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“Me falta velocidad de reacción y potencia en las piernas”

Nadal pierde un ‘break’ de ventaja en la tercera manga ante un brillante Zeballos

Juan José Mateo
Zeballos y Nadal se saludan al final del partido.
Zeballos y Nadal se saludan al final del partido.MARTIN BERNETTI (AFP)

La raqueta de Horacio Zeballos despide truenos. En la final del torneo chileno de Viña del Mar, Rafael Nadal no es Rafael Nadal, porque aún no están listas sus piernas ni afilados sus tiros, pero el número 73 del mundo también pone de su parte para que el encuentro se estire hasta la tercera manga. Zeballos asalta el encuentro desde el placer, dispuesto a disfrutar de la ocasión de enfrentarse a uno de los mejores tenistas de la historia, y tararea canciones en el banquillo igual que luego baila sobre el albero. Su revés envenena la pelota y martiriza al español, incapaz de romperle el saque en las dos primeras mangas, roto él mismo en cuanto consigue el break al inicio de la tercera, un punto asombrado por los ataques furibundos que le llegan desde enfrente. Tira y pega Zeballos. No ve hueco Nadal. Tras siete meses lesionado con una rotura parcial de ligamento rotuliano y una hoffitis en la rodilla izquierda, el número cinco mundial se inclina 7-6, 6-7 y 4-6. Solo el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic le habían vencido en una final sobre tierra. El español también perdió a continuación la final de dobles, junto a Juan Mónaco, por 6-2 y 6-3 ante la pareja italiana conformada por Lorenzi y Starace.

El mallorquín solo había cedido finales en arcilla ante Federer y Djokovic

Aunque la final ante Zeballos demostró que aún le falta una marcha, la semana deja lecturas positivas para el mallorquín, que superó barreras físicas y mentales para luchar por el título. “Los médicos nos han dicho que hasta finales de febrero lo normal es seguir teniendo más molestias”, cuenta por teléfono y a principios de semana Toni Nadal, su tío y entrenador. Son unas pocas palabras que resumen un millón de dudas. Cuando el mallorquín llega a Chile, no solo examina su rodilla izquierda, que le mantiene lejos de las pistas durante siete meses. También se enfrenta al óxido competitivo, a que tras tanto tiempo en el arcén surjan los titubeos y las indecisiones en los momentos decisivos. Al cabo de la semana, y a la espera de que se pruebe ante los mejores y de que se evalúen los efectos de la competición en su articulación, el torneo vuelve a retratar a un cabeza dura. Tras perder su primer saque en su debut, salva 13 pelotas de break seguidas durante la cita, y no cede el servicio hasta la tercera manga de la final, donde lo entrega en dos ocasiones.

"Me falta velocidad de reacción, me falta energía y potencia en las piernas para poder alargar más las pelotas, cosas que he tenido durante toda mi carrera", dice en una rueda de prensa tras el partido. "Juego con lo que tengo y hoy no tengo más", continúa tras felicitar a su contrario. "Hay días  en que la rodilla está mejor, hay días en que está peor, y eso afecta a mi rendimiento".

Antes del encuentro, el mallorquín ya valora su paso por Chile por encima del resultado en la final. “Estoy muy contento con lo que he logrado esta semana aquí en Viña del Mar. Me he sentido genial en la pista, no puedo pedir nada más. Mi objetivo ahora es intentar jugar mejor y mejor cada día”, razona el campeón de 11 grandes, que sigue jugando con un vendaje compresor alrededor de la rodilla izquierda. “Es buenísimo volver al circuito y poder alcanzar las dos finales después de tanto tiempo sin jugar”, añade. “Solo espero poder seguir disfrutando de mi juego como estoy haciendo en este torneo, y poder volver a estar mentalmente a punto”, cierra tras derrotar 6-2 y 6-2 al francés Chardy en semifinales.

Con el impulso de las horas de juego sumadas en Chile, fundamentales para recuperar la chispa en las piernas, el mallorquín competirá ya esta misma semana en el torneo brasileño de São Paulo. Ahí debutará contra el ganador del duelo que enfrente a Rubén Ramírez Hidalgo con un tenista de la previa. Ahí, con los 760 metros de altura sobre el nivel del mar de la ciudad brasileña, estarán a examen no solo sus piernas sino también sus tiros, porque volarán más sus golpes y deberían ser más frecuentes los fallos. El español, sin embargo, compite hoy pensando en mañana. El presente, aunque llegue bajo la forma de la derrota ante el brillante Zeballos, es la rampa de lanzamiento hacia el futuro. El balear juega en América pensando en Europa: llegar en plena forma a Roland Garros (desde el 26 de mayo) es el objetivo.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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