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El Baskonia nunca falla a su cita anual

Los anfitriones se deshacen del CAI con un tercer cuarto volcánico

r. álvarez
Van Rossom encara a Heurtel.
Van Rossom encara a Heurtel. l. rico

Vitoria es una fiesta, el Buesa Arena hierve con su equipo y el Caja Laboral de Zan Tabak correspondió con la solvencia que se le demandaba ante el CAI Zaragoza (88-64), meritorio pero corto de experiencia y cuajo en tesituras con la carga dramática de la Copa. Al Caja Laboral le bastó con un tercer cuarto volcánico para desbaratar la férrea y obstinada oposición de un rival que explotó la buena mano y la agresividad ofensiva de Aguilar y Norel. El problema del CAI es que jugó con las cartas muy marcadas. No consiguió encontrar alternativas atacantes y por ahí perdió por completo el hilo del partido.

Zan Tabak explotó a fondo el juego interior de su equipo, con Lampe como punta de lanza. Esa fortaleza en el interior de la zona no tuvo correspondencia con la pólvora que malgastó desde el exterior. Pero en el tercer cuarto, Heurtel y Causeur entraron en ebullición. Manejaron con mucho ritmo, templaron sus muñecas y la defensa del CAI se resquebrajó a medida que iban entrando los triples del Baskonia.

CAJA LABORAL, 88; CAI ZARAGOZA, 64

Caja Laboral: Heurtel (16), Causeur (14), Nocioni (15), M. Bjelica, Lampe (17) —equipo inicial—; Cook, Pleiss (4), N. Bjelica (8), San Emeterio (6), Jelinek (8), Cabezas y Calbarro.

CAI Zaragoza: Llompart (8), Roll, Rudez (8), Aguilar (23), Norel (10) —equipo inicial—; Jones (10), Van Rossom (5), Toppert y Stefansson.

Árbitros: Arteaga, Pérez Pérez, Perea. Sin eliminados.

Unos 14.500 espectadores en el Buesa Arena.

Atormentado por sus pérdidas de balón y la repentina facilidad ofensiva del Caja Laboral, el CAI perdió también por completo el hilo en ataque durante ese tercer cuarto fatídico. Encajó un parcial de 28-9 cerca ya del final de ese periodo en el que cavó su propia fosa: 68-50.

Tabak pudo administrar los cambios con la tranquilidad de un marcador aplastante y el CAI no logró meter en el partido a una serie de hombres que pasaron de puntillas por él, caso de Roll, Stefansson, Toppert o Llompart. Todo lo contrario de lo que pasó con el Caja Laboral, en el que todos aportaron lo suyo, excepto Cook y Milko Bjelica, y con sobresaliente para Lampe, Nocioni, Causeur y Heurtel.

El Caja Laboral estará en unas semifinales en las que no faltado durante los últimos 12 años, siempre fiel a una cita que ganó por última vez en Madrid, en 2009, ante el que mañana será su rival, el Barcelona Regal.

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Sobre la firma

r. álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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