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El avispero del antidopaje

La sentencia que devuelve la Vuelta a Heras y el cierre del laboratorio de Madrid por la AMA son noticias que ponen de nuevo en peligro la imagen internacional de España

C. ARRIBAS
Roberto Heras, con el maillot amarillo de la Vuelta que ganó en 2005.
Roberto Heras, con el maillot amarillo de la Vuelta que ganó en 2005.REUTERS

Bien le habían aconsejado a Miguel Cardenal hace un año, nada más tomar posesión como secretario de Estado para el Deporte: “El dopaje, sobre todo, ni lo toques, que solo trae disgustos, que hagas lo que hagas, lo hagas bien o lo hagas mal, acabará volviéndose en tu contra”. Bien le aconsejaron, pero no pudo evitar entrar a fondo en el asunto del dopaje —algo así como el avispero de los Balcanes del deporte, un enredo envenenado y venenoso— el secretario de Estado, y no porque él así lo deseara, sino porque fue el dopaje el que fue en su búsqueda y no pudo evitar el encontronazo.

Y así hasta el final. Si el primer año de su mandato comenzó con la polémica de los guiñoles de la televisión francesa, que tan nerviosos puso a los guardianes de la marca España, ha terminado con otra de esas noticias —la sanción de tres meses al laboratorio antidopaje de Madrid por un error en un control—, que por sus repercusiones en la imagen internacional del país despiertan pavor en algunos ámbitos, como la candidatura olímpica de Madrid 2020. Su presidente, Alejandro Blanco, que recuerda que fue precisamente la ley antidopaje uno de los elementos que jugó en contra de la candidatura de Madrid 2016, se encontrará ahora con la dolorosa tarea de recibir dentro de unas semanas a la comisión evaluadora del COI con el laboratorio antidopaje clausurado. Los responsables del deporte español recuerdan que en los últimos años la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) solo ha sancionado a países considerados de tercera división, una posición en el concierto deportivo que, evidentemente, no creen que sea la que merece España.

La comisión del COI que evaluará Madrid 2020 se encontrará un laboratorio cerrado

Y como si este caso no fuera sino un elemento más de una conjura, simultáneamente el Tribunal Supremo sentenció el caso Heras con la conclusión de que no todo vale para recurrir al Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), lo que supondrá un cierto retraso en el camino de la nueva ley antidopaje, la que precisamente se pactó con la AMA para convencer al COI de que en España se es más serio que en ninguna parte en esos asuntos. Y dentro de un mes comenzará en Madrid el juicio de la Operación Puerto, que podría convertirse, por efecto rebote, en un juicio no a los acusados de un delito contra la salud, sino a la gestión que las autoridades españolas hicieron del caso. Por ello, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) ya ha ordenado al abogado del Estado que en su acusación e interrogatorios no se quede en la superficie, sino que busque que salga la verdad de su trama económica.

Todo ello, unido a otros casos que se han ido enquistando a lo largo del año, como el asunto Mullera, el papel del Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD), tienen más peso, y negativo, en la opinión pública internacional no solo que los éxitos deportivos del año, como la Eurocopa del fútbol y el meritorio papel en Londres 2012, sino incluso que los esfuerzos de la lucha antidopaje en pos del prestigio internacional, personificados en la directora de la Agencia Estatal Antidopaje (AEA), Ana Muñoz Merino, que ha multiplicado los contactos y la colaboración con la AMA y la agencia norteamericana, y ha logrado que se reconozcan los avances, pero no ha evitado aún los juicios negativos.

En el CSD aceptan como un aldabonazo al conformismo la sanción al laboratorio, de cuyo buen funcionamiento también tenían sus dudas, si bien aclaran que, aunque público, no es el único que hay en España, pues también está el de Barcelona, cuyo director, Jordi Segura, está en diversas comisiones de la AMA. Y recuerdan que si España tiene un problema de imagen no es tanto por cómo la ven desde fuera, sino por cómo se ve ella a sí misma: tan perfecta que cree que todas las críticas son fruto de la envidia o la malquerencia.

Así, inevitablemente, el avispero del antidopaje seguirá zumbando. A la espera de la nueva ley antidopaje, que tardará meses en ser aprobada, el Gobierno ya ha redactado el real decreto que permitirá a la directora de la AEA presidir también la Comisión Antidopaje, con lo que se reforzará su papel y, al mismo tiempo, la imagen de cambio y severidad.

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Sobre la firma

C. ARRIBAS
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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