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“Un Madrid con el encanto de antaño”

El equipo de Laso, elogiado por su estilo, afronta el clásico ante el Barcelona con el reto de igualar el mejor inicio de la historia de la ACB: sus 15 victorias consecutivas de la temporada 1987-88

Faustino Sáez
Laso, durante un tiempo muerto
Laso, durante un tiempo muertoAMAIA ZABALO (DIARIO AS)

Hubo un tiempo en el que el baloncesto era un juego recreativo sin cabida para los planteamientos ajedrecísticos. Un deporte jugado a la carrera donde primaba la intención de meter más puntos que el rival antes que la idea de esposar al enemigo. Era la época en la que el Madrid coleccionaba Ligas y Fernando Martín pisaba la luna de la NBA. En aquellos años, en el Palacio de los Deportes un velódromo enmarcaba el parquet y un equipo de vértigo desafiaba cada partido a los rivales en la frontera de los 100 puntos. De esos días data el mejor arranque de la historia de la ACB. Las 15 victorias consecutivas que estableció el conjunto blanco dirigido por Lolo Sainz en la temporada 1987-88. Un récord que esta tarde (19.00, La1 y TV-3) intentará igualar en el Palau el Madrid de Laso con la apuesta que más y mejor ha emparentado en lustros con el viejo ideario madridista.

“Juegan al contraataque como a mí me gusta. El ajedrez está bien para determinados momentos, pero el auténtico y verdadero baloncesto es el juego rápido, de sorprender al contrario corriendo en ataque y cogiéndoles descolocados. He sido un enamorado de ese juego y estoy encantado de verles jugar así ahora. A la gente le apasiona el juego veloz y si se puede culminar con mates y espectáculo mejor…en mi época había menos mates porque éramos más bajos”, cuenta Lolo Sainz equiparando a su equipo con el actual. Una idea arraigada entre el madridismo. “Pocas veces los veteranos nos hemos sentido tan identificados y tan orgullosos con el estilo del equipo como lo estamos ahora. Se ha recuperado el juego tradicional del Madrid”, proclamó Rafa Rullán, presidente de las leyendas del club, en el brindis navideño de la Asamblea de exjugadores que les reunió hace apenas 15 días.

“El contraataque es el verdadero baloncesto. Me encanta verles jugar”, dice Lolo Sainz

La apuesta de Laso seduce y arrasa. Los blancos llegan al clásico invictos en la Liga, luciendo el mejor ataque de la competición con 88,9 puntos de media por partido (13 más que el Barcelona), liderando la estadística de triples (139), mates (3,36) y tapones (3,86) y sumando la mayor valoración (101,21). Unos números que obligan a escudriñar la enciclopedia para encontrar parangón.

Solo el Baskonia (entonces TAU) de la temporada 2003-04 alcanzó baremos parecidos a los de este Madrid. Entonces, el grupo de Prigioni, Calderón, Macijauskas, Nocioni y Splitter comenzó la Liga con 14 victorias seguidas y una media anotadora de 91,6 puntos por encuentro. Cayó en la 15ª jornada precisamente en el Palau. Fuera de la década de los 80 apenas aparecen dos hitos más: el Barcelona de la temporada 2000-01, que con Navarro, Karnisovas, Jasikevicius, Dueñas y Pau Gasol ganó el título con 91,2 puntos por partido; y el Madrid de la 1995-96, que firmó una media de 92,7 en las 14 primeras jornadas, aunque luego cayó en cuartos. Era el equipo post-Sabonis y el primer año de Laso como madridista. Arrebatos episódicos en una anotación que fue languideciendo con los años y los cambios de reglas. A los últimos tres campeones no les hizo falta alcanzar los 80 puntos para levantar el trofeo.

Los blancos son el mejor ataque de la competición y líderes en triples, mates, tapones y valoración

Este curso, el Madrid de Laso se ha desatado y va camino de romper registros. “Han perfeccionado la idea del año pasado. Tienen una amenaza en el perímetro que hace muchísimo tiempo que no tenía el Madrid y jugadores interiores muy variados. Es un equipo redondo con actitud ganadora”, analiza Antonio Martín. “Proponen un juego en el que prima el talento por encima de todo y el ataque como camino al éxito. Se puede hacer y ahí está la muestra. Están llamados a marcar época”, prosigue el exjugador y director deportivo de la sección entre 2005 y 2009, que vivió desde dentro el éxito del primer año de Joan Plaza (que conquistó la última Liga blanca hasta la fecha en 2007) y fracasos posteriores. “Quizá se rompieron los eslabones de la cadena. Se perdió la idea de que los nuevos o los jóvenes se encontraran referencias en el equipo. Cuando trajimos a Llull o a Mirotic estaban jugadores como Raúl López o Felipe Reyes que sabían lo que era esto y eso es una base importantísima para que, con paciencia, lleguen los resultados. Ha costado, pero se han acabado haciendo bien las cosas y ahora hay que rematarlas con más títulos”.

