_
_
_
_
_

“El objetivo es seguir hasta Río 2016”

Tras perder la oportunidad de ser el abanderado en Londres, el tenista, que debuta con victoria en dobles en Brasil, sueña con ir a Río

J. J. MATEO / AGENCIAS
Nadal, en el torneo de São Paulo.
Nadal, en el torneo de São Paulo.NACHO DOCE (REUTERS)

Para Rafael Nadal, Brasil no es solo la sede de su segundo torneo tras siete meses de baja por lesión. Es mucho más: el territorio de sus sueños, la tierra del futuro.

El mallorquín debutó anoche en Saõ Paulo en el cuadro de dobles ganando junto al argentino Nalbandian a la pareja española Pablo Andújar-Guillermo García López por 6-3, 3-6 y 11-9, y lo hará en el cuadro individual contra Joao Souza. Antes, Nadal recuerda sus sueños y revive una pesadilla. Repasa cómo sus vivencias olímpicas nacieron en los Juegos de Atenas 2004, a donde llegó nada más ganar su primer título (Sopot); crecieron en Pekín 2008, donde escaló hasta lo más alto del podio; y finalmente quedaron rotas, hechas añicos, destruidas, por una rotura parcial de ligamento rotuliano y una hoffitis en la rodilla izquierda. Entonces cobran cuerpo los malos recuerdos. El día de verano de 2012 que aterrizó en Madrid, acudió a la sede del Comité Olímpico Español y se fotografió como abanderado de la delegación española para los Juegos de Londres 2012. La jornada, menos de una semana después, en la que tuvo que renunciar al puesto por lesión. Con los Juegos de Río 2016 en el horizonte, Nadal pisa Brasil y habla claro: “A largo plazo el objetivo que está en mi cabeza es estar en los Juegos de Río de Janeiro 2016. Sé que es un objetivo muy a largo plazo en el día de hoy, pero también es un objetivo muy real”.

Después de tantos meses sin jugar es complicado e ilógico pensar en títulos, pues todas las preocupaciones y las dudas son lógicas Rafael Nadal

Nadal, que en 2016 cumplirá 30 años, llega a São Paulo, un torneo de categoría 250, la menor dentro del circuito ATP, tras perder la final individual y de dobles en el torneo chileno de Viña del Mar. En el vuelo entre las dos ciudades conversó con su amigo Juan Mónaco, el argentino con el que disputó el dobles en Chile, y celebró el cumpleaños de Rafael Maymò, su fisioterapeuta. Tinín, como apoda cariñosamente a la persona que pasa más horas con él al día, siguió cuidando de su rodilla izquierda. Fueron casi 10 partidos en una semana tras siete meses sin competir. Brasil pone a prueba la recuperación del cuerpo del campeón de 11 grandes.

“Después de tantos meses sin jugar es complicado e ilógico pensar en títulos, pues todas las preocupaciones y las dudas son lógicas, y aunque la rodilla me sigue doliendo los médicos dicen que está muy bien y que la recuperación avanza positivamente”, dijo a su llegada al torneo. “Vengo aquí a hacerlo lo mejor posible y entregarme a cada momento”, avisó el mallorquín en una multitudinaria rueda de prensa.

Como ocurrió en Chile, nadie quiere perderse un segundo de las palabras de Nadal, un minuto de sus entrenamientos, un suspiro de sus partidos. La gira sudamericana, normalmente huérfana de los tenistas que pelean por los torneos grandes, ha ganado un foco inesperado con la presencia del número cinco mundial. Nadal ha ganado otras cosas. Tiempo para intentar volver a ser él mismo sobre su superficie preferida, la arcilla, que es la menos dañina para las articulaciones. Cariño en una grada que le celebra todo y no le pide nada. Inspiración para sufrir: está en Brasil y lucha por su presente, pero también sueña con el futuro. Quedan tres años largos para Río 2016.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

J. J. MATEO / AGENCIAS
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_