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Sergio García pega el pelotazo

El castellonense, un jugador superlativo al que le ha fallado la mentalidad, es colíder del Masters con seis bajo par, y un gran Gonzalo Fernández-Castaño es cuarto

Juan Morenilla
Sergio García, después de conseguir un birdie en el hoyo 10.
Sergio García, después de conseguir un birdie en el hoyo 10.Andrew Redington (AFP)

El mundo del golf, y no solo en España, se pregunta por el caso de Sergio García. ¿Cómo un jugador tan bueno, con unas manos que rebosan talento, no ha ganado un grande a los 33 años? La respuesta siempre suele apuntar a su cabeza más que a los palos. Al Niño le ha fallado la azotea para rematar títulos que casi saboreaba, como el Open Británico de 2007 y el PGA de 2008. Un cortocircuito mental que en el campo casi siempre se manifiesta en putts fallados.

Pasa el tiempo y el misterio continúa, sobre todo porque García se encarga de alimentarlo. Si el año pasado aseguró en Augusta que no era “lo suficientemente bueno como para ganar un grande”, ayer sus hechos desmintieron sus palabras. El Niño es el líder del Masters de Augusta con una inmaculada tarjeta de 66 golpes, seis bajo par, igualado con el australiano Marc Leishman.

“Quizá me equivoqué. Estaba un poco frustrado”, retrocedió García una vez vestido de líder cuando le recordaron su incendio de hace un año. “Hoy he disfrutado realmente en el campo. Los 10 primeros han sido los mejores hoyos de mi vida en el Masters. Ojalá tenga tres días más así. Es verdad que no es uno de mis campos favoritos, pero siempre salgo a intentar divertirme”.

El Niño dijo hace un año en este mismo campo que no se sentía capaz de ganar un grande

El castellonense volvió sobre sus palabras después de firmar seis birdies y ningún bogey, su mejor actuación en 15 participaciones en el Masters junto a la última ronda de 2004, edición en la que fue cuarto. Es la primera vez en su carrera que manda al final del día en el Masters, un grande con el que definitivamente mantiene una relación de amor y odio. Después de muchos patinazos, de machacarse a sí mismo y hasta asegurar que el campo estaba mal parido, blasfemia por la que tuvo que pedir perdón, ayer se descubrió como un jugador superlativo. Lo que es, aunque él crea a veces lo contrario. Con la cabeza en su sitio y la confianza alta, El Niño es capaz de todo. Será quizás una manera de sacudirse la presión, de evitar los focos sobre su juego, lo que le lleva a tirar la toalla, pero en esas manos late una victoria grande. Si consigue que eso se traslade al piso de arriba, habrá hecho bingo. Su paseo ayer por Augusta no dice otra cosa. Sergio manda recto la bola, controla las calles, y si está sereno con el putt es uno de los golfistas más completos del mundo.

Si ha llegado o no la hora de que se corone en un grande lo dirá su carácter tanto como su juego. Con 33 años, ha llegado a una madurez que le ha costado alcanzar, pero parece sereno y con los pies en la tierra, ingredientes básicos para aguantar cuatro días el peso de la historia, una responsabilidad que hasta ahora siempre le ha superado en alguna ronda.

García es el golfista en activo con más clasificaciones entre los 10 primeros en un grande sin conocer la victoria final: 17 (siete en el Open Británico, cuatro en el US Open y el PGA, dos en el Masters), por las 14 de Lee Westwood.

Gonzalo Fernández-Castaño sale de un búnker.
Gonzalo Fernández-Castaño sale de un búnker.ERIK S. LESSER (EFE)

El pelotazo español lo completó en el primer día Gonzalo Fernández-Castaño, cuarto a dos golpes de la cabeza, un puesto de honor en su segunda participación en Augusta. El madrileño demostró que el Masters, como ha sabido escuchar en la boca de Olazábal, es cuestión de amor. Lo suyo fue un flechazo en su debut el año pasado, y las historias de amor con Augusta son para siempre. “Lo que Seve y Olazábal hicieron en el Masters fue muy especial. Augusta significa mucho para España, desde que Ángel Miguel fue el primero en participar. Mi único objetivo desde que jugué aquí fue hacerlo lo suficientemente bien como para volver. Me he enamorado de Augusta”, dijo Gonzalo, agradecido a las enseñanzas de Chema y al recuerdo de Ramón Sota y de Ballesteros.

En España necesitamos ganar un grande Gonzalo F.-Castaño

Castaño (Castano escriben en EEUU) dio una lección de golf sólido, con birdies en los cuatro pares cinco y mucha paciencia. No hay duda de que este licenciado en administración de empresas, de 32 años, tiene la cabeza muy bien amueblada. Su objetivo de conseguir la tarjeta estadounidense y mudarse a Florida parece pan comido. “Es solo jueves. Debo tomármelo con calma”, recetó después de una manchita final en su tarjeta con un bogey en el 18, pese a lo que bajó por primera vez del par del campo (68). “Yo sigo aprendiendo los secretos de Augusta”, añadió. Y apeló a la realidad: “Necesitamos un grande en España”. Está en sus manos, y en las de Sergio García.

Clasificaciones

Clasificación de la primera jornada: 1. M. Leishman (Aus.) y Sergio García, 66 golpes, seis bajo par. 3. D. Johnson (EE UU), 67. 4. D. Lynn (Ing.), R. Fowler (EE UU), G. Fernández-Castaño, T. Immelman (Sud), F. Couples (EE UU) y M. Kuchar (EE UU), 68. 13. T. Woods (EE UU), 70. 33. R. McIlroy (N. Irl.), 72. 46. T. Guan (Chi.), 73. 56. J.M. Olazábal, 74.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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