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Italia multa al racismo

El Inter de Milán es sancionado con 15.000 euros por los cánticos xenófobos de la grada contra Balotelli: “¡No hay italianos negros!”

GORKA PÉREZ
Mario Balotelli, durante un partido con el Milan.
Mario Balotelli, durante un partido con el Milan.ALBERTO LINGRIA (AFP)

Ya ni siquiera el desafortunado protagonista tiene por qué estar delante para ser insultado por el color de su piel. Balotelli, delantero italiano de origen ghanés, ahora en el Milan tras formarse en el vecino Inter, fue objeto de cánticos racistas por parte de su exequipo, durante el partido que medía a éste ante el Chievo en el estadio Giuseppe Meazza. Un hecho por el que el club dirigido por Massimo Moratti tendrá que abonar una multa de 15.000 euros tras conocerse el fallo del juez deportivo Gianpaolo Tosel, que condena al club neroazzurro “por los coros insultantes y las expresiones de discriminación racial” proferidos al jugador.

“¡No hay italianos negros!”, fue la frase que utilizaron algunos de los aficionados interistas en referencia a Balotelli, único futbolista negro de la selección italiana. No es la primera vez que se utiliza este argumento para ofender al jugador nacionalizado. Ya en 2009, la hinchada del Juventus acuñó este mensaje cuando Balotelli defendía la camiseta del Inter. Entonces el Juventus Stadium fue clausurado un partido, que se jugó a puerta cerrada.

El mes pasado, el también milanista Boateng dejó un campo por los gritos simiescos

La sanción al Inter llega en un momento especialmente delicado para el fútbol italiano. No en vano, el pasado enero Kevin-Prince Boateng, internacional con Ghana y compañero de Balotelli, abandonó el campo durante un partido amistoso del Milan ante el Pro Patria, un modesto equipo de la Cuarta División italiana, después de recibir gritos simiescos desde la grada. El árbitro suspendió el encuentro, un gesto que instauró un precedente de actuación ante futuras situaciones.

El incidente del Inter engorda un cada vez más abultado expediente de racismo detectado en la Serie A. “Italia es racista”, llegó a declarar Lilian Thuram, exjugador francés del Juventus, en la presentación de su libro Mis estrellas negras, tras hartarse de escuchar los mismos gritos desde las gradas italianas. Tampoco España escapa a este tipo de actuaciones. Dani Alves, defensa brasileño del Barcelona, advirtió hace unas semanas del mismo grado de racismo en los estadios españoles. “No es puntual, pasa en todos los sitos. Debemos aprender, pero hasta que no se tomen medidas es una batalla perdido”, declaró el jugador tras el partido de Copa ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu (1-1).

Samuel Eto’o, el que fuera compañero de Alves en el vestuario azulgrana, protagonizó en 2006 una escena igualmente significativa. Durante un partido ante el Zaragoza, el delantero camerunés estuvo a punto de abandonar el partido, a pesar de que tras conversar con sus compañeros se mantuvo en el terreno de juego.

Sin embargo, el racismo no solo se ha instalado entre aficiones, también existen precedentes entre futbolistas. Terry, excapitán de Inglaterra y central del Chelsea, fue sancionado con cuatro partidos por la Federación Inglesa por llamar “¡jodido negro de mierda!” a Ferdinand a pesar de que había sido declarado “no culpable” por la justicia ordinaria.

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Sobre la firma

GORKA PÉREZ
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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