El Barça malgasta en Atenas otro cartucho

El Barcelona de Xavi Pascual continúa con su asignatura pendiente desde hace dos años. El OAKA y el Panathinaikos de Diamantidis se le atraviesan, le sobrepasan, sin remedio. Tres veces ha jugado en ese escenario y las tres ha perdido. En esta ocasión, empezó fatal, consiguió corregirse, pero acabó tirándolo todo por la borda con una secuencia de errores finales que le impidieron rematar su precioso tercer cuarto. En cambio, el Panathinaikos acertó con la puntilla, gracias a dos triples de Diamantidis en momentos cruciales; el segundo, tras dar en el tablero.

El Barça empezó fatal y acabó peor. Mal en el tiro, a destiempo en las faltas y permisivo en defensa, cedió una brecha de 15 puntos: 29-14. Compareció Xavi Pascual con un quinteto inicial muy remozado, con Marcelinho al mando y la pareja de pívots que habitualmente sale desde el banquillo, la formada por Wallace y Jawai. No lograba cerrar atrás el Barça y no supo echarle el lazo a Bramos. El ritmo de juego pertenecía al equipo griego. Con las mismas faltas, el Panathinaikos había lanzado por entonces ocho veces desde la línea de tiros libres, y ninguna el Barcelona. Los jugadores del equipo griego sabían cuándo y cómo cometer esas faltas; los del Barcelona las malgastaban con el mismo desatino que los triples.

Todo cambió en el inicio del tercer cuarto. La defensa en zona, con una serie de acoplamientos que utilizó a partir de entonces el equipo de Xavi Pascual, encasquilló el ataque del Panathinaikos. Navarro y Tomic empezaron a encontrar mejores posiciones en ataque, contribuyeron también Wallace y Abrines. Y Jasikevicius manejó la cadencia de los acontecimientos.

Tras el demoledor parcial del tercer cuarto, 12-22, el Barcelona tomó la delantera (53-57). El ataque del Panathinaikos quedó colapsado ante la perseverante y trabajada defensa en zona del Barcelona. Bramos empezó a fallar los triples. Los pívots del Panathinaikos se las veían y se las deseaban.

Pero el equipo griego respondió redoblando su eficacia defensiva. Eso, con poco en ataque, le bastó. Resurgió Diamantidis cuando se encaraba la recta final. Es el sello de una estrella que comparece cuando más lo necesita su equipo. Un triple suyo puso de nuevo al Panathinaikos por delante (59-57). Dos seguidos de Wallace y Jasikevicius situaron al Barcelona en una situación espléndida para arrancar el triunfo de Atenas (59-63). Pero, en los dos minutos finales, todo fueron malas noticias para el Barça. No volvió a anotar. Perdió un balón Wallace, en una decisión ratificada por los árbitros tras verla repetida en el vídeo, falló dos tiros libres Tomic y Jasikevicius y Navarro dos tiros después de dos acciones de ataque muy erráticas. Y entre medias, el triple de Diamantidis tras tocar en la tabla y un tiro libre de Gist. Suficiente para el Panathinaikos. Eso, unido al resbalón del segundo partido, pone al Barça contra la espada y la pared, obligado a ganar mañana, de nuevo en Atenas.