La apuesta por Plaza fue tan inopinada como exitosa en sus inicios. Paralelismos con la llegada de Laso y refrendo de una historia plagada de triunfos de hombres de la casa en el banquillo. 27 de las 30 ligas y 7 de las 8 Copas de Europa de los blancos llegaron con librillos nacionales forjados en el club. “La normalidad es un bien escaso. Pablo ha traído lo que necesitaba una casa con tanto ruido como el Madrid. Es una institución tan hiperbolizada que agradece los discursos serenos y el trabajo en silencio”, apunta Martín. “No es un club complicado pero hay que saber entenderlo y el éxito para lograrlo radica en la sencillez. Ha habido grandes entrenadores que no han dado con la llave de la filosofía y el espíritu del club”, refrenda Sainz, con 16 Ligas de blanco en su expediente (ocho como jugador y otras tantas como entrenador), al tiempo que señala otras claves del líder: “Medio equipo lleva tres o más años jugando junto y hay un núcleo muy importante de jugadores españoles”.

Laso, tras la victoria ante el Panathinaikos en la Euroliga
Laso, tras la victoria ante el Panathinaikos en la EuroligaCORDON PRESS

Con la pizarra de Lolo llegó aquel récord del curso 87-88 de 15 victorias consecutivas en una temporada que, sin embargo, marcó un punto de inflexión y un cambio de tendencia. “Veníamos de un mal año y queríamos arreglarlo. Comenzamos enrachados, pero no pudimos culminarlo. Era la temporada del regreso de Fernando [Martín] de la NBA y eso nos rearmaba pero su lesión durante la final nos marcó”. Solo ganaron la Korac ante la Cibona de Petrovic. Fue la primera vez en la historia que el Madrid perdía dos Ligas consecutivas y la continuación de una secuencia de cuatro títulos del Barcelona. Si en la Liga Nacional los blancos se habían apuntado 22 títulos por tres de su eterno rival, en la era ACB la contabilidad marcha 14-8 a favor de los azulgrana. “En plena racha nos pilló el triple de Solozábal en la final de Copa de Valladolid. Fue un mazazo y el comienzo de una mala época”, rememora Juanma Iturriaga, que al final de la temporada dejó el equipo junto a Corbalán y Del Corral. “La nostalgia no sirve. Los jugadores actuales son mucho mejores y nos ganarían de 30 puntos. Las generaciones crecen y evolucionan. Equiparando las condiciones antropológicas, morfológicas, técnicas y tácticas en lo único que podríamos competir e incluso decir que éramos mejores es en el espíritu de lucha y hambre de triunfo”, explica Del Corral elogiando a un Madrid que juega como el de entonces.

“A los aficionados más jóvenes hay que decirles que lo que hace el Madrid de ahora es lo que ha hecho toda la vida. Juegan con el encanto de antaño. Era el estilo del baloncesto español, de la selección, del Barça también, de todos. Correr mucho, tener grandes tiradores… Los partidos eran más rápidos y había una norma que para mi gusto habría que volver a implantar que es que en campo de defensa el árbitro no tocaba el balón. Eran los años en los que las aficiones cantaban ‘¡queremos 100, queremos 100 [puntos]!’ Todos los cambios de reglamento de los últimos años han llevado a un juego con más parones, mayor intervencionismo de los entrenadores, más táctico y aburrido. Es como el pinganillo en el ciclismo”, cuenta José Luis Llorente, base junto a Corbalán del equipo del 88 y actual presidente de la Asociación de baloncestistas Profesionales (ABP), que no se olvida del Madrid de los 70 que ganó una Liga (la 72-73) con 30 victorias. “Se nos estaba olvidando cómo era esto, pero Laso ha demostrado que se puede jugar de otra manera”.

El Madrid actual es un quinteto de 12 hombres. Solo Mirotic y Carroll han disputado los 14 partidos superando los 20 minutos

El Madrid actual es un quinteto de 12 hombres. Solo Mirotic y Carroll han disputado los 14 partidos superando los 20 minutos. Solo Draper, Pocius y el recién llegado Hettsheimeir bajan de los 14 de media. Cinco jugadores (Mirotic, Llull, Carroll, Rudy y Felipe) superan además los 10 puntos por partido. “Ir al Palacio es garantía de pasárselo bien. Siempre dan espectáculo”, sentencia Sainz. En los partidos del Madrid es donde el aficionado ve más ataques, más lanzamientos y más canastas. “Ganar títulos no es un fin sino el resultado de hacer las cosas bien. Son un grupo muy competitivo con capacidad para ganarlo todo”, cierra Iturriaga.

Antes de la llegada de Laso al banquillo, la contabilidad entre los dos grandes reflejaba 13 victorias de los azulgrana por dos del Madrid en sus últimos 15 duelos. El curso pasado el pulso acabó 5-4 a favor del Barça (que ganó Liga y Supercopa frente a la Copa blanca). Esta temporada el Madrid se apuntó la Supercopa y hoy en el Palau se jugará deshacer el empate ante un Barça apurado que busca no quedarse fuera del corte de la Copa. Un pulso legendario en un partido que guarda un récord de otros tiempos.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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