Pascual: “Hemos sido una caricatura de equipo. Jugamos fatal”

“Hemos sido una caricatura de equipo, un equipo tan malo como los 54 puntos indican, hemos jugado fatal”, afirmó Xavi Pascual de forma rotunda en la rueda de prensa posterior al partido.

El técnico señaló que jamás había vivido una situación similar desde que es entrenador del Barcelona, tras ver cómo su equipo se queda con un balance de 7 victorias y 6 derrotas y se complica la clasificación para la Copa.

“La necesidad de la victoria les ha hecho pasar de vueltas y nunca han podido controlar sus emociones”, analizó el técnico que calificó de “correcto” el nivel defensivo del equipo.

“No esperaba que nos pasara algo así, hemos podido perder o ganar, pero esto no nos había pasado. Esta falta de decisión a nivel ofensivo, tenemos que reflexionar y buscar soluciones rápidas. Esto hace bastante daño. Solo tengo una mentalidad que es entrenar a los jugadores sintiendo que son los mejores y que pueden ganar siempre”, cerró.

El resto de la jornada

El Asefa Estudiantes y el FIATC Joventut se llevaron la victoria en los finales más igualados de la jornada. Los colegiales, liderados por English y Gabriel, superaron al Herbalife Gran Canaria (83-75) y el Joventut derrotó al Cajasol por 84-82.

El Lagun Aro consiguió su segunda victoria de la campaña, la primera en casa, al tumbar al CAI Zaragoza por 79-70 liderado por Woods (19 puntos) y Salgado (18).

Por su parte, Caja Laboral (71-93 en Valladolid), Bilbao Basket (98-75 contra el UCAM Murcia), y Unicaja (88-67 contra el Canarias) sellaron los triunfos más holgados de la jornada.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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