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“Leo lo cambió todo”

Pedro, autor del gol que decidió la eliminatoria, Villa y Zubizarreta elogian el esfuerzo de Messi por estar en el partido

Messi saluda a Moura tras el partido
Messi saluda a Moura tras el partido JOSEP LAGO (AFP)

Messi apareció en escena en el minuto 16 de la segunda parte. Salió por Cesc y pareció que se hacía de día. A la grada le cambió la cara y al equipo, perdido a esas alturas, el ánimo. De golpe, donde no salía nada, todo iba de cara: Pedro llegaba a tiempo a la presión, le salía el regate a Villa y el rebote lo pillaba Xavi como si tuviera un imán. Como por arte de magia, el Barcelona volvió a parecerse a sí mismo. Y a Sirigu, el portero del PSG, se le acumuló la faena de buenas a primeras. Fue verle aparecer en escena y a la grada, que se llenó con más de 96.000 espectadores, le cambió el ánimo, nerviosa como estaba, consciente de que se escapaba la sexta semifinal consecutiva de la Copa de Europa. Pero no. Apareció la Pulga. “Y con Leo, todo cambió”, resumió Iniesta.

A esas alturas, cuando salió Messi al campo, Adriano, lesionado otra vez, de nuevo convertido en central como en la Supercopa contra el Madrid, de nuevo mal, ya había dejado su sitio a Bartra. Al Barça ya no le bastaba para estar en semifinales con el partidazo que había jugado Valdés, que pudo haber sido el último con el Barça en competición europea, porque ya había marcado Pastore su gol y el pasaporte para las semifinales parecía requisado. En esas, apareció el astro argentino, le dio al interruptor de la luz, puso música y empezó la fiesta. Leo llevaba 55 partidos saliendo del banco y 19 goles firmados como suplente a lo largo de su carrera. Su presencia le metió el miedo en el cuerpo al PSG.

Se habían adelantado por un fallo mío”, reconoció el goleador canario

El argentino se había ganado su presencia en el banquillo trabajando en el gimnasio y en la camilla, en largas sesiones recuperatorias, mañana y tarde, desde que se lesionó en París. No hizo mucho, apenas tocó el balón unas pocas veces, pero con él, eso es mucho. “Aunque sea un poco cojo, Messi es mucho. Y siempre está ahí”, reconoció Piqué. El argentino protagonizó el inicio de la jugada del empate asistiendo a Villa, que se la dio a Pedro. El canario tenía la oportunidad de dedicarle un gol a su primer hijo, Bryan. No desaprovechó la ocasión y la clavó con la zurda antes de echarse el pulgar a la boca, simulando un chupete. Fue su primer gol en esta Champions.

“Se habían adelantado por culpa de un fallo mío”, dijo el canario, que elogió el esfuerzo de Messi. “Ha trabajado mucho y hemos notado su presencia cuando ha salido. Hemos de darle las gracias porque ha vuelto a demostrar que es el número 1 y, con su sola presencia, el partido ha dado un vuelco”. Villa refrendó el elogio: “Es el mejor del mundo, lo ha cambiado todo”. Y Zubizarreta habló sobre el riesgo que entrañó su alineación. “Tienes que medir eso en función de lo que te pueda perjudicar. Sin riesgo, además, no suele haber premio”, dijo el director deportivo del Barcelona. “Teníamos la opción de usarlo si lo necesitábamos. Ha participado en la jugada del gol y se ha dosificado”, dijo Roura que elogió la competitividad del 10, a quien le tocó pasar el control antidopaje. “Cuando lo tienes en tus filas sabes que lo tienes que usar sí o sí. Solo con su presencia cambia tu estado anímico y el suyo”, insistió Piqué. “Es un jugador fundamental, cuando está en el campo se siente mucho”, admitió Lavezzi, resignado. “Tiene ese poder. Con su presencia cambia el ánimo del partido”, elogió Alves. Para Bartra, el esfuerzo de Messi resume la esencia del mejor del mundo: “Los rivales están más atentos y nosotros, más tranquilos”.

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