_
_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El (D) efecto Roura

J. Ernesto Ayala-Dip
Roura y Mourinho, antes del duelo en el Bernabéu.
Roura y Mourinho, antes del duelo en el Bernabéu.JESUS AGUILERA (DIARIO AS)

Las declaraciones de Mourinho al término del partido, que enfrentó a su equipo con el Manchester United en octavos de final de la Champions, son de tal exquisitez deportiva que tuve que escucharlas varias veces para creérmelas, tanta fue la sorpresa. Resulta que ahora el entrenador del Real Madrid es una persona educada, inesperadamente contenida y razonable. Desde hace poco más de una semana, ya dio Mourinho muestras de su milagroso cambio. Respondió con una ironía casi inglesa a las desafortunadas declaraciones a la prensa del segundo entrenador del Barcelona Jordi Roura. Vamos, que también el segundo de Tito Vilanova se lo puso a huevo.

Resulta que ahora el técnico del Real Madrid es una persona educada, contenida y razonable

Ahora, lo único que ruego, a una semana del decisivo duelo entre el Barcelona y el Milan, es que Roura no mente ninguna otrora deficiencia arbitral. Ruego que le falle su prodigiosa memoria. Y pongo énfasis en el contenido de ese ruego, y no tanto en que el Barça cuaje el partido ideal. El Barça ya sabe lo que es ganar jugando mal. Es lo que ha venido haciendo durante esta Liga, al lado de partidos gloriosos. Ahora debería comenzar a aprender a ganar partidos decisivos, incluso cuando su crack mundial esté atravesando una crisis de juego. Al fin y al cabo esta es una cuestión de dibujo estratégico, si el crack anda un poco perdido le pones por delante a un nueve nato como Villa y la cosa se puede ir arreglando.

Lo que no tiene tanto arreglo es hablar por hablar, ir de estratega de la palabra, porque en este lance a Mourinho no le gana nadie, además de ponerte en contra al cuerpo arbitral. Roura debería saber que las palabras también juegan. Las suyas tan inoportunas fueron el mejor revulsivo para un Madrid que llegaba al Camp Nou más muerto que vivo. Es lo que le hacía falta, imponerse al Barcelona en la Copa y en la Liga en menos de cuatro días para aspirar con inesperada garantías a su tan ansiada Décima. Es lo que obran a veces las palabras.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